"TÁCTICA es lo que se hace cuando hay algo que hacer, ESTRATEGIA es lo que se hace cuando no hay nada que hacer"
Savielly Tartakover

jueves, 31 de diciembre de 2015

Mi último post de 2015. Ilusiones cercanas.

Foto: Almanaquenatural
Tengo que contaros que hoy tenía muchas ganas de escribir un post, el último post del año, pero no sabía muy bien que contar ni cual era el mensaje que quería transmitir. Tenía como una añoranza que me incitaba a terminar el año escribiendo. Con ganas de transmitir, me hice un té verde, me senté ante el ordenador y decidí a contaros, con calma y tranquilidad, una historia entrañable.

Una vez, cuando era pequeña, mi abuela nos llevó a mi hermano y a mí a recoger hierbas al campo, en esta ocasión buscábamos rabo de gato, una planta medicinal que se encuentra principalmente en Valencia, en zonas de matorrales y cuyas propiedades, según mi abuela, eran infinitas. Así es, una infusión de rabo de gato servía para aliviar los síntomas de la gripe y la faringitis, pero eso no era todo, porque también se podía usar como cataplasma y entonces servía para aliviar los síntomas de las quemaduras y refrescar la piel. Como os contaba, recuerdo aquel día que fui al campo y vi un gran pinar cubierto de sotobosque, con brezos y matorral bajo pintado con tonos ocres, dorados y marrones, es una postal que nunca podré olvidar. Habíamos ido muchas veces a coger tomillo, romero u otras hierbas que mi abuela utilizaba diariamente pero recuerdo aquel día como un día especial, lo recuerdo como si fuera hoy. A veces me pregunto, ¿por qué recuerdo aquel día? ¿qué tenía de especial? y termino pensando en los colores especiales del otoño o en el cielo aborregado y tan azul de aquel día o quizás un pensamiento que aquel día atravesó mi mente, lo tenía claro, quería ser botánica, aquel día pensé que de mayor quería ser botánica y conocer todas las hierbas y sus propiedades. Era una verdadera determinación, con 8 o 9 años, había visto mi conexión interior, aquello que creía que me iba a ser mi gran revelación en la vida.

Fue pasando el tiempo, llego la hora de estudiar y nunca recordé que quería ser botánica. Os confieso que no estudié lo que me hubiera gustado, porque entonces, los padres tenían el poder y la decisión de decir cuál era la titulación que tenía futuro. Estoy segura que fue por mi bien pero, no pude elegir, quizás no hubiera elegido la botánica, o quizás si, pero han ido pasando los años y aunque me gustan muchos las plantas, el huerto, la montaña y la naturaleza, no he conseguido tener el control que tenía mi abuela. Tengo una asignatura pendiente, quiero estudiar botánica. Tal vez hoy, último día del año, pudiera pensar que es mi propósito de Nuevo Año pero intuyo que no lo es. Primero debo disfrutar del viaje de la vida lenta, encontrar mi conexión con el aquí y el ahora y cuando la encuentre desde el ser, desde el interior, iniciaré mi nuevo viaje para conocer las plantas y sus propiedades. Muchas veces me he planteado ¿por qué muchos de los objetivos que nos proponemos nunca llegan a su fin? y he llegado a la conclusión de que es así porque no los hacemos en el momento oportuno, no están conectados con la realidad, debemos partir de nuestro camino y desde allí marcar pequeños pasos para celebrar cada día un pequeño logro, pasos que nos acerquen a nuestro objetivo pero disfrutando día a día, del camino y de nuestros pequeños logros. ¿Sabéis que pasa si el objetivo no está conectado con la realidad?, Por experiencia, si lo vemos lejos en el tiempo, alejado del camino  de cada día, no sentimos la emocionante ilusión de caminar por nuestro camino vital, y abandonamos.

Con estas pequeñas pinceladas termino este post, no si antes desearos Feliz Año 2016, lleno de ilusiones, paz, calma y tranquilidad y sobretodo que caminéis por el camino de la vida lenta y sin prisas.

Un abrazo




martes, 29 de diciembre de 2015

Exposición de Bernardo Gálvez en la Casa de América

Foto:  Periódico El Mundo
Este fin de semana he estado en Madrid, tenía la intención de visitar la exposición del Titanic en el Centro Cultural de la Villa pero las entradas estaban agotadas. De camino hacía allí pasé por la puerta de la casa de América y el Palacio de Linares y me apeteció mucho visitarlo pero por si no llegaba a tiempo a sacar la entrada de la exposición del Titanic, no paré. 

A mi regreso hacía el hotel pase de nuevo por su puerta y entré a ver la exposición de Bernardo de Gálvez, gran desconocido para mí. Bernardo de Gálvez fue Gobernador de Luisiana y Virrey de Nuevo México, este gran personaje malagueño, salió de su tierra natal y junto a George Washington lograron muchas victorias, entre ellas, una de las más nombrada es la gran batalla de Pensacola, batalla de la independencia americana.

En 1761 España firmó con Francia el pacto de la familia de los Borbones, según el cual España estaba obligada a tratar como enemigos propios los enemigos de Francia e intervenir militarmente cuando Francia necesitara nuestra ayuda en cualquier parte del mundo. Según cuentan, la intervención de España fue decisiva en esta batalla y sobretodo la del militar malagueño Bernardo Gálvez. En 2009, un historiador descubrió una carta del archivo de indias donde se solicitaba un retrato a Bernardo de Gálvez para colocarlo en el capitolio de EEUU como homenaje por la victoria conseguida y su gran ayuda en el proceso de la independencia americana. Bernardo se hizo el retrato, y aún así, nadie sabe cual fue el motivo, pero, este retrato nunca se colgó en el capitolio.

Después de 5 años de investigaciones, el 10 de febrero de 2014 todos los diarios daban la noticia de que el cuadro de Bernardo Gálvez era colgado en el congreso de EEUU como reconocimiento a su gran valor y habilidad militar como estratega. El cuadro ha sido pintado por el pintor malagueño Carlos Monserrate y después de 231 años desde su propuesta por fin colgado en los salones de la cámara.

La exposición de la casa de América es una muestra histórica de los uniformes de la época, maquetas de barcos y mapas originales, documentos sobre presupuestos de los fuertes militares, libros, diarios y otros documentos que no dejan indiferente a nadie. Si estáis por Madrid os aconsejo visitarla, estará  abierta al público
hasta el 12 de marzo de 2016.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

¿Ves lo que crees o crees lo que ves?, ¿Cuál es la aseveración correcta?

Foto www.pokape
Hace algunos años reformé el baño de la habitación principal y lo dejo precioso. Puse una ducha de gresite, de un color azul mar que daban ganas de ducharse a cada hora. Con el tiempo empezaron a salir unas manchas azulaceas sobre las juntas y no había manera de deshacerse de ellas. ¿Cuál pensáis que fue la forma más fácil de hacerlo? Lo habéis acertado, la fuerza bruta. Si, lo confieso, fui poco inteligente y recurrí al salfumant y a otros productos químicos que lo dejaban impecable. 

Pensaba que el problema estaba solucionado, cada vez que saliera una mancha, yo ya estaba equipada con mi kit prodigioso para dejarlo todo listo en unos minutos. Después de utilizarlo tres o cuatro veces, los azulejos empezarán a saltar, el producto era tan bueno que se comía el cemento. Ahora tenía dos problemas, una que salían manchas y la otra que al solucionar un problema surgía otro. ¡Qué pesadilla!

Cansada de todo esto, un día que andaba por la calle y entre en una tienda de reformas que acababan de abrir en el barrio. Me pareció gente de confianza y vinieron a darme un presupuesto. El hombre me explicó verbalmente el presupuesto, pero además, me lo dio por escrito. Me fui a casa, lo leí detenidamente y vi lo que aquello que el hombre me había explicado, estaba allí, bien escrito, bien detallado,  bien clarito. Sólo me faltaba concretar las fechas. Mi idea inicial fue hacerlo después de las fiestas, por la experiencia de que las obras siempre se alargan, pero el señor me dijo que en un día o dos estaba listo.

Ahora os cuento la parte interesante, yo leí lo que creía que ponía y no lo que había escrito realmente. ¿Cuándo me di cuenta que ponía otra cosa? Cuando empecé a ver cosas que no cuadraban. El primer día el señor dijo que vendría a las nueve de la mañana, llamé a un familiar para que pudiera abrirle la puerta y a las 12:00 del mediodía no había venido nadie. Intenté averiguar que pasaba y la respuesta fue que le había surgido un imprevisto. Más tarde me enteré que el imprevisto era que tenía una revisión de la vista a las 9:30.  ¿Se puede llamar imprevisto a una cita que te dan con más de un mes de antelación?. Aquí empezó a perderse la relación de confianza. Pues bien, a día de hoy llevamos cuatro días con la obra y no parece que vaya a acabar, siempre viene muy tarde y siempre entra diciendo "Disculpe señora pero hoy he tenido un mal día". Yo reflexiono y pienso ¿se puede tener un mal día todos los días? Se ha creado un pequeño conflicto y si lo analizo veo dos factores que han influido mucho:

1.- Yo leí en el presupuesto lo que él me explicó y no lo que realmente ponía porque era una relación basada en la confianza, y por lo tanto no tenía ninguna razón para dudar del señor.

2.- El señor planifica muy mal y por ello todos los días tiene imprevistos. Se compromete con más cosas de las que puede y cuando no puede atender a todo dice "Disculpe señora..." y cree que recupera la confianza. ¿Se puede llamar imprevistos a cosas que tenías previstas?

Esta historia que os cuento me ha enseñado una lección, o dos, si cabe. Como dice Sergio Fernández, todo lo que nos pasa tiene un lado positivo sólo hay que buscarlo y os prometo que, pese a mi disgusto, lo encontré. Ves lo que quieres ver, escuchas lo que quieres escuchar y creas lo que crees. Así que utilicemoslo a nuestro favor. Veamos siempre la parte positiva de nuestros actos y visualicemos el triunfo, nuestros sueños y nuestros deseos. Si lo haces ya tienes parte del camino hecho.
La segunda lección que extraigo es que la vida simple, sencilla y minimalista es la mejor. No se trata de no hacer nada, pero si de simplificar y hacer una cosa detrás de la otra, subiéndonos al vagón de la vida lenta y asimilando y disfrutando cada uno de nuestros triunfos. 

Alguien podría pensar que esto es válido si no eres autónomo y tienes que trabajar para ganar dinero pero, qué publicidad creéis que voy a dar yo de este hombre, desde luego no lo recomendaré a nadie y si alguien me pregunta, no me gusta criticar, pero les contaré mi experiencia por lo que, en mi opinión, está perdiendo clientes, sólo podrá trabajar para desconocidos que, como yo, crean en el valor de la confianza, Ya sabéis, menos es más.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Reflexiones sobre el nuevo año. ¿Estas preparado para el cambio?

Como cada año, en estas fechas, hacemos un balance de todo lo que hemos conseguido en el año que acaba y elaboramos la lista de deseos para el año que entra. Muchos de estos deseos se repiten cada año, año tras año. Quizás te preguntes por qué algunos objetivos los consigues casi sin esfuerzo y en cambio otros, parecen que están ahí para llenar tu lista de objetivos pero que nunca se cumplen. ¿Sabes por qué nunca se cumplen? En mi opinión, la cosa es fácil, ocurre porque, en su día, cuando los escribimos en nuestra lista no estábamos lo suficiente motivados para conseguirlo. Fue un cambio no sostenible, una simple operación de maquillaje que un buen día te cansaste de mantener.

Mi consejo es que este año escribas pocos objetivos, pero que, estés realmente concienciado de que el cambio va a ser una realidad, de que la transformación no nos asusta y que, con nuestro esfuerzo, se va a convertir en un verdadero hábito. Hay que ser auténtico, pero además hay que estar realmente motivado. Es imprescindible que pienses en tu objetivo, lo visualices y te olvides de cualquier comparación. Es una verdad objetiva que la comparación mata la autenticidad, promueve la estandarización y no te permite innovar. Lo más importante es que evites cualquier juicio, enfócate en lo que deseas y planifica los pasos para conseguirlo. No te enfoques en muchas cosas porque el multienfoque, al igual que la multitarea hace que te disperses y si no ves resultados pronto perderás el interés y por supuesto, la motivación. Debes tener en cuenta que un cambio de hábito exige un previo cambio mental, tienes que concienciar a tu mente y desaprender todas las creencias que ésta aprendió en su día y que no te sirven de nada, vigila el diálogo que mantienes contigo mismo e intenta que sea positivo, siempre se puede buscar una perspectiva positiva, a no ser que sea un hecho muy extremo siempre hay algo de la situación que te puede beneficiar. Mi abuela siempre decía "Lo que pasa conviene" y tal vez ahora no veas en que te conviene pero te aseguro que si tienes fe, con el tiempo, lo verás claro. Nadie intenta que el cuerpo le cambie de la noche a la mañana, pero sin embargo, con la mente no lo tenemos tan claro y creemos que con un solo acto ya hemos cambiado. 

Otro consejo que funciona es rodearte de personas motivadas, alegres y optimistas porque la motivación, al igual que los sueños, se contagian pero la desmotivación y la crítica también. Si tienes la opción, elige rodearte de personas creativas. motivadas y alegres porque podrás darte cuenta que tu ánimo sube y estás más dispuesto a innovar.

Lo que tienes que tener claro es que la motivación depende de ti, de nadie más, es muy fácil echarle las culpas a las circunstancias externas, pero las circunstancias se dan porque en algún momento hiciste la elección, y por lo tanto no puedes excusarte de la responsabilidad de tu vida. Todo lo que sucede depende de ti, de un pensamiento, de una elección y de una acción que algún día dará un resultado. Elige tus resultados.

Este año elijo llevar una vida plena, lenta y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, esas que normalmente no nos damos cuenta de que están ahí pero que nos reconfortan, nos dan fortaleza y nos animan a seguir. Como en otros post os he contado, tenemos facilidad para contar y transmitir las cosas negativas, pero sin embargo, las positivas nos cuesta más. En el próximo post os contaré la razón.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Estrategias de comunicación entre pingüinos y su relación con las redes sociales

Autor: Pismire
Creo que todos estamos de acuerdo en que comunicar no es compartir información, sino que, implica algo más, significa escucha activa, recepción del mensaje y comprensión del mismo. En estos momentos, nos encontramos en una época en que la información que procesamos diariamente es mucho mayor que la que necesitamos y, en ocasiones, nos satura, de forma que desconectamos de lo que nos están diciendo porque no es de nuestro interés o porque la forma de comunicar no nos resulta interesante. Hace algunos días leí que dos investigadores de Estados Unidos habían hecho un estudio donde habían descubierto que nuestro cerebro es 30 veces más rápido a la hora de enviar información que el supercomputador IBM Sequoia. Es impresionante, pero así es, los supercomputadores intentan replicar el comportamiento humano.

En la época de la tecnología y las redes sociales comunicar y llegar a mucha gente parece sencillo, pero, ¿cómo tenemos que comunicar para ser eficaces, para que nuestros mensajes lleguen a mayor público? En primer lugar, nuestro mensajes tienen que ser breves y sencillos, pero además, y para complementar, los mensajes tienen que ser elaborados, que contengan un consejo o una experiencia personal capaz de cautivar a los lectores. Tiene que ser un mensaje con sentimiento, una idea basada en una historia personal transmitida con humildad y que influya o incite a compartirla porque sea de interés general. 
En mi opinión, elaborar un buen mensaje es importante, pero igual de importante, o quizás más, es el contexto donde se produce la comunicación. Si hablamos de una comunicación personal, de tú a tú, podemos influir en que el clima sea agradable, el lugar acogedor, los muebles o las circunstancias que nos envuelven nos inciten a expresarnos de una manera emocional, sentimental o a transmitir una buena historia pero, ¿qué pasa si nuestro mensaje lo vamos a transmitir a través de las redes sociales?

Si el contexto es muy grande, quizás no podemos influir mucho en él, pero,  la causalidad hará que el mensaje llegue a quien tiene que llegar y que se expanda rápidamente.  ¿A qué me refiero cuando hablo de causalidad? Veréis, no hace mucho escuchaba en la radio a Antonio Nuñez hablando de su libro La estrategia del pingüino. Tengo que confesaros que me gustó mucho el título, pero mucho más, la filosofía que encierra. Antonio explicaba que los pingüinos son seres sociales que viven en colonias de unos 10.000 individuos y lo realmente sorprendente es que son comunicadores natos, son muy eficaces en su comunicación, especialmente, con su pareja y sus crías. Me impresionó saber que, dentro de la multitud, son capaces de encontrarse unos a otros con tan sólo vocalizar en la zona. Ello es así, porque tiene diferentes tipos de graznidos, con diferentes tonos y diferentes niveles de intensidad y entre "su tribu" (pareja y cría) son capaces de encontrase de una manera fácil y sencilla. Se cruzan cientos de mensajes pero ellos solo escuchan el suyo, el que tiene un tono diferente y que está hecho especialmente para ellos, personalizado. Esto mismo pasa con nuestros mensajes en las redes sociales,  los lanzamos a la inmensidad y llegan justo allí, donde tienen que llegar. Me gusta mucho la similitud de las redes sociales con las colonias de pingüinos, ya que, entre los pingüinos, no hay ninguno que sea más poderoso que el resto, no existe el pingüino rey, pero, sin embargo, sus mensajes se transmiten entre colonia, aquello importante llega a toda la población de pingüinos y los mejores comunicadores se quedan con las mejoras ubicaciones del territorio para establecer su familia. Los mejores comunicadores logran alcanzar una posición privilegiada, pero además de ello, logran influir en le resto de pingüinos. Lo que está claro es que comunicarse es posicionarse y diferenciarse. Lo curioso es que si uno de ellos se zambulle en el mar, el resto de pingüinos empiezan a tirarse siguiendo a su líder, al buen comunicador, al que ha logrado la mejor posición y al que comparte buena información. ¿Encuentras similitud? ¡Qué curiosa es la naturaleza! Los animales y las plantas se adaptan al medio sin casi esfuerzo, no les cuesta transformarse, fluyen con las circunstancias. ¿ Y los seres humanos?, Parece que nos cuesta un poco más.
Aquí os dejo una reflexión ¿Por qué creéis que nos cuesta tanto adaptarnos?

domingo, 29 de noviembre de 2015

Cultiva tu espontaneidad.

Hoy me gustaría hablaros del tema que está semana ha llamado mi atención y que me ha hecho reflexionar mucho, es el tema de la espontaneidad relacionado con la planificación. Os contaré que tras varías recomendaciones, finalmente he decidido leer "Tus zonas erróneas" del autor Wayne W. Dyer.  Confieso que el capítulo sobre espontaneidad me ha cautivado y me ha hecho pensar intensamente sobre algunos comportamientos.
Quiero compartir con vosotros mi reflexión porque me parece paradójica. Siempre he creído que era una persona innovadora, creativa que no le daba miedo empezar cosas nuevas, ni iniciar nuevos proyectos, es más cualquier nuevo proyecto siempre me ilusiona y pongo todo mi compromiso y mi pasión para que llegue a buen término. Siempre me había colgado la etiqueta de soñadora, creativa y espontánea. Si, siempre fue así hasta que llegue a este capítulo del libro de Wayne Dyer y desmontó mi teoría.
Mi reflexión parte del hecho de que siempre lo planifico todo, planifico cada segundo de mi vida, tengo claro cuál es mi misión y mi visión, hacía donde voy, cuál es mi camino en la vida (aunque también os confieso que me ha costado muchas horas llegar a conocer bien mi plan de vida), tanto es así que yo me levanto por la mañana y sé que estaré haciendo cada segundo del día, igual en el trabajo, que en ocio, que en mi vida personal. Me siento segura así, siento paz interior porque todo está marcado, mi camino tiene unos hitos que voy a recorrer con toda seguridad y que por lo tanto, me llevarán a donde quiero llegar, a mi destino. Vale, en un principio, esto es genial, pero ahora aparece la parte contradictoria y es la siguiente, si alguien osa interrumpir mi planificación, o por cualquier motivo alguna tarea dura un poco más de lo previsto y no puedo empezar la siguiente, me pongo muy nerviosa, modificar mi planificación inicial es algo que me atormenta, que no permite alcanzar mi paz interior y hace que me sienta inquieta y estresada.

Entonces, ¿soy espontánea y creativa o soy muy rígida y no salgo de lo planificado? la verdad es que es una duda existencial. Wyne Dyer dice en su libro que si lo planificas todo puede que un día llegues a aburrirte de tanta seguridad, de saber como será tu día antes de que lo vivas. Y si lo pienso, así es, cada mañana sé que como será mi día pero me siento segura, me siento cómoda y paralelamente surge la incomodidad cuando he de salir de lo planificado.

Después de leer este capítulo he llegado a la conclusión de que no soy flexible y que por lo tanto, me estoy perdiendo pequeñas cosas de la vida que surgen en un momento determinado y se van, esas pequeñas cosas que no te dan tregua a disfrutarla otro día. La espontaneidad quiere decir que puedes tomar cualquier decisión de repente, simplemente porque crees que te gusta y que puedes disfrutar de la acción y si no es así, al menos disfrutarte del hecho de probarlo.

En definitiva, ¿se puede ser creativa, soñadora e innovadora y a la vez tomar una postura de rigidez absoluta en la toma de las decisiones? Voy a experimentar, voy a intentar llegar al equilibrio, os iré contando mi evolución, espero que no sea muy complicado planificar con menos intensidad.

Doy las gracias a todos los amigos que me han recomendado leer a Wayne Dyer ya que me está ayudando a conocer muchas cosas sobre mi misma. He aprendido que el fracaso no existe, el fracaso es simplemente la opinión que alguien tiene sobre como se deberían hacer ciertas cosas. Cuando te convezcas de que no hay nada que deba ser realizado de una forma específica, entonces el fracaso será imposible.

martes, 17 de noviembre de 2015

¿Los sueños se contagian? ¿Y tú, qué crees?

Soñar es nuestro aliado para conseguir un mayor nivel de creatividad. Los sueños influyen en nuestra creatividad y ello es así, porque cuando soñamos contribuimos a visualizar nuestro objetivo más ansiado y desarrollamos, sin saberlo, nuestro cerebro emocional.

Compartir nuestros sueños es una herramienta maravillosa para expresar nuestra creatividad y utilizar el lenguaje para expresar aquello que deseamos. Partamos de que con las palabras creamos nuestra realidad, damos visibilidad a aquello que nos importa y compartimos nuestras ilusiones. Hace algún tiempo hice un ejercicio que me gustó mucho y considero que todos deberíamos realizar alguna vez para comprobar de primera mano sus efectos. El ejercicio consistía en compartir sueños, hicimos una rueda de personas que nos acabamos de conocer y durante dos minutos mi tarea consistía en compartir mi sueño. Fue un ejercicio muy hermoso porque cuando cuentas tu sueño, tus ojos brillan, tu sonrisa es atractiva, tu lenguaje se vuelve positivo y tu imaginación no tiene límites, no encuentra ningún obstáculo para transmitir lo que piensas, lo que visualizas, lo que quieres conseguir. Tienes muy anclados tus objetivos.

Lo realmente impresionante es que los sueños se comparten. Muchas personas tienen sueños muy similares, pero aún así, después de que unas cuantas personas me hubieran contado su sueño, algunos de ellos, como sin darme cuenta, los hacía míos, me gustaba la idea de base, se podían utilizar para soñar otra cosa parecida e incluso a veces eran cosas que nunca hubiera podido pensar que me gustaría o que me cautivaría y ha sido así porque su autor los ha transmitido de una forma muy especial, ha utilizado un lenguaje elegante, cautivador, apasionado y sobre todo lo ha acompañado con un lenguaje no verbal, con unos gestos y con un tono que te hace ver su autenticidad.

Otra cosa muy curiosa que me gustaría resaltar es que después de compartir tu sueño te sientes más implicado, más decidido a conseguirlo y más seguro de que algún día llegará y será la realidad.

¿Te atreves a compartir tu sueño?





sábado, 31 de octubre de 2015

¿Qué dices con tu sonrisa?

Todos conocemos la importancia del lenguaje no verbal en nuestra vida diaria, en general y en las relaciones sociales, en particular. Según los estudios publicados sólo un 7% de aquello que comunicamos procede la comunicación verbal, el resto, el 93% proviene del lenguaje no verbal y en caso de disonancia entre los dos lenguajes, el interlocutor siempre cree al no verbal porque procede del insconciente y por lo tanto es más difícil de falsear.

Los mensajes no verbales surgen desde el inconsciente, desde lo más profundo de nosotros y en la mayoría de las ocasiones somos incapaces de controlarlos. ¿Sabéis cuanto tarda nuestro interlocutor en tener una primera impresión sobre nosotros? Es curioso, pero le cuesta apenas unos minutos y el primer lugar en el que se enfoca o se fija es en nuestra sonrisa, ¿sabéis por qué? Como siempre, interviene nuestro instinto de supervivencia, para nuestros antepasados era sumamente importante detectar los amigos y acercarse a ellos, ya que, el instinto gregario garantizaba su supervivencia. Por el mismo motivo tendemos a ser desconfiados. Imáginaros que sois un pez y vais navegando por el océano y, de repente, observáis un pez grandote que se os acerca con una bonita sonrisa, y, rápidamente, como acto reflejo, vosotros pensáis, ¿será amigo o enemigo?. Veamos, que es lo que mayor coste tendría para vosotros, si es amigo, iniciaríais una bonita y longeva amistad y seriáis inmensamente felices, pero, si fuera enemigo, os devoraría y moriríais al instante ¿Qué es lo que tiene más coste para vosotros?. Aquí os dejo la reflexión.

Sigamos con la sonrisa, según un estudio de la Universidad de la Laguna, el primer sitio donde nos enfocamos para hacernos una idea de nuestro interlocutor es su sonrisa, pero, hay muchos tipos de sonrisas, nuestra sonrisa puede comunicar alegría, cortesía, timidez, tristeza, enojo, resignación, distancia o algunas cosas más. Fijaros que el investigador Ekman identificó 18 tipos de sonrisas diferentes según la combinación de músculos faciales que intervenían en su formación, pero lo verdaderamente fascinante es, que de todas las sonrisas que podemos usar, tan sólo una es genuina y verdadera. Así es, sólo hay una sonrisa que es espontánea, que surge del cerebro insconciente y se llama "sonrisa Duchenne" en honor al investigador que la identificó por primera vez. Duchenne identificó que en esta sonrisa están involucrados los músculos cigomáticos mayores y los orbiculares oculares, músculos que no se pueden mover de forma consciente. Cuando sonreímos usando estos músculos se elevan las mejillas y se cierran levemente los ojos, es la sonrisa que expresa la emoción verdadera. Richard Savinson y Paul Ekman descubrieron que hay una zona específica del cerebro que se activa cuando usamos esta sonrisa y que entonces, mostramos evidencias de entusiasmo y alegría.

En resumen, la sonrisa comunica muchas cosas sobre nosotros y aunque hayan muchos tipos de sonrisas solo una es verdadera, la inconsciente, la que activa la zona de nuestro cerebro que hace que se desarrolle nuestro optimismo y que se activen las neuronas espejo en los demás, y tu, ¿Cómo sonríes?. Te invito a explorarlo.


viernes, 23 de octubre de 2015

Historias contagiosas

Durante varios días he estado reflexionando sobre lo importante que son las historias que hemos vivido en periodos importantes de nuestras vidas para transmitir un valor, compartir perspectivas o incluso cambiar el marco conceptual de un asunto para que nuestro interlocutor pueda ver la idea desde varios enfoques.

Mi iaia Rosario era una excelente narradora y, no sólo eso, sino que como mujer, era muy intuitiva y solía utilizar sus historias en los momentos en que necesitabas escuchar otra opinión o no sabias en qué basarte para tomar una decisión.

Muchas de las historias que mi iaia me contaba tiendo a contarlas y repetirlas continuamente, de algunos detalles no me acuerdo, pero, como os he contado otras veces, tengo el hábito de completarlo o a veces adaptar la historia a los tiempo modernos para con las misma historia poder compartir algo más actual. Eran historias intemporales pero tenían la virtud de hacerle conectar con otros y transmitir, de una manera sencilla y fácilmente recordable, lo que pensaba. Utilizaba tantos recursos que revivía el momento y aquel que le escuchaba se conectaba rápidamente con el momento y la experiencia. A veces me pregunto, ¿qué tenían estas historias que tanto cautivaban, enganchaban y se pegaban en el subconsciente durante mucho tiempo?. 

Después de reflexionar varios días he llegado a la conclusión de que eran historias de la vida cotidiana, de esas que todos podemos revivir porque alguna vez las hemos vivido o son tan fáciles de que sucedan que hemos vivido alguna situación parecida y nos podemos poner en la piel del protagonista, que por otra parte, muchísimas veces era ella misma, aunque todos supiéramos que quizás no era del todo real.

Eran historias reales, cautivadoras, comunicadas de forma clara y breve, con un lenguaje sencillo, con muchos verbos de acción, una estructura impecable, con mucho sentimiento y en la mayoría de las ocasiones, siempre lo contaba de manera que al final había una sorpresa, que te estabas imaginando durante toda la narración, pero que esperabas con impaciencia a que te fuera revelada.

Así es, este es el secreto de las historias cautivadoras, no parece muy difícil de replicar, pero sin embargo, os aseguro que es costoso de reproducir. Os ánimo a practicar porque esta forma de conectarse con los demás, basada en contar historias reales y basadas  en valores, se pueden usar en todo tipo de comunicación y es lo que hace que ésta sea realmente efectiva y recordemos el mensaje clave que nos han transmitido y que hemos recogido con el corazón.

martes, 20 de octubre de 2015

Historias de árboles: El ciprés

Hace algunos días os conté una historia sobre el fresno que me vino a la memoria el día que salí de excursión a la umbría de Buñol con el centro excursionista de Valencia. Este mismo día, en nuestra excursión pasamos por una zona poblada de cipreses, una casa de repobladores, verde,  cálida y muy acogedora, al pasar por su sendero recordé otra vieja historia, la historia del ciprés. Como todos sabéis y habréis podido comprobar, el ciprés es un árbol majestuoso, alto, solemne, con carisma y que habitualmente, sobre todo en las zonas mediterráneas, encontramos en las tapias de los cementerios. Quizás os preguntaréis cómo ha llegado a ser el ciprés monumento funerario y la respuesta es simple, pero a su vez curiosa.

Vamos a hacer un esfuerzo imaginario y vamos a remontarnos a la época romana. En esta época los cipreses eran un elemento de la arquitectura, era un elemento comunicador, como los carteles ahora, y lo plantaban con la intención de que fueran señales claras y seguras para los viajeros que recorrían sus senderos. Así, si un viajero romano encontraba un sólo ciprés en medio del camino, era un símbolo claro y evidente de que en ese lugar podía abastecerse de agua fresca y limpia. Asimismo, si encontraba dos cipreses, el viajero podía asegurarse de que esa noche saborearía un buen manjar en algún lugar acogedor.

También se usaban como símbolo de reconocimiento social, de modo que si antes de una casa había un sendero formado por dos filas de cipreses aquella casa era de una persona socialmente reconocida y de gran valía personal. Paralelamente, en las grandes avenidas se plantaban dos filas de cipreses para dar la bienvenida al viajero o a las tropas victoriosas cuando regresaban de sus batallas.

Posteriormente, a alguien se le ocurrió plantarlo en las vallas de los cementerios como símbolo de bienvenido a la vida eterna, fue un mimetismo, fue una copia de la bienvenida romana pero para los difuntos.

Lo cierto es que es un árbol verde, muy longevo y cuyas raíces no se expanden hacía los laterales, sino que más bien van hacía abajo por lo que no tienen peligro de destrozar nada a su alrededor. Su madera es tan resistente que se dice que el Arca de Noé se hizo de madera de ciprés y son tan verdes que siempre dan un toque y un olor de distinción.

En resumen, fijaros como se ha deformado la realidad, originariamente los cipreses eran símbolo de bienvenida y para muchos de nosotros son árboles tristes que representan el duelo y el dolor.

lunes, 12 de octubre de 2015

Historias de árboles: el fresno

Hace unos días fui ,con el Centro Excursionista de Valencia, a visitar el fresnal de Buñol. Disfruté mucho de la visita porque además de aprender muchas cosas nuevas, las explicaciones de Jose Manuel me recordaron algunas vivencias de mi niñez y me transportaron a aquella época.

Aquel día Jose Manuel nos explicaba en la umbría todos los beneficios y propiedades del fresno, que eran muchas, tantas que ni me acuerdo, pero, lo que si se me quedó grabado es la historia que os quiero contar hoy, una historia de mi niñez. Cuando era pequeña, mi iaia Rosario se empeñaba en que aprendiera a hacer aguja de gancho. Ella intentaba enseñarme, pero por aquel entonces, yo no tenía mucho interés y lo hacía con cierta desgana. Mi iaia, que estaba ciega, cada cierto tiempo, me cogía las labores, las tocaba con mucho cariño y comenzaba a deshacerla porque había detectado lo que ella llamaba "una mentira", que no era otra cosa que un punto diferente al resto de la labor. Aquí empezó mi camino particular de tolerancia al error, cuando ella lo deshacía, yo veía que me quedaba mucho camino para terminar y me desesperaba, pero después de deshacerlo muchas veces, logré calmarme y verlo con una manera de desarrollar la virtud de la paciencia. He de añadir que cada vez que lo deshacía decía "Fer i desfer, la faena del matalafer".

Os cuento que mi abuela era una excelente narradora, siempre conseguía el cambio, la inspiración y la acción. Con la intención de que yo olvidara que ella estaba deshaciendo el trabajo de media tarde empezaba a contarme cosas. Aquella tarde me contaba que antiguamente y hasta los años 60, en que aparecieron los colchones de materiales sintéticos, hubo una profesión muy apreciada que se llamaba "el matalafer" o el colchonero en castellano.

En la época de mi iaia los colchones eran de lana, y debido a su continuo uso la lana se apelmazaba formando nudos que molestaban en la espalda. Generalmente dos veces al año venia el matalafer, descosía el colchón, extendía la lana en un trozo de tela en el suelo y con dos varas largas vareaba la lana hasta deshacer los nudos y dejarla lisa, suave, esponjosa y lista para dormir como los ángeles.

El matalafer acudía allí donde lo llamaban con unas herramientas muy simples y fáciles de transportar, además de las agujas, tijeras, carboncillos de marcar y los demás útiles de costura llevaba dos palos de fresno de metro y medio, encorvadas en ángulo recto por el extremo más delgado. Las varas eran de fresno porque era necesario que no tuvieran nudos ni asperezas donde se pudiera enganchar la lana. Hubo una época que la tala del fresno estuvo protegida porque eran tantos los matalafers que el árbol empezaba a escasear. Actualmente muchas zonas de Valencia se están repoblando con este árbol mágico, por ejemplo, la Avenida de Francia.

Pues bien, aquí queda reflejado, esta era la faena del colchonero, hacer y deshacer, como yo con mi labor. Quizás os preguntéis por qué me vino a la cabeza esta historia mientras Jose Manuel contaba las propiedades del fresno. La respuesta es que el fresno me parece un árbol imponente, de corteza gris pálida, liso y sin nudos, es capaz de resistir grandes fríos y soporta muy bien la humedad, por eso se encuentra casi siempre en la umbría. Es muy usado en cestería, también se usa como leña ya que arde muy bien, tanto seco como húmedo, se usa también como forraje para el ganado y dicen que aleja los rayos en caso de tormenta. Su madera es muy apreciada para hacer remos y es un árbol muy adorado por los celtas ya que le atribuían propiedades mágicas. Dicen que si ves un Roble un Fresno y un espino cerca siempre habrá un hada. No sé que más contaros pero para mí es un árbol mágico, resistente, imponente y protagonista de muchas leyendas finlandesas.


miércoles, 30 de septiembre de 2015

Mis inicios con GTD, primer paso: vaciar la cabeza de ideas

Hoy voy a hablaros de una nueva experiencia, hoy, voy a contaros mi primer paso con la nueva técnica de productividad personal Getting Things Done, en adelante GTD. El profesor en el curso nos explicó la importancia de vaciar la cabeza, apuntar todas aquellas cosas que tienes que hacer e ideas que se te vayan ocurriendo en una hoja en papel o en una nota digital, si ya le ganaste la batalla al papel.

Si lo piensas, es una cosa obvia, como casi todas las cosas que vimos en el curso pero que nunca ponemos en marcha por falta de tiempo. Aquello que te contaba el otro día de que a nuestro cerebro le gusta ahorrar energía y por ello seguir haciendo las cosas como siempre, según el patrón aprendido, siguiendo sus rutinas y ello aunque hayas constatado una y otra vez que esa acción concreta no da los resultados esperados. A pesar de ello, seguimos confiando en que haciendo lo mismo algún día el resultado será diferente. 

Reflexionemos, ¿Por qué creéis que es necesario vaciar la cabeza? La respuesta es simple, la memoria a corto plazo es capaz de retener, como máximo un 10% de todo lo que pensamos y como yo te preguntarás, vale Rosa, sólo recordamos un 10% de las cosas, pero ¿Cuáles son las que retenemos?. Nos acordamos, de lo más reciente, de las cosas que te hacen mucha ilusión y en las que concentras tu foco de atención, aquellas que nos hacen fluir y con las que disfrutamos y aquellas que cada día nos llaman para recordarnos si nos acordamos de que algún día dijimos.... uffff, me da terror esta frase, las cosas que dijimos, a los 10 minutos ya no me acuerdo.

Si no vacías tu cabeza y apuntas todo, absolutamente todo, lo que tienes que hacer, pueden pasar dos cosas. La primera es que te olvides de tus objetivos y te dediques exclusivamente a hacer las cosas que tienes en tu memoria a corto plazo para que no se te olviden y entonces te dedicas a apagar fuegos y nunca avanzas en lo realmente importante, en aquello que de verdad te importa.

¿Sabes cuál es la segunda cosa que puede pasar? Imagina que te pones a redactar un propuesta de proyecto de investigación importante, en la que tienes puesta toda tu pasión, estas pensando en las energías renovables, en las piezas que necesitas para construir el prototipo, en el personal que participará, en el presupuesto y de repente, chas!!!, tu cerebro te dice "Rosa, acuérdate que tienes que comprar vino", y paras, te detienes, reflexionas y sin apuntarlo, te dices a ti misma, "Vale tranquila, cuando acabe esto tan emocionante iré a comprarlo" y sigues trabajando pero tu cerebro tiene una lucecita roja que dice "comprar vino, comprar vino, comprar vino..." y no se calla, intentas trabajar en el proyecto pero tienes dos cosas en la cabeza, el proyecto y el vino, y ya sabéis... la multitarea no es productiva. En definitiva, dejas tu proyecto porque ves que no avanzas y te marchas a comprar el vino.

La paradoja está en que cuando la apuntas, como nunca has trabajado así, tu cerebro al principio sigue sin callarse, no te cree, y sigue con su cantaleta hasta que te ganes su confianza porque como ya he dicho muchas veces la confianza se promueve y se genera, hasta contigo mismo.

Así que, yo ya he vaciado mi cabeza, he dado el primer paso, ¿te animas a hacer lo mismo?

Te espero en el próximo post con el segundo paso

domingo, 27 de septiembre de 2015

Productividad personal con GTD

Hoy quería contaros que, esta semana, dentro del plan de formación de la empresa, he tenido la gran suerte de asistir a un curso de productividad personal impartido por uno de los grandes maestros en esta disciplina.

Esta disciplina empezó a implementarse en el año 1983 cuando David Allen impartió una conferencia a grandes directivos, mucho ha llovido desde entonces y son muchos los profesionales que se dedican a escribir o impartir conferencias sobre este revolucionario método.

Siempre me han interesado mucho estos temas. Hace algún tiempo, por casualidad, conocí a Beto Pena y adquirí uno de sus grandes libros sobre productividad. Siempre que puedo leo su página Web, Thinkwasabi, ya que tiene entradas muy útiles en temas de productividad y organización. Son cosas que parecen muy lógicas, obvias pero como son tan obvias nunca las pones en marcha. Es algo así como aprender a nadar leyendo un libro, es todo muy obvio pero por mucho que leas sobre la materia,  estoy segura que la primera vez que te metas en la playa te hundes o al menos tragas un poquito de agua.

Pues bien, leí el libro de Berto Pena y a pesar de que después de cada capítulo hay una pequeña reflexión y algunos ejercicios para que puedas comenzar a aplicar el método, el libro se quedó en la estantería y nunca los llegué a aplicar. Como os he dicho otras veces, cambiar de rutinas y hábitos me cuesta mucho, mi cerebro inconsciente está muy posicionado y me cuesta hacerlo desistir.

Me ofrecieron el curso en el plan de formación de la empresa y decidí que era una señal del destino para que al fin, lo pusiera en práctica. A partir de hoy, empiezo. Estoy motivada, convencida y tengo un compromiso conmigo misma. Decidir empezar es el primer paso para llegar todo lo lejos que uno quiera, así que estoy muy orgullosa de haber tomado la decisión.

Por si alguien no lo sabe, GTD son las siglas de Getting Things Done, y es el título de un libro del autor David Allen. Este libro se basa en el principio de que si eres capaz de organizar toda la información en un mismo lugar y planificarla con tiempo, finalmente lograrás hacer las tareas necesarias para conseguir el objetivo. Claro que sin olvidarnos de la importancia de revisar, periódicamente. Uno de los mayores bloqueos mentales se produce en la planificación y por ello nunca llegamos a la acción.

El sistema GTD funciona con listas de tareas que vamos gestionando, categorizadas por contexto, personas o prioridad y el objetivo final es realizar todas las tareas necesarias para cumplir nuestro objetivo en el mínimo tiempo posible y utilizando sólo los recursos necesarios. La teoría es bastante sencilla, pero, ya os diré como funciona en mi práctica.

En el curso el profesor nos indicó que para tener todo en orden tiene que haber una  armonía entre los objetivos y el control. Es decir, debía haber un equilibrio entre donde me dirijo y las acciones que tengo que hacer para poder controlar la situación. Ahora bien, llegados a este punto nos planteó ¿Qué creéis que es más importante, hacía dónde vamos o el control de la situación? Como imaginaréis en clase hubo comentarios de todo tipo. Yo siempre hubiera dicho que la dirección, los objetivos, es lo más importante porque si no sabes donde vas nunca llegarás a ningún sitio, como dijo Alicia. Pues bien, el profesor me desmonto la teoría en tan sólo dos segundos, nos puso una imagen del Titanic en pleno hundimiento y nos dijo: "¿Qué creéis que es ahora lo importante, poner rumbo a su destino o controlar la situación? Creo que la imagen lo dejó muy claro, el método tiene dos ejes, la perspectiva y el control, si tu elección es comenzar ahora, es más fácil comenzar por el control, por las acciones concretas y dejar la perspectiva (los objetivos) para cuando tengas un cierto control de lo que tienes pendiente. En próximos posts os contare paso a paso como lo he puesto en marcha y os daré mi impresión. Ya os contaré mi experiencia.

Agradezco la oportunidad que he tenido de asistir a estas clases y conocer a un gran profesional en esta materia.

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miércoles, 23 de septiembre de 2015

Sobre Alicia en el país de las maravillas

Hoy me levanté con deseos de hablaros sobre la primera de escena de la película "Alicia en el país de las Maravillas", película que se estrenó en 1951 y de la que, desde entonces, han hecho ediciones de lo más variadas. Como os he contado otras veces, es uno de mis libros favoritos, de esos que, cada vez que lo lees encuentras algo en lo que antes no habías parado tu atención.

La idea de hablar sobre Alicia me vino después de una llamada de teléfono, colgué y, como otras veces hago, reflexiono, intento recordar la conversación y anoto ideas o cosas que me han parecido interesantes y que quizás me puedan servir para desarrollar algo en un futuro. En este punto, añadiré, que después de hacer el curso de productividad con GTD, del que os hablaré pronto, creo que uno de los primeros hábitos que voy a instaurar es apuntar todo lo que se me ocurra para vaciar mi cabeza y quitar ruidos cuando estoy haciendo otras cosas. Como decía el profesor, al principio tu mente inconsciente no se fía de que tan sólo apuntándolo lo vayas hacer y continuamente te envía recordatorios, pero, si promueves y generas la confianza, al final tu cerebro inconsciente confiará en ti y dejará de darte avisos.

Llegados a este punto, me gustaría contaros que el tema del cerebro inconsciente es otro tema que me apasiona, según estudios científicos, sólo un 13% de nuestro cerebro cerebro es consciente y un 87% es cerebro inconsciente, es decir, la mayor parte de las acciones las procesamos sin casi pensar, las automatizamos.  Aquí, en el saco de la mente inconsciente , entran los procesos vitales como respirar, o hacer la digestión, pero también, los patrones de conducta heredados, las creencias limitantes, los prejuicios.

Para no hacer muy larga esta entrada continuaré con el tema de hoy, que como os he dicho, consistirá en comentar la primera escena de la película de Alicia en el país de las maravillas. 

En mi opinión, lo más interesante es la escena en que aparece Alicia, encaramada a un árbol, jugando con su gato Dana . La hermana de Alicia, en un plano distinto, está intentando explicarle a Alicia la historia de España. Después de ponernos en contexto, me gustaría que leyerais el diálogo para poder desglosarlo después.

  • Narrador: Erase una vez en el día de verano caliente de oro en Londres, una niña llamada Alicia se sentó encaramado en un árbol escuchando a su hermana mayor lectura en voz alta un libro de historia. De hecho, estaba tejiendo una cadena para su gato, Dana que estaba acurrucada a su lado en la rama baja resistente.
  • Hermana de Alicia(Leyendo un libro de historia) "... La Niña, La Pinta y La Santa María, y tras una navegación de dos meses por mares desconocidos en la gloriosa mañana de un 12 de octubre, descubrió el Nuevo Mundo, Cristóbal Colón, este acontecimiento conmovió profundamente a Europa, dando a Colón la glo..." Alicia.
(La cámara se aleja mostrando a Alicia jugando con Diana en el árbol haciendo una corona de margaritas)
  • Alicia: Mmmh... te estoy oyendo.
  • Hermana de Alicia: "Dando a Colón la gloria de su inmortal hazaña que fue premiada con largueza por la Corona de España, los reyes católicos ri..."
(Alicia ríe como sus margaritas caen sobre el rostro de su hermana)
  • Hermana de Alicia: Alicia. ¿Quieres poner atención a tu clase de historia?
  • Alicia: Ah, ¡que aburrido! ¿Cómo puedo atención sí ese libro no tiene dibujos?
  • Hermana de Alicia: Pero que ocurrencia. Los mejores libros que hay en este mundo no tienen dibujos.
  • Alicia: En este mundo, puede ser, pero en mi mundo, los libros tendrían puros dibujos.
  • Hermana de Alicia: ¿ mundo? ¡Ha! Qué tontería. Sigamos.
  • Alicia: ¿Tonterías?
  • Hermana de Alicia: Escucha.
  • Alicia(A su gato) Eso, tonterías, Dana. Sí yo hiciera mi mundo todo sería un disparate. Porque todo sería lo que no es. Y entonces al revés, lo que es, no sería y lo que no podría ser si sería. ¿Entiendes?


Pues bien, el objetivo de esta escena es que Alicia aprenda historia, pero la hermana de Alicia lo ha cambiado un poco, adaptándolo a su visión, para ella, el objetivo es que Alicia aprenda historia a su manera, como ella quiere, como le han enseñado a ella y por ello piensa, y está segura, que esta es la única manera de enseñar. 

Tenemos claro el objetivo, pero Alicia se aburre, se aburre porque es una niña imaginativa, creativa, soñadora y necesita otra clase de estímulos, necesita dibujos y dice "no puedo prestar atención porque ese libro no tiene dibujos". Esa es su realidad, es lo que Alicia siente, es su visión del mundo y así se lo expone a su hermana.

Hasta aquí el proceso de comunicación parece sencillo, lo que tocaría es un acercamiento de posturas, pero, su hermana, que tiene un patrón de conducta, unas creencias, unos prejuicios y que no los cuestiona ni lo más mínimo, dice: "Pero que ocurrencia. Los mejores libros que hay en este mundo no tienen dibujos." Como vemos, no acepta otra realidad diferente a la suya, no es flexible, no acepta lo que los demás opinan y categoriza, generaliza y afirma rotundamente que Alicia no está en lo cierto.

Alicia ha encontrado un problema de comunicación, pero, en lugar de parar y darse por vencida, sigue insistiendo y dice: "En este mundo, puede ser, pero en mi mundo, los libros tendrían puros dibujos.", Alicia intenta que su hermana se de cuenta de que ambas están en un plano de comunicación distinto, que no está habiendo comunicación entre ellas. A lo que la hermana responde " mundo? ¡Ha! Qué tontería. Sigamos." Es decir, vuelve a negar que pueda haber algo en el mundo distinto de lo que ella conoce y sigue con sus patrones de conducta.

En realidad, lo que quería contaros es que comunicarse es fácil si hay un mínimo de voluntad entre las dos partes. No habría problemas si fuéramos abiertos, flexibles, tuviéramos amplitud de miras y escucháramos la opinión de los demás, cuestionándonos, a veces, la nuestra.  En esta magnífica historia vemos desde que se inicia la película que ambas hermanas están en planos de comunicación distintos,  incluso físicamente, una está encima del árbol y la otra debajo, asimismo, Alicia es creativa, soñadora, ingeniosa, flexible y la hermana rígida, con unas estructuras fijas y que muestra que no tiene voluntad de cambiar porque desecha cualquier realidad que no sea la suya.

Os diré que todo esto lo pensé ayer, después de una llamada, pensé en ella, la analicé y me di cuenta de que me habían hecho una propuesta de mejora y lejos de aceptarla, sin pensar en ella, automáticamente , mi mente inconsciente la había desechado, quizás porque no era lo que yo pensaba, o quizás porque yo lo veía desde otro punto de vista. No sé cual fue la razón y pero, lo fácil fue negarlo, decir que no, ya sabéis, por algo es la primera palabra que aprenden los niños.






domingo, 20 de septiembre de 2015

¿Sabes de donde proviene el término imaginar? La imaginación y la creatividad.

Foto: medioseriomedioenbroma.wordpress
Hace unos días recibí un correo electrónico para participar en una encuesta en qué me preguntaban cuál era el libro que había cambiado mi vida y qué me había enseñado. Mientras lo imaginaba y preparaba mi respuesta, leí las reseñas de algunos participantes que habían publicado su respuesta y descubrí que los libros que más se repetían eran "El elemento" y "Encuentra tu elemento" del autor Sir Ken Robinson. Como podéis imaginar estos libros se encuentran ya en mi lista de libros pendientes pero para ir abriendo boca indagué sobre el autor en Internet y encontré algunas conferencias de Tedx que me cautivaron.

¿Os apetece conocerlo? Sir Ken Robinson hace que en sus conferencias participe el público, le gusta hacer preguntas para que los asistentes levanten la mano y se impliquen. Como podéis imaginar las preguntas son de los más interesantes y tienen un objetivo determinado. En una de las conferencias pregunta quienes de entre los presentes en la sala se consideran creativos y les da una escala del 1 al 10 para puntuarse. Es muy curioso que la mayoría de la sala se puntuó con un 6. Luego pregunta quienes de la sala se consideran inteligentes y la mayoría se vuelve a puntuar con un con una nota media y finalmente pregunta cuántos coincidieron en la puntuación de la creatividad y la inteligencia y lo curioso es que muy poca gente coincide.

Es curioso porque tendemos a pensar que sólo son creativos los artistas y que ser inteligente es dominar una materia en el sentido académico, desvinculamos la inteligencia de la creatividad cuando todos sabemos que están íntimamente ligados.

Según Sir Ken Robinson todos nacemos con el kit de la creatividad pero la educación estandarizada se encarga de desactivarlo. Imaginar viene del término "Imago", que significa imagen en latín. Imaginar nos permite crear una representación de la realidad en nuestro cerebro y la única diferencia con la creatividad es que para crear hay que actuar. La creatividad son ideas nuevas que, aplicadas, dan un resultado valioso. ¿Os suena la definición? Si, así es, es la misma que la de la innovación, sólo que la innovación hay que llevarla al mercado.

En resumen, la táctica que Sir Ken Robinson propone en su libro es "encontrar tu elemento", es decir, descubrir cuál es tu pasión, qué te hace sentir cómo pez en el agua, qué te hace fluir y perder el sentido del tiempo. El elemento es algo que comprendes y que te apasiona y si a ello le añadimos disciplina o perseverancia y no tener miedo al riesgo, surge nuestra faceta más creativa. Nuestra creatividad surge cuando no tenemos miedo de la diversidad, cuando la aceptamos y nuestro cerebro no está focalizado en el miedo sino que esta disperso, intentado de encontrar la relación entre todas las cosas nuevas que surgen en nuestra vida.

En resumen, ser creativo es una forma de ser, de estar y de vivir. ¿Ya sabes cuál es tu elemento? Si no lo has descubierto aún, sólo tienes que probar una y otra vez hasta que lo encuentres. ¿Te atreves?


miércoles, 16 de septiembre de 2015

Al final todo sale bien y si no acaba bien es que aún no es el final

Hace unos días vi la película "El exótico hotel Marigold" y me encantó la siguiente frase: "Al final todo sale bien y si no acaba bien, es que no es el final". Nunca había pensado en su significado, pero, es una verdad indiscutible. En mi opinión, nada está perdido, por muy mal que vayan las cosas en este momento hay que confiar en la vida, hacer un acto de fe y tener la seguridad de que al final todo saldrá bien. No olvidemos que nuestros pensamientos marcan la acción y la acción es lo que produce los resultados, si creo que es posible mis acciones irán encaminadas a conseguirlo y si creo que es imposible, también.

En realidad estamos hablando de superar el miedo al cambio y a la transformación. Todos tenemos miedo al cambio, aunque unos más que otros, y tiene su razón en una cuestión de supervivencia. Eso es, aunque te parezca extraño, es una cuestión de supervivencia. Cuando nacemos y a lo largo de nuestra vida vamos aprendiendo patrones de comportamiento, estos patrones los incorporamos desde nuestras figuras de referencia y al final los convertimos en rutinas.

Una rutina es fácil de ejecutar, lo hacemos con el modo piloto automático encendido y casi sin pensar, no consumimos energía, es algo innato. Cuando se trata de cambiar nuestras rutinas tenemos que poner en marcha otro patrón de comportamiento, tenemos que pensar y poner en marcha nuestra corteza prefrontal para ejecutar nuestros pensamientos. Al poner en marcha la corteza prefontral consumimos muchísima energía y nuestro cerebro lo ve como una amenaza, pasa del ahorro de energía a un gasto excesivo y activa nuestra faceta de resistencia al cambio. ¿Por qué tenemos que cambiar algo que durante mucho tiempo ha dado resultados, aunque sean resultados mediocres?. Así es, nuestro cerebro se opone y se nos vienen a la mente los más oscuros pensamientos de desastre.

Según las investigaciones realizadas en la Fundación "Mental Health" en Liverpool, ofuscarnos en pensamientos negativos hace que se se active en nuestro cerebro la búsqueda de nuevos pensamientos negativos produciéndose una espiral imparable, lo que nos conduce a la ansiedad y la depresión.

En definitiva, si queremos avanzar, si queremos dirigirnos hacía nuestros objetivos, cuando un cambio se produzca en nuestra vida, hay que evitar etiquetarlo, y, sobretodo, enfocarse en la parte positiva del cambio, aquello que enfocas es lo que ves. Mi aptitud ante el cambio y mi forma de comportarme marcarán la diferencia. No puedo cambiar las circunstancias externas pero si puedo cambiar mi aptitud frente a ellas y vivir desde el desapego.

Para acabar, os recomiendo que veáis la película ya que, en mi opinión, es una fuente de alegría, optimismo e ilusión.


jueves, 10 de septiembre de 2015

Lograr metas y seguir creciendo

Hola a todos,

En primer lugar, agradeceros todas las muestras de cariño que me habéis dedicado en un día tan especial y que me han hecho sentir en el paraíso. Gracias a todos los que me habéis acompañado personalmente y aquellos que desde México, Colombia, Venezuela, Argentina y Perú (creo que no me dejo a nadie ;D) me han enviado sus mejores deseos.

Hoy he comprendido que la vida es disfrutar de cada pequeño detalle que nos regala el día a día, de esas llamadas inagotables para algunos, pero que, a mí, me gustaría que se prologaran más, de esos correos tan plagados de buenas intenciones y de los whatsapp, cortos, sencillos pero verdaderamente enternecedores; A buen entendedor pocas palabras bastan.

Aprovecho para deciros que este año he disfrutado mucho. Ha sido un buen año para mí, afortunadamente, casi todos los objetivos que me había propuesto van en marcha, aunque falta el más ambicioso pero no creáis que estoy parada, ya estoy pensando en como llevarlo a la práctica. Os sorprenderé, pronto. Una de las cosas que tengo previstas es emprender y escribir un libro. Empecé con un capítulo, que ya está publicado y otro,  que casi lo está, pero ahora, voy a por el libro entero, así que temblad, porque tendréis que leerlo, o eso espero.

También he aprendido que los objetivos se pueden modificar, eliminar, añadir o transformar, por ello, cada vez voy más tranquila y si las cosas no salen como había previsto, no me quejo porque , ya sabéis que me gustan los derivados del latín, y he aprendido que la palabra quejar viene del latín "Quassare" que significa golpear, sacudir, y así es, mientras nos quejamos, nos golpeamos a nosotros mismos, nos boicoteamos en una espiral de pensamientos negativos (que por si no lo sabéis se atraen)  y perdemos la oportunidad de ver el otro lado de las cosas.

Gracias a mis compañeros de trabajo, Amparo, Xus, Carol, Concha, Isabel, Manuela, Carmen... que me apoyan siempre y hacen que trabajar sea emocionante. Agradezco también a aquellos que vienen a verme de vez en cuando y confían en mí, aunque yo esté en el séptimo mundo o más allá.

En fin, os cuento que ha sido un día maravilloso y que espero que el próximo año pueda contaros que ya escribí el libro y mucho más.



martes, 8 de septiembre de 2015

Las iglesias gemelas de la plaza Gendarmenmarkt (Berlín)

Foto extraída de la wikipedia
En mi viaje a Berlín quedé prendada de la Plaza Gendarmenmarkt, me pareció increíblemente hermosa, creo que es una de las plazas más hermosas que jamás he visto. Además de ser una plaza enorme, muy bien ubicada y muy bien distribuida me pareció muy curiosa su historia.

La plaza fue construida en 1685 por Federico I, Rey de Prusia, con la intención de hacer un ensanche en la ciudad de Berlín. La plaza fue configurada inicialmente como un mercado pero poco después cambió su finalidad. Hasta 1683 estuvo instalado en este plaza el Regimiento Gens d'armes, de aquí el nombre, que ha ido cambiando de nombre a lo largo de la historia hasta volver a su nombre inicial actualmente.

La historia de esta plaza se remonta a la firma el Edicto de Fointanebleu en Francia. En virtud de este edicto se revoca el edicto de Nantes y se prohibe, en Francia,  cualquier religión que no sea la católica.  Asimismo se decreta el cierre de las escuelas protestantes y de los colegios de los hugonotes. 

En este mismo año y como consecuencia de una política de repoblación de Berlín, se dicta el Edicto de Postdam. Este decreto establece que Berlín acogerá a todos los franceses exiliados por motivos religiosos, y además le otorgará algunos privilegios: les eximirá del pago de impuestos en aduanas por lo bienes que traigan, les darán ayudas para construir viviendas, les cederán algunas tierras de cultivo y los declararán ciudadanos con plenos derechos. 

Cientos de hugonotes se dirigen a Berlín para conservar allí sus costumbres y evitar ser perseguidos por motivos religiosos, pero además, también llegan atraídos por estas ayudas, judíos de Viena y Protestantes de Salzburgo. Para materializar lo publicado en este decreto  Federico I manda construir dos iglesias exactamente  iguales en el plaza de Gendarmenmarkt. En la zona norte la iglesia de los hugonotes franceses y la zona sur la iglesia de los luteranos alemanes.

En medio de las dos iglesias se construyó la sede de la Orquesta Sinfónica de Berlín. El resultado de la plaza es espectacular.  Actualmente las dos iglesias son dos museos y la vida a su alrededor es muy activa culturalmente hablando.

Si vas a Berlín, no puedes dejar de visitarla y disfrutarás de una de las plazas más encantadoras.

sábado, 5 de septiembre de 2015

La Madonna de Stalingrado (Berlín)

Hola a todos, 
Después de estas mini vacaciones, retorno con más historias. Hoy quería contaros que este verano fui a visitar Berlín y pase allí algunos días, me gustaron muchísimos museos y monumentos que os contaré a lo largo de estas semanas. Hoy os voy a contar una historia de que realmente disfruté, se trata de la bonita historia de la Madonna de Stanligrado, os tengo que confesar que me la contaron en inglés y que, tiendo a inventar cosas cuando no las entiendo, así que podría ser que alguna parte de la historia fuera fruto de mi imaginación, aunque en principio creo que no.

Kurt Reuber, su autor, nació en 1906 en Kassel (Alemania), estudió teología y fue pastor de su iglesia. Cuando estaba estudiando teología se dio cuenta de que cuerpo y alma formaban un todo armónico y que, quizás, podría ayudar más a sus feligreses si además de darles remedios para alma podía también darle soluciones para sanar el cuerpo, así las cosas estudió medicina y en sus ratos libres, como afición, aprendió pintura.

Kurt Reuber fue enviado en el sexto ejército alemán a una de las batallas más sangrientas de la Segunda Guerra Mundial, la batalla de Stanligrado, una ciudad a orillas del río Volga. En noviembre de 1942 más de 20.000 hombres se desplazaron a luchar a esta gran batalla. El ejército Rojo se desplegó por todos los flancos, evitando el avance del ejército alemán. Las temperaturas bajaron drásticamente, el sexto ejército no estaba preparado para estas temperaturas tan bajas, no disponían de material. A esto, hay que añadir, que se les acabó la comida y pidieron permiso para regresar. Las órdenes que recibieron fueron que se quedaran allí ya que, en breve, les iban a enviar refuerzos y víveres. Los refuerzos no llegaron nunca y aunque tiraron los víveres desde avionetas no todo lo enviado llegó a su destino.

Kurt se dio cuenta de que estaban muriendo muchos soldados y que sus conocimientos de médico no podían hacer mucho por remediarlo pero quizás sus conocimientos de Teología si podían ayudar. Era 24 de diciembre, y así las cosas, después de visitar a los heridos, llegó a su barracón, se acordó de su mujer, de su comunidad de feligreses y pensó "es Navidad para todos hagamos hoy algo distinto”. Sacó un mapa de Rusia que tenía plegado en su mochila y un pedacito de carbón que cogió de la candela y se puso a dibujar. 

Era 24 de diciembre de 1942, día de Nochebuena, así que dibujó unos trazos negros sobre el reverso del mapa y le fue dando forma. Después de cierto tiempo bosquejó la imagen de la Virgen María, con el niño en brazos, al que abriga con mucho cariño con su manto. Alrededor escribió las palabras "1942: Navidad en el cerco, luz, paz y amor. Fuerte de Stalingrado".

Terminó su magnificó dibujo, lo colgó en la pared y encendió una vela. Este pequeño hecho creó un clima de amor, confianza y fe e hizo que el día de Navidad fuera completamente diferente a otros días. Gracias a este pequeño cambio, aquel día, en aquel fuerte,  se compartieron, canciones, comida, música, fe y esperanza.

La batalla de Stalingrado terminó el 02 de febrero de 1943. Kurt Reuber y la mayoría de los soldados fueron tomados como prisioneros por el ejército soviético pero, antes de ser tomado prisionero, Kurt le dio la imagen dibujada a un compañero junto con una carta que quería hacer llegar a su familia, en la carta escribió "Madre e Hijo están inclinados el uno hacia el otro, envueltos en un gran manto, que protege a ambos. Me vinieron a la mente las palabras de San Juan: Luz, Vida, Amor”.

El 20 de enero de 1944 murió en el campo de Yelabuga (Rusia).

La imagen se encuentra en la iglesia Kaiser Wilhelm Memoria (Berlín) desde 1983. Esta iglesia es preciosa, me encantó, fue bombardeada en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial y su reconstrucción se hizo de manera parcial para recordar los efectos de la Guerra y la destrucción. Os hablaré de ella en otro post porque bien lo merece.

Hoy quería señalar, como, cambiar una sola cosa, un pequeño cambio de pensamiento y de actitud, pudo cambiar un clima de tensión por uno de calidez y fe y hacer que durante un día olvidaran la guerra y el dolor.


miércoles, 29 de julio de 2015

La incertidumbre y su relación con la necesidad de control

Si, así es, cada vez la vida pasa más rápido, queremos hacer muchas cosas a la vez y no disponemos de tiempo para saborear cada uno de nuestros momentos y logros. Nos cuesta hacer una sola cosa y terminarla antes de empezar otra. Ir cerrando ventanas es algo que nos preocupa, que nos proponemos pero que no podemos ejecutar, así las cosas, estamos trabajando en el ordenador y tenemos todas las ventanas posibles abiertas hasta que no sabes que estabas haciendo y empiezas a cerrar todas aquellas que no necesitas. La organización es muy importante para ser efectivo, y no solo en el trabajo, sino para desarrollar cualquier proyecto de vida. El orden es esencial.

En general, tenemos la necesidad de entender el mundo que nos rodea, percibiendo un cierto control sobre el mismo. Nos gusta prever las cosas con tiempo y la incertidumbre de lo que nos sucederá nos genera ansiedad. El tiempo pasa de un modo vertiginoso y a causa de ello sentimos que no tenemos el control sobre lo que nos sucede, que no podemos influir en las situaciones externas, que no podemos conseguir aquello que nos habíamos propuesto.

Un cierto control sobre lo que nos sucede es bueno y suele estar asociado con las conductas de logro como la elección de metas más difíciles, expectativas de resultados más elevadas y una mayor persistencia en las tareas complicadas. De esta forma, sabemos que tener un cierto control es bueno pero cuando el control se vuelve obsesivo reduce nuestros niveles de felicidad y generan ira, ansiedad y frustración. ¿Cuál es el nivel óptimo de control? Llega un punto en que la curva desciende y un control mayor causa molestias.

Las investigadoras Ellen Langer y Judith Rodin hicieron un estudio en una residencia de ancianos. Para este estudio cogieron dos grupos de ancianos. La diferencia entre los dos grupos fue que al primer grupo le daban la opción de elegir. Elegían el menú, las películas querían ver cada noche, además, tenían la posibilidad de elección de los juegos que se llevarían a cabo, podían elegir que tipo de planta querían tener en su habitación e incluso cuidarla. Al segundo grupo, no le permitieron ninguna elección. Les daba el menú que la cuidadora había elegido previamente, tenían una planta en su habitación, dicha planta había sido puesto allí, sin previa consulta y no la cuidaban ellos. la programación de cine estaba prediseñada y ellos sólo era informados de la película que querían ver. Después de un cierto tiempo bajo estás rutinas, las investigadoras observaron que la posibilidad de elección y la plena conciencia no sólo mejoraba la salud física y psicológica de los ancianos sino que además alargaba la vida.

En definitiva, y como desarrollaré en otro post, tener control sobre lo que nos sucede y planificar todas nuestras acciones puede ser bueno pero, si el control aumenta, y es excesivo lo único que sucede es que nos preocupamos, nos irritamos ante cualquier situación que se aleje de nuestras previsiones, tenemos tendencia al catastrofismo, poca tolerancia a la frustración y una excesiva autocrítica que nos impide avanzar.