"TÁCTICA es lo que se hace cuando hay algo que hacer, ESTRATEGIA es lo que se hace cuando no hay nada que hacer"
Savielly Tartakover

domingo, 17 de junio de 2018

Autopercepción y toma de decisiones

Emily Pronin, investigadora de Princenton, concluyó su investigación afirmando que la forma en que nos vemos a nosotros mismos está distorsionada. Tenemos una ilusión de introspección que pocas veces coincide con la realidad. Estamos educados para enmascarar nuestros propios sesgos, nuestra visión se ve afectada por algunos procesos inconscientes de modo que las personas más cercanas nos conocen mejor que nosotros mismos. 

Me gusta reflexionar sobre este tema porque sabéis que me encanta el lenguaje no verbal, y que, según investigaciones el lenguaje no verbal representa un 97% del proceso de comunicación. No  nos conocemos bien porque no vemos nuestros propios ojos que tantas emociones y sentimientos expresan, así es, si los ojos parpadean continuamente expresan síntomas de estrés o si la posición del cuerpo está caída nos indica que algo nos pesa y que nos sentimos abatidos.

Nuestra tendencia al autoengaño previene del deseo de impresionar a los demás, en un ensayo le dijeron a un grupo de personas que si ponían el cursor en un determinada posición de forma rápida significaba que tenía un inteligencia más alta que la media. Casi todos los individuos tenían muy buenos ratios en mover el cursor. Esto es así porque la propia visión que tenemos de nosotros mismos influye en nuestro comportamiento produciéndose el fenómeno de la profecía autocumplida.

En el estudio se confirmó que si vemos una de nuestras características como mutable nos inclinamos a trabajar más en ella para desarrollarla, en cambio si la consideramos inmutable no haremos nada por cambiarla, cómo veis, el cambio depende de nuestra percepción.

En general tendemos a ver nuestra personalidad como estática porque nos ofrece seguridad. La imagen que creamos de nosotros es como un refugio seguro en un mundo en constante cambio (yo soy así). Según los investigadores el autoconocimiento es complicado porque estamos en un proceso continuo de adaptación al cambio.

En definitiva, nos resulta complicado conocernos por los procesos inconscientes que se desarrollan en nosotros, juega el sesgo de vernos de una determinado forma y al vernos así actuamos en consecuencia por lo que se produce la profecía autocumplida, ¿Y tú, cómo te ves? ¿Crees que te conoces?

Te ánimo a confeccionar tu tablón de visión o tablón de los sueños, como le llaman algunos, para que te sirva de orientación en tu visión y a diseñar los próximos pasos para alcanzarla.


jueves, 7 de junio de 2018

Máximiza el pensamiento lateral y creativo

Hola a todos,
Hoy quería contaros que esta semanas estoy asistiendo a un curso de formación que me está haciendo replantearme algunas de mis bases de pensamiento, como sabéis me gustan mucho los cambios y experimentar cosas nuevas así que, este nuevo planteamiento, me está dando una oportunidad para innovar  y cambiar algunos hábitos que se habían vuelto automáticos.

El curso lo está impartiendo un entrenador del cambio que se llama Faus y que nos habla del conocimiento desde su experiencia. Esta semana nos ha hablado del libro "6 sombreros para pensar" de Edward De Bono y os lo voy a contar porque considero que es una herramienta poderosa de autoconocimiento, uno de los pilares de todo tipo de crecimiento.

La teoría de los 6 sombreros nos ayuda a maximizar nuestro pensamiento lateral y creativo y a simplificar nuestra método o proceso para alcanzar una decisión óptima y, de esta forma, sistematizar un proceso que nos guía a la mejor elección. Ya sabéis que soy amiga del minimalismo en todas las facetas de la vida y de la sistematización como modelo para evitar errores, así que esta idea me viene como anillo al dedo.

Edward de Bono clasifica la forma de observar la realidad de 6 formas diferentes y cada una de estas formas la identifica con un sombrero y con un color. Los sombreros que el autor describe son los siguientes:

El sombrero blanco, representa la neutralidad, lo objetivo, nuestra energía se centra en analizar hechos objetivos y comprobables para, de esta forma, manejar la información de una forma eficiente.

El sombrero rojo representa la pasión, los sentimientos, los aspectos menos racionales del pensamiento. Es el contraste a la frialdad, lo cercano, lo visceral, lo intuitivo... Las emociones ejercen un papel fundamental en la toma de decisiones y nos ayudan a apreciar la parte intuitiva de nuestro pensamiento aunque a veces no nos demos ni cuenta.

El sombrero negro representa la oscuridad y la negatividad. Nos ayuda a colocarnos en el peor escenario posible y contemplar todas las posibilidades desde esta óptica. Nos ayuda a ser precavidos. Implica juicio.

El sombrero amarillo representa los rayos de sol, la luz, el optimismo, la fe. Nos ayuda a pensar en el mejor escenario posible y a visualizar sus resultados de forma satisfactoria. Se relaciona con la eficacia porque normalmente nos sirve para detectar oportunidades.

El sombrero verde representa la naturaleza y la creatividad. Creatividad deriva de la palabra crear y creamos con humildad que deriva de hummus que quiere decir tierra fértil. El verde nos ayuda a ser creativos y a desarrollar el pensamiento lateral en tierra preparada para la ocasión.

El sombrero azul representa la calma, el océano, la organización, la sistematización,  la visión global y estratégica. El sombrero azul nos hace ser metodológicos en nuestras decisiones y evitar errores mediante el control del proceso.

Lo que más me gusta de esta teoría es que cada uno tenemos asociada una de estas formas de pensamiento, lucimos en un 80% de las veces el mismo sombrero porque es más cómodo para nosotros, nos hemos acostumbrado y lo hemos interiorizado pero, debemos tener en cuenta que podemos cambiar de sombrero con el objeto de ver otras realidades, otras formas de pensar y, así, ampliar nuestro pensamiento lateral y creativo.

Normalmente nosotros podemos hacer el ejercicio de cambiar de sombrero para elegir de forma más  efectiva, pero, en ocasiones, otras personas, con herramientas como las preguntas poderosas pueden hacernos cambiar de sombrero sin que apenas lo apreciemos ¿y tú, qué sombrero vistes normalmente? ¿te gustaría vestir otro? Te puedo anticipar que es cuestión de entrenamiento.

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sábado, 2 de junio de 2018

La primera impresión es la que cuenta

Sabemos que la primera impresión es la que cuenta. Normalmente tardamos 7 segundos en hacernos una primera idea de quien es la persona que tenemos delante. Si, solo 7 segundos sirven para llevarnos una opinión que tardamos muchísimo en cambiar.

Es curioso pero esto mismo ocurre con las novelas, la primera frase es especial porque hace que te decidas por seguir leyendo frenéticamente o que el libro no te atrape y te resistas a empezar. La primera frase es tan importante que muchos autores la dejan para el final, cuando ya saben los lazos que se desarrollarán en la trama, piensan en la primera frase y la redactan o bien modifican la que en un inicio habían pensado.

Gabriel García Marquez solía hacerlo de una forma muy peculiar. Me encanta el principio de cien años de soledad " Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo" Nos lleva a una experiencia única la primera vez que su padre le llevó a conocer el hielo, un recuerdo de la niñez que todos hemos vivido y que nos transmite sensaciones profundas, pero además, nos hace reflexionar o cuánto menos preguntarnos qué habrá pasado para que esta persona esté frente a un pelotón de fusilamiento.

"El día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo"  Empieza la novela diciendo que se va a producir un asesinato y lejos de producirse rechazo porque ya sabes el final, invita a conocer las circunstancias que le llevan al protagonista a este trágico fin. También me gusta mucho la palabra "crónica" en el título porque en si su acepción es la recopilación de hechos históricos ordenados cronológicamente y en este caso, ni son hechos históricos ni están dispuestos en orden cronológicoOs tengo que confesar que nunca he leído esta novela hasta el final, he empezada a leerla en multitud de ocasiones, la veo pequeñita de tamaño pero muy grande en contenido, creo que podría leerla en un par de días, pero no ha llegado su momento, para mí, significa mal augurio, me recuerda un momento de mi vida muy hermoso y que no quiero que acabe jamás.


Otra frase que nunca podemos olvidar "Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera" Así empezó Tolstoi la novela Ana Kerenina y  antes de empezar nos hace pensar que va a hacernos partícipes de una historia llena de tristeza.

Y quien no recuerda la primera frase del Quijote, incluso quien no haya leído nunca este libro es capaz de reconocerla.

En resumen, la primera impresión es muy importante, incluso en las novelas, en solo 7 segundos nos hacemos una primera impresión que posteriormente es muy difícil de cambiar como me pasa a mí con crónicas de una muerte anunciada.

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