"TÁCTICA es lo que se hace cuando hay algo que hacer, ESTRATEGIA es lo que se hace cuando no hay nada que hacer"
Savielly Tartakover

domingo, 28 de junio de 2015

Comunicación elegante

El concepto de la elegancia es un concepto abstracto y muy personal. ¿Qué es para ti la elegancia? En muchas ocasiones no nos hemos parado a pensar en ello y es curioso porque no es solo un concepto externo, no sólo se refiere al vestir sino que también es un concepto interior. Uno de los componentes más importantes es ser elegante en la comunicación.   

¿Qué significa esto? Una persona elegante es una persona que comunica de forma constructiva y serena. Es cierto que la comunicación forma parte de nosotros, que es una habilidad innata, pero no todos comunicamos igual, es una habilidad que necesita ser pulida.  Las personas elegantes lo han asumido como parte de ellos y saben estar en cualquier circunstancia. Las personas elegantes están tan seguras de cuál es su posición en el mundo que no tiene ningún problema en mostrarse con unos ademanes suaves y una cordialidad extrema en su trato con los demás.

Esto no quiere decir que no tengan conflictos, al igual que todos, los tienen, pero, tener conflictos no es algo malo per se, es algo que hay que saber gestionar y llevar hacía el camino de la comunicación constructiva. Tener conflictos de comunicación, y gestionarlos, nos enriquece y nos hace crecer.

Lo que sucede es que estas personas no ven la vida como una dualidad. No son de los que piensan, o estás conmigo o estás contra mí, sino que, son personas que entienden que el mundo está lleno de matices, que entre el blanco y el negro hay un todo. Entienden que el resto de comunicadores son personas, igual que todos y que tienen algo que brindar al mundo.

Lo importante es que no están en actitud de guerra: o venzo o me derrotan.  No tiene como visión del mundo una dualidad simplista propia de las personas que no están dispuestas a conversar. Hay personas que sólo ofrecen dos opciones A y B, y no toleran bajo ninguna circunstancia que haya cosas en medio, es una forma de ver la vida muy limitada y es propio de las personas inseguras. Las personas elegantes entienden que la vida está en los matices y ante ello, tienen una actitud serena.  No son como una locomotora arrolladora que con su dicción extraen palabras sin sentido, sino que vehiculizan sus expresiones, tienen una función integradora e intentan llegar a un punto medio donde compartir. Las personas elegantes buscan la armonía y se expresan desde su punto de equilibrio.

En el plano físico, no abarcan el terreno del otro, le dejan su espacio vital, adoptan una actitud corporal serena y te hacen sentir de forma mágica y especial.

Ser una persona elegante en la comunicación no quiere decir que no tengan conflictos, te aseguro que los tienen, pero saben gestionarlos, porque evitan el dramatismo, las tragedias griegas, el fatalismo y adoptan una actitud integradora y serena donde conviven con la diversificación. ¡Esto es la elegancia!.



sábado, 27 de junio de 2015

¿Cuál es tu actitud?

Ayer escuché un conferencia de Tedx que afirmaba que en la vida laboral la fórmula del valor de una persona es el conocimiento más las habilidades, o experiencia, multiplicado por la actitud. Si lo piensas bien, así es, la actitud multiplica cualquier cosa que hagamos. La actitud es multiplicadora, eleva cualquier tarea que hagamos al concepto de lo inolvidable.

¿Qué es lo que tus compañeros de trabajo ven cuando están a tu lado? ¿Qué es lo que recuerdan cuando no estás? Efectivamente, es tu actitud, tu predisposición, tu curiosidad, tu don de cambiar los problemas en cosas para gestionar, tu habilidad de estar presente siempre que te necesitan, tu apoyo constante, tus conocimientos para delegar en la persona apropiada, para trabajar en equipo, para tomar decisiones contando con todos y para liderar un grupo. Esto es lo que de verdad llega a los demás. La actitud es tu esencia, eres única, exclusiva, y con tu actitud haces que todo lo que toques lleve tu huella, y, o bien brille, o bien, se opaque eternamente. ¿Cuál es tu actitud?.

Es cierto que si no tienes conocimientos ni habilidades, por mucha actitud que tengas no puedes sacar las cosas hacía adelante, pero, en el sentido contrario, con un mínimo de conocimiento, un mínimo de experiencia y mucha actitud seguro que brillarás como una estrella.

Este mismo planteamiento lo podemos pasar al terreno social o incluso al familiar, ¿Qué crees que tus amigos recuerdan de ti? ¿y tus familiares? ¿Crees que recuerdan tu experiencia o tus conocimientos? No, lo que recuerdan es tu actitud positiva, tu predisposición para ayudar, tu tolerancia, tú pasión al hacer las cosas. Tu esencia y tu huella, es la actitud que pones cuando haces las cosas. 

¿Cuál es tu actitud? ¿Eres positivo o negativo? ¿Estas predispuesto a ayudar o mantienes una actitud pasiva? ¿juzgas a todo aquel que te cuenta algo sin darle la oportunidad de expresarse o lo escuchas activamente y sin juzgar? ¿Escuchas o estás esperando un hueco para saltar y ser el protagonista de la conversación?. Recuerda, tu actitud es tu huella.

Quiero dedicarle este post a mi amiga Alicia. Se lo dedico porque me ha inspirado a escribirlo, por su actitud positiva, por su predisposición a ayudar y hacernos reflexionar, por su ayuda cada día, por su escucha activa y por hacer tan divertidos todos los almuerzos. Estoy convencida de que Alicia pone su huella en todo lo que hace, y por eso, todos recordamos su don de convertir los problemas en cosas que gestionar.


viernes, 26 de junio de 2015

Felicidad versus productividad

Hay varios estudios que demuestran que las personas felices son más comprometidas y más productivas. Ello es así porque son personas con un enfoque amplio, capaz de aplicar la multidisciplinaridad a todas las facetas de su vida.

En el seno de las organizaciones, hay un informe que demuestra que los empleados más felices son más seguros, más confiados y más empáticos que el resto de personal, pero si nos centramos en obtener la felicidad como último propósito, puede ocurrir todo lo contrario, que idealicemos nuestra concepto de felicidad y nos sintamos inseguros por no poder alcanzarla.

En este estudio, se separaron a los empleados de una gran empresa en dos grupos. El Grupo A recibía diariamente un correo electrónico recordándoles que todas las decisiones que tomaran tenían que tener como último objetivo ser más felices. Al grupo B, no se le envió ningún correo durante todo este tiempo. Después de un mes, se les hizo un test sobre felicidad a los dos grupos y casualmente los empleados del grupo A dieron resultados mucho más elevados en felicidad que los empleados del Grupo B.

Los autores de este estudio fueron un poco más allá y estudiaron el comportamiento de los empleados del Grupo A en otras circunstancias. Se les continuaba enviando continuamente el correo pero, el nivel de felicidad alcanzado se media cada dos días. Así las cosas, el nivel de felicidad descendió ya que los empleados estaban obsesionados en sacar buenos resultados en el test y se olvidaban de tomar las decisiones correctas. 

Sucede igual que cuando alguien quiere dormir toda la noche plácidamente y se obsesiona en ello, probablemente no lo logre, pero si en lugar de ello, cena ligero, pasea antes de irse a dormir, toma un baño caliente y se va a la cama a una hora prudencial, sin obsesionarse con el resultado, lo más normal es que consiga una buena calidad del sueño. Lo importante es el camino, no el resultado.

El control obsesivo de los resultados puede afectar negativamente en la maximización de los beneficios. Podéis leer sobre este experimento y otros similares en el siguiente artículo:

"Happiness in the Workplace: Employees who focus on Maximizing Happiness Become Happier"



¿Cómo tomamos las decisiones?

¿Qué es ser responsable? Ser responsable significa dar respuestas a la vida, significa tomar decisiones con seguridad y hacerte cargo de sus consecuencias. En la vida tomamos muchísimas decisiones a lo largo del día, algunas las tomamos en modo automático y forman parte de nuestra rutina. Otras en cambio, nos cuesta muchísimo trabajo tomarlas porque las consideramos importantes y no tenemos la certeza de las consecuencias que producirán. Así es, en la mayoría de los casos la incertidumbre es una parte importante de la decisión.

¿Cómo decidimos? En primer lugar, analizamos la información que tenemos. Hay ocasiones que no tenemos toda la información necesaria para tomar la decisión. En estos casos, aquella información que no tenemos, nuestro cerebro se encarga de inventarla, rellenamos los huecos con lo que a nosotros nos parece más creíble, con lo cual, depende mucho de nuestra actitud el que la información que rellenemos sea positiva o negativa.

Una vez hemos rellenado los huecos, y creemos que disponemos de toda la información necesaria, entre todo el conjunto factible, entre todas las posibilidades elegimos aquello que nos resulta más conocido, más claro y más fácil de asumir. Esto es así porque nuestro cerebro evita salir de su zona de comodidad. Lo nuevo supone un cambio, supone un esfuerzo adicional y nuestro cerebro intenta distraernos para evitarlo. Cuando estamos en modo rutina, nuestro cerebro ahorra energía que utiliza para otros procesos. Si salimos de nuestra zona de comodidad y hemos de integrar situaciones nuevas, necesitamos más energía para ponerla en marcha y ello hace que nuestra cerebro tenga que coordinar mucho mejor para poder hacer frente a todos los procesos abiertos.

Es muy importante que tomemos nuestra decisión desde el presente, tomando como experiencias aquello que nos ocurrió en el pasado y teniendo en mente el futuro, como proyección. ¿Qué es lo que queremos? ¿Cuál es la meta en el futuro? Planificamos en función de nuestra meta, de nuestras proyecciones pero vivimos el presente, y esto es así por varios motivos, el principal es que estamos aquí y ahora, necesitamos actuar ahora aunque las consecuencias se produzcan en un futuro. La segunda razón es que si esperamos a que algo suceda en nuestro futuro estamos introduciendo la incertidumbre en nuestro presente y desde la incertidumbre no podemos caminar hacía delante o si lo hacemos lo haremos mucho más lento que alguien que tiene seguridad, confianza y un objetivo claro. Si tenemos un plan de trabajo que nos lleva a nuestro objetivo y trabajamos en el presente, sin preocuparnos de más allá, si te ocupas y no te preocupas, el fin siempre se alcanza, es un camino lógico. Lo has diseñado, has seguido todos los pasos, has puesto toda tu pasión ¿Por qué no tenía que ocurrir? No hay ninguna razón para ello. Ten fe.

Es muy importante que aprendamos a tomar nuestras decisiones con seguridad y confianza. Si dejamos que otros decidan por nosotros y adoptamos una postura pasiva, no iremos donde nosotros queremos, sino donde otras nos llevan. Ser responsable da seguridad, independencia y autonomía. Es importante dejar atrás el apego a las cosas, a las ideas y a las personas. El apego era importante en la época prehistórica, nuestros antepasados salían a cazar en grupo y aquellos que tenían una figura de referencia que les cubría la espalda tenían muchas más oportunidades de sobrevivir. Debido a las conexiones neuronales generadas, esta idea ha llegado a la actualidad. Desde que nacemos buscamos una figura de referencia. Asimismo sucede con nuestras creencias, si tenemos apego a nuestras creencias las consideramos razones de vida y no las cambiaremos bajo ninguna circunstancia.

Por último, para finalizar, me gustaría dejaros una última reflexión. Si vivimos esperando que nos suceda algo en el futuro y finalmente llega ¿Cómo sabemos que vamos a ser capaces de aprovecharlo si no lo hemos hecho nunca? En algunas cosas, la primera siempre es la mejor, pero, ¿estás seguro que en todas?

lunes, 22 de junio de 2015

La vida es como el café

Cuentan que una vez, los discípulos fueron a visitar a su maestro y comenzaron a contarle que la vida no era fácil, que estaban muy estresados, que no tenían tiempo de hacer nada nuevo, que la vida les llevaba por un camino prediseñado y casi no tenían posibilidad de elección y, así las cosas, sus quejas iban en aumento.

Ante estas quejas, el maestro se levantó, fue a la cocina y preparó una gran recipiente con café, la llevó donde estaban sus alumnos en una bonita bandeja y en ella, puso tazas de todos tipos, de porcelana, de cristal, de madera de olivo y de plástico. El maestro dejó la bandeja encima de la mesa e invitó a sus discípulos a que se sirvieran. Así lo hicieron, todos cogieron las tazas más bonitas y llamativas y se sirvieron el café.

El maestro les dejo saborear su agradable taza de café, suave y humeante y, cuando casi habían terminado, les dijo, fijaos, todos habéis escogido lo más caro, lo más bonito, lo más llamativo, cuando lo realmente importante, no era la taza, sino el café. El continente, la taza, no importaba, el café era de una magnifica calidad y en cualquier recipiente hubiera estado igual de exquisito.

Esto es una metáfora de la vida, le damos más importancia a las cosas superficiales, a ser los mejores, a destacar, a ganar siempre, tanto es así, que no sabemos apreciar las pequeñas cosas que nos regala la vida, el contenido, el café, un beso, una llamada, un paseo, una foto.... Lo que más llena en la vida es saber valorar las pequeñas cosas que la vida nos ofrece y que a veces no disfrutamos porque no lo vemos, no estamos presentes. Así que, a partir de ahora propongo  que estemos atentos a todo lo que nos regala la vida.

Os tengo que confesar, que aunque me gusta mucho esta historia, no estoy de acuerdo del todo. A mí, que me encanta el café, y nunca se me ocurriría beberlo en un recipiente de plástico. Os explicaré por qué. En mi mente está la creencia de que la porcelana incrementa el sabor del café. Creo que mi corteza prefrontal tiene asociado el café con la porcelana, para mí, el olor, el sabor, el color, el aroma, lo que me transmite el café, no es lo mismo si el vaso es de cristal que si es de porcelana y mucho menos, si es de plástico. ¿Qué opináis?


sábado, 20 de junio de 2015

¿Qué letra es la tuya?

Hace unos días leí un artículo que me impresionó y ahondó en mi amor por las palabras. Explicaba como cada persona tiene una letra asociada a su personalidad, una letra que le acompaña siempre, que imita su postura corporal y su forma de comportarse y que le define, aunque no lo sepa.

Pongamos como ejemplo la letra R, ¿qué postura creéis que tiene? Está estirada, tiene los brazos cruzados, esta cerrada a nuevas ideas, es represiva y restrictiva.

Otro ejemplo, ¿qué creéis que significa la letra O? La letra O es una letra totalmente cerrada, redonda, donde los pensamientos giran sobre si mismos todo el rato. Son personas muy pensativas, cerradas al cambio y a las que le cuesta tomar decisiones. Es la letra de la oscilación, las personas representadas por la o, son personas olvidadizas, omnipresentes y ostentosas.
Otra letra con personalidad es la E. Esta es la letra de la empatia, es una letra abierta, con los brazos estirados, esperando a ayudar, preparada para escuchar. Es una letra verdaderamente empática.






Si me preguntáis a mí, la letra que más me gusta es la C, fijaos que es una letra abierta, donde los pensamientos fluyen. Esta abierta a cualquier sugerencia, nos hace estar tranquilos, es como un colchón que se adapta a nuestra postura. Además es la letra de la confianza, de la comunicación, de la coherencia y del carisma. Me gusta la C porque me ofrece todo un caleidoscopio de posibilidades




Ya he pensado que letra, me representa. ¿Y tú? ¿Ya sabes cuál es la tuya?

lunes, 15 de junio de 2015

¿Qué significa la expresión "Quemar las naves"?

Cuentan las leyendas que Alejandro Magno(356 a.c.-323 a.c), hijo de Filippo II, fue educado por el maestro Aristóteles, adquiriendo una formación muy amplia en valores, en estrategias y obteniendo una visión de la vida mucho más allá amplia que otros personajes de su época.

Filippo II fue envenenado y Alejandro Magno se vio en la tesitura de de tener que gobernar en un momento en que las revueltas de los pueblos sometidos a Macedonia eran difíciles de detener. Al principio, de dedicó a contener las revueltas pero cuando estuvo afianzado y tuvo su oportunidad, decidió expandir su territorio, y en tan sólo unos años se hizo con un vasto territorio. Cabe señalar que sus huestes no eran muy grandes comparadas con los territorios que estaba anexando pero tenían un buen dirigente.

¿Qué era lo que hacía que Alejandro Magno tuviera tanto éxito? Por una parte, su magnética visión de la vida y su amplia formación en estrategias, por otra parte, su inigualable fe, en si mismo y en su equipo, además de su determinación, su confianza, su excelente organización, su forma de introducir innovaciones y su forma de tomar decisiones.

Hay un episodio que cuenta Manuel Campuzano en el libro Alejandro Magno. La excelencia desde el liderazgo, que me parece determinante para que comprendamos su forma de actuar, su carisma y su forma de tomar decisiones. Cuenta este libro que Alejandro navegó hasta Fenicia y nada más llegar, observó que los enemigos les triplicaban en número y que su tropa se sentía derrotada mucho antes de empezar la batalla. Desembarcó y dio la orden de quemar las naves. Inmediatamente reunió a sus hombres y les dijo "observar como se queman las naves, os comunico que esta es la única razón por la que debemos vencer, ya que, si no ganamos, no podremos volver a nuestros hogares y ninguno de nosotros podremos volver a reunirnos con nuestras familias. Debemos salir victoriosos de esta batalla, ya que, sólo hay un camino de regreso: el mar".

A partir de este momento se generó una máxima. La expresión "quemar las naves" como sinónimo de lanzarse a por un objetivo y hacer todo lo posible para conseguirlo. En psicología positiva se habla de quemar las naves a deshacerte de los pensamientos y creencias limitantes que te frenan y no te permiten conseguir tus objetivos. Si tienes creencias limitantes debes tomar valor y deshacerte de ellas, aunque sea muy costoso porque ello será el camino para conseguir tus objetivos, si realmente los deseas, porque en ocasiones, nos ponemos como objetivos cosas que realmente no deseamos sino que solo nos sirven para complacer a alguien.

Ya sabes, lo aconsejable es quemar las naves, pero, claro, para quemar las naves antes debemos saber cuáles son nuestras naves, ¿Y tú sabes cuál es la tuya?

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sábado, 13 de junio de 2015

La fuerza de la tradición oral: "Los Funerales de Mamá Grande"

El mes pasado leía incrédula sobre el proyecto de Anne Morgan. La autora se propuso hacer un recorrido por todos los países de la ONU eligiendo un libro significativo de cada país. Lo consideré un proyecto ilusionante, lleno de creatividad y optimismo. Mientras leía la información sobre su proyecto me preguntaba cómo elegía el libro y cuáles eran las características que hacían que un libro fuera representativo de un país. La respuesta la encontré en la propia página Web de la autora. Ella invitó a todos sus lectores a proponer libros representativos de su país y a explicar porque lo consideraban representativos. Si tenéis oportunidad mirar la lista de los libros que le propusieron porque dice mucho de un país.

Me sorprendió la lista de Colombia, en la que muchos de sus libros eran de Gabriel García Marquez y pensé en hacer un recorrido por su obra. Elegí los libros que consideré más significativos y empecé a leerlos. Hasta ahora, he leído La Hojarasca, La mala hora y los funerales de Mamá Grande. Tengo la idea de terminar con El coronel no tiene quien le escriba y Cien años de soledad. Aunque muchos de ellos ya los había leído, he de confesar que esta lectura ha sido mucho más enriquecedora, principalmente por dos motivos. El primero es que he visitado Colombia y he quedado prendada de su acogimiento y su maravilloso entorno natural. El segundo motivo, es que los leo desde otra perspectiva, con conocimiento de la idiosincracia del país y uno tras otro, es decir, recuerdo muy bien pequeños detalles que luego se repiten en otros libros. Por ejemplo, en la mala hora, Mama Grande se aparece cada noche a la viuda de Montiel y la viuda aprovecha para conversar con ella porque se siente sola. El autor nos introduce el tema de la soledad. En esta novela la viuda de Montiel se siente muy sola viviendo en la casa de nueve habitaciones donde murió la Mama Grande. El alcalde y el cura también sienten la soledad derivada de su autoridad, se sienten solos porque temen estrechar lazos con el pueblo.

Los funerales de Mama Grande es un libro de siete cuentos cortos escritos por Gabriel García Marquez en 1962. Todos los cuentos invocan un sentimiento determinado pero el libro culmina con los funerales de Mamá Grande que me ha parecido grandioso.

"Ésta es, incrédulos del mundo entero, la verídica historia de la Mamá Grande, soberana absoluta del reino de Macondo, que vivió en función de dominio durante 92 años y murió en olor de santidad un martes de septiembre pasado, y a cuyos funerales vino el Sumo Pontífice."

La forma de empezar el cuento recuerda a un sermón bíblico.  Cuando leí esta frase la traducí por la siguiente: "Incrédulos del mundo entero, antes de que vengan los historiadores, e inventen cosas, el cuentero va a contarles la verdadera historia de los funerales de Mama Grande". Es grandiosa la forma de utilizar la parodia con una naturalidad espantosa. Los funerales de Mamá Grande vuelve pública una vida privada a través del elogio de un personaje muerto. Aquí he observado como Gabriel García le da mucha importancia al sepelio y a la plaza pública, cosas que podemos ver también en la hojarasca.
La plaza pública o el ágora era el lugar por excelencia en la Grecia clásica y lo mismo sucede en las obras de Gabriel García. 

Hay otra párrafo que me hizo sonreír, la Mamá Grande era muy poderosa porque era dueña y señora de cualquier cosa sobre la tierra.

Nadie conocía el origen, ni los límites, ni el valor real del patrimonio, pero todo el mundo se había acostumbrado a creer que la Mamá Grande era dueña de las aguas corrientes y estancadas, llovidas y por llover, y de los caminos vecinales, los postes del telégrafo, los años bisiestos y el calor

Y a sus funerales asistieron las reinas de los frutos y alimentos más conocidos de la costa caribeña. Aquí el autor señala la importancia que Colombia le da a la belleza y a sus concursos, tan importante es  que ocupan primeras portadas de periódicos.

En segundo término, en un sereno transcurso de crespones luctuosos, desfilaban las reinas nacionales de todas las cosas habidas y por haber. Por primera vez desprovistas del esplendor terrenal, allí pasaron, precedidas de la reina universal, la reina de la ahuyama verde, la reina de la yuca harinosa, la reina de la guayaba perulera, la reina del coco de agua, la reina del fríjol de cabecita negra, la reina de 426 kilómetros de sartales de huevos de iguana, y todas las que se omiten por no hacer interminables estas crónicas... 

En definitiva, dicen que es el primer cuento enmarcado en el "realismo mágico" pero como bien dicen otros autores debería llamarse "realismo crudo"porque es lo que en realidad nos narra el autor. Me ha gustado mucho como nos introducen la figura del cuentero como depositario de la revelación de cómo fueron los funerales de mama Grande. Es sorprendente como un funeral duró nada menos que 15 días y al que asistieron todos los Presidentes de la República, Ministros y hasta el sumo Pontífice que viajó desde el centro del Imperio Romano hasta Macondo para no perderse el importante evento. El país entero se paralizó por su muerte. 

Considero que es un guiño a la tradición oral de la costa caribeña y al mestizaje. He disfrutado mucho leyéndola y os recomiendo que no os la perdáis o que la volváis a leer, es tan magistral que se lee en poco tiempo y disfrutarás de un lenguaje muy cuidado, de una ironía muy pensada, trabajada  y plasmada magistralmente en una novela popular.








miércoles, 10 de junio de 2015

Escucha transcendental

Esta mañana estaba pensando en lo importante que es la escucha activa en el proceso de comunicación, considero que todos estamos seguros de su importancia, pero muy pocos lo llevamos a la práctica y es que, en realidad, resulta mucho más complicado de lo parece.

Resulta complicado porque la mayoría de ocasiones estamos esperando a poder entrar con nuestra conversación y ser los protagonistas de la tertulia, no estamos escuchando, sino acechando, esperando la oportunidad. En otras ocasiones, mientras escuchamos, ponemos el piloto automático y comenzamos a preparar nuestra respuesta a algo que intuimos, y que ni siquiera sabemos que será. En la sociedad de las prisas, poco importa que el otro acabe su discurso sino que se trata de darle solución al problema que nosotros entendemos que tiene. No importa que no tenga ese problema, no importa si solo quiere ser escuchado, lo único que importa es que fuiste un visionario y le diste la solución que necesitaba, ya no hace falta que reflexione, le hemos ahorrado tiempo, le hemos ahorrado la experiencia, ya no tiene que probar, ya no tiene que usar el método ensayo-error, ya sabe lo que hay que hacer, son creencias que le inculcamos y que, en ocasiones, la otra parte las asume como propias cuando no es ningún dogma y somos conscientes de que hay muchos más caminos para llegar al mismo lugar.

A veces, escuchar es ir más allá de las palabras, más allá de lo superficial, es interpretar los sentimientos y el lenguaje no verbal, pero sólo interpretar, sin juzgar, sin validar, sin prejuicios. He comprobado que, a veces, el silencio, acompañado de una mirada de complicidad es mucho más efectivo que las palabras. Si preguntas, de forma que la contraparte no se sienta interrogado, sino que se sienta comprendido, que sienta que estás interesado en lo que te cuenta, que le sirva de reflexión, le haces sentir el protagonista de la historia, le sube la autoestima y se siente más confiado y capaz de tomar la decisión correcta, su decisión.

En todo caso, debemos evitar los perturbadores de la escucha activa, como juzgar, mirar con ojos inquisidores, cortar continuamente y no dejar que la otra parte se exprese, el hermetismo, la actitud cerrada, el enfoque único, el lenguaje corporal cerrado, o la escucha automática, sin saber que hay detrás de las palabras.

Soy una apasionada de las palabras y de la escucha activa, porque pienso que favorece a las dos partes, tanto a la que habla como a la que escucha. El que habla se siente escuchado y automáticamente sube su autoestima, el que escucha, abre su perspectiva, cuestiona las ideas que en un principio tenía y le hace tener una enfoque más amplio y una multidisciplinaridad que le ayuda a crecer en su día a día. Sus conocimientos se amplían, es capaz de colocarse en su zona de aprendizaje, cuestiona sus creencias y es capaz de llegar a un acercamiento con cualquier persona porque su actitud le abre las puertas de una nueva misión.

Practiquemos la escucha activa, es una habilidad que se ha de desarrollar en el día a día y que cuesta mucho trabajo de integrar, pero, os aseguro que trae muchas recompensas. Confieso que otra palabra que me encanta es transcendental, junto a transformación y entrañable. Son mis preferidas y por eso, las puedo aplicar a cualquier cosa sobre la que escriba.

domingo, 7 de junio de 2015

Hoy va de Superheroes: Batman, Kaliman y otros


Hace un par de meses contacte con mis amigos de México para concretar una misión. Les pedí que me enviaran algo original de Kaliman, superhéroe de origen Mexicano que fue bastante famoso desde 1963 hasta 1991. Les pedí algo original, lo que fuera, un cómic, una taza, un póster, cualquier cosa pero que fuera mexicana y de los primeros años de vida de este superhéroe.


Todos mis colaboradores, muy motivados, me dijeron que me enviarían algo lo antes posible. Bien, han transcurrido casi dos meses y aún no he recibido nada, claro que, como la esperanza es lo último que se pierde, sigo esperando una carta, que tal vez pronto llegue.

Mientras llega, y por si no es pronto, he decidido escribir este post y contaros porque comencé con esta supermisión. Alguien me dijo que Kaliman era un superhéroe que luchaba contra los malvados villanos sólo con su conocimiento de la ciencia, no tenía superpoderes mágicos, quitados de algunas proyecciones y la hipnosis.

Esto me hizo pensar en Batman, el gran superhéroe de 1939, que luchaba contra el mal vestido de murciélago. Dicen que vestía de murciélago porque era un animalito que daba mala suerte a los malvados, todavía no sé muy bien por qué, pero como vivo en Valencia, me gusta el bichito. Batman, tampoco tenía superpoderes, luchaba con su conocimiento de la ciencia y un compromiso muy profundo para erradicar el mal. Una creencia y unos valores muy arraigados de que los villanos pararían sus fechorías.

Estos dos superhéroes tenían una cosa en común, luchaban por el bien, sin ningún superpoder mágico, no volaban, no se convertían en nada extraño y, sobretodo, eran muy humanos. Lo único que utilizaban en su lucha eran sus principios, sus valores y la ciencia.

Mi idea era que estos dos superheroes se parecen a muchos otros del siglo XX. Yo os aseguro que conozco algunos. Este pensamiento hizo volar mi creatividad para hacer un póster o elemento decorativo con tres superhéroes del siglo XX:  Batman, Kaliman y alguien conocido. Alguien que tiene las mismas cualidades que estos superheroes y que es digno de admiración y alabanza.

Le dedico este post a aquellas personas que son capaces de transformar el mundo compartiendo su visión de vida, que no tienen miedo a comunicar, cualquier cosa, ya sea buena o mala, y que lo hacen a tiempo y con mucho tacto.

Admiro a aquellas personas que son humanas, que no se suben a ningún pedestal, y desde la cercanía son generadores de ilusión, de confianza y de seguridad. Los admiro porque son capaces de cultivar un clima proclive a la libertad, a la autonomía y a la escucha activa. Los admiro porque son personas que no destruyen pensamientos sino que le dan vuelos y son capaces de guiar hasta que los consigues o estas tan cerca que casi los acaricias. Personas que te dejan disfrutar de tu triunfo aunque haya colaborado en el 50%, o más, si cabe, pero se mantienen en la lejanía, viéndote disfrutar y gozando de tu alegría. Esto es la verdadera magia.

Admiro a estas personas porque generan ilusión, pero no ilusión deformadora del mundo, sino ilusión creativa. Es lo que Mamen acuñó como realismo soñador. Alguien que te reta, te desafía,  pero lo hace desde la ilusión, desde la libertad de dejar que te equivoques pero estando cerca por si no puedes levantarte. Personas humildes, siempre con la mano extendida, responsables, con dignidad y que saben transmitir el respeto hacían los demás. Creadores de un clima de humanidad y de trabajo en equipo sin igual, creadores de pasiones, formadores de talentos, escuchadores de opiniones varias, creíbles, coherentes, sólidos y muy humanos. 

Asimismo son personas comprometidas con la vida y con un concepto de la misma muy transcendental pero, a su vez, realistas, evitadores de distracciones y dispersiones y con una actitud muy abierta hacía los demás.

Estos son los héroes del siglo XXI y yo conozco algunos. Desde aquí agradezco a mis amigos mexicanos todas sus gestiones y les aseguro que confío en ellos y sigo esperando.


sábado, 6 de junio de 2015

Seguridad y confianza como motores del cambio

Hace unos días escuché una conferencia sobre la seguridad y la confianza como motores de cambio en todas las facetas de nuestra vida. Así es, en todas las relaciones, tanto len as personales como en las profesionales, hace falta que el equipo esté formado por personas seguras, confiadas y que sepan guiar a los demás o sembrar, cultivar o propiciar un clima de confianza en las personas que le rodean.

Todas las personas somos únicas, somos especiales, tenemos cualidades que nos diferencian de los demás y que hemos ido desarrollando a lo largo de nuestra vida. Todos tomamos nuestras decisiones de una forma determinada y lo realmente importante es que las decisiones que tomemos no sean precipitadas, no sean un parche a lo que tenemos sino que sean unas soluciones razonadas que vayan creando una base sólida en la que podamos apoyarnos en otros momentos de incertidumbre. Me gusta hacer una analogía con mi jardín, antes de plantar, remuevo la tierra, la abono, le pongo nutrientes, la preparo y después de hacer este trabajo previo, pongo la semilla y la cuido. Así consigo tener un jardín precioso, sólo requiere un cuidado continuo, una pequeña planificación y algo de tiempo. Todo requiere su tiempo y es necesario respetarlo. Tomate tu tiempo, no estés siempre pendiente de las cosas urgentes y te olvides de las importantes. Mi amigo Ramón siempre me decía: "Lo urgente mañana lo será más, o... habrá dejado de serlo". Lo he experimentado y aunque al principio cuesta llevarlo a la práctica, confirmo que es verdad.

Como he dicho antes, cada persona es un mundo, todos somos diferentes. Hay quien tiene claro hacía donde va y dirige sus pasos hacía allí y hay quien prefiere dejarse llevar por las circunstancias y vivir aquello que la vida le traiga. Personalmente, prefiero saber hacía donde voy, dirigir mi vida y planificar mis pasos para conseguirlo, me gusta pensar y revivir lo que quiero, aunque confieso que a veces, no sale tal y como habías soñado, pero si eres creativa y amas la aventura, absolutamente todo, es salvable. En estos momentos me encuentro en lo que Mamen llama "Realismo soñador" por analogía al realismo mágico. Tengo los pies en el suelo, veo lo que hay, parto de la realidad pero a su vez soy soñadora, salgo de mi zona de tranquilidad y me mantengo en la zona de aprendizaje continuo, ya que, allí es donde están las posibilidades de transformación.

Juan Planes narraba en su conferencia un cuento sobre dos barcos que salían a la misma vez con destino a Roma. Uno de los barcos tenía un capitán que había planeado cada detalle, había repartido el trabajo teniendo en cuenta las habilidades de cada miembro del equipo y tenían unas instrucciones sencillas, claras y concisas que habían elaborado entre todos. Todos estaban implicados y tenían muy claro lo que tenía que hacer y en cuanto tiempo.

En cambio, en el otro barco, el capitán había hecho una reunión informal y había preguntado al resto del equipo quien sabía donde estaba Roma. Uno de ellos dijo. "Todos los caminos llevan a Roma" y el capitán decretó: "Tú serás nuestro guía". No había tareas, no había instrucciones, todo se iba resolviendo tal y como surgían los conflictos, iban poniendo pequeños parches e iban avanzando sin rumbo fijo. Juan Planes preguntaba ¿Quien creéis que llegará primero a Roma? Pues eso, no puedo añadir nada más.

Franklin Covey escribió que las personas eficientes tenían 4 cualidades que no podíamos dejar de lado: Guia, seguridad, sabiduría y poder. 

En el próximo post os hablaré de estas cualidades y de cómo influyen en nuestra vida, os aseguro que es realmente interesante.




Pequeñas anécdotas sobre exámenes (2)


Hace algunos años fui un día a examinarme del nivel B2 de inglés. Estaba en la Escuela Oficial de Idiomas, en un aula cómoda pero muy pequeñita, para evitar los problemas de espacio habían puesto dos modelos de exámenes. Así pues, estábamos sentamos muy juntitos en las mesas donde habitualmente se dictaban las clases.

Cómo conocéis, tengo una gran afición a tocar el tambor. Cuando me siento inspirada o cuando tengo 5 minutos libres que no puedo ocupar en nada más, toco el tambor sobre cualquier cosa. Siempre tengo que estar haciendo algo, la paz me descentra. Os confesaré que cuando voy al cajero mientras sale el dinero toco una verdadera sinfonía con las paredes del cajero, tanto es así, que se podría bailar una danza tribal sin el menor problema.

Pues bien, estaba en el examen, ya lo había acabado, pero tenía la sabia intuición femenina de que había algo que no estaba bien. Estaba preocupaba, algo no me cuadraba y mientras lo revisaba, cogí el boli y, a modo de tambor, empecé a crear un nuevo ritmo con los instrumentos con los que contaba: el boli y la mesa. Transformé el silencio en melodía.

A mitad del ritmo, la chica que estaba a mi lado, tranquilamente,  me cogió la mano, apoyó la suya en la mía, como queriendo infundirme confianza, después de unos segundos, tiernamente la retiró. Callé durante escasos 5 minutos, pero al pasar este tiempo, algo me hervía en la sangre, y no pude contenerme, continué con mi ritmo. 

La chica de al lado, me miró y con un gesto de intranquilidad y desconfianza, volvió a sujetar mi mano, pero esta vez con menos ternura, es más, me atrevería a decir que había un poco de ira. Permanecí en silenció, pero a los 5 minutos, ya no me acordaba de lo que había pasado, estaba tan concentrada en mi examen que, sin darme cuenta, el ritmo empezó de nuevo y la reacción instantánea de la chica fue pegarme en la mano con una fuerza inusitada. Fue tal mi desconcierto, y el de toda la clase, que nadie se atrevió a hablar. Se me saltaron las lágrimas y mi reacción fue entregar el examen y salir del aula.

Quizás esta hubiera sido la solución inicial, ya que llevaba cerca de 20 minutos mirando el examen y tocando música tranquilizadora para mí pero inquietante para otros.

Ya sabéis la música no amansa a las fieras. Todavía me acuerdo y te aseguro que ha pasado más de 10 años.

Pequeñas anécdotas sobre exámenes


Hoy me he examinado del nivel C2 de lengua valenciana, un examen que ha durado la friolera de 5 horas.

Quería contaros la condiciones del entorno, el lugar donde hemos hecho el examen. Pues bien, lo hemos hecho en el salón de actos de un centro con más de 50 años de antigüedad. Imaginaos, más de 100 personas juntas en el salón de actos, las butacas todas en una fila, más de 10 butacas seguidas, de esas que no pueden moverse, estrechas, bajitas, con reposabrazos muy estrechos a los costados, de un color gris amarillento que invitaba poco a la creatividad y con una mesa incorporada que me recordaba a la cómoda bandeja de comer que hay en los aviones. La mesa colgaba de la silla de delante y al subirla quedaba en un ángulo de 45% y del tamaño un dedito menor que el folio, no podías apoyar ni tan siquiera el bolígrafo. Con una mano tenías que sujetar el folio para que no se cayera y con la otra sujetar todo aquello que necesitaras a la mano, como pañuelos, para los alérgicos, como yo,  agua y otras cosas necesarias en más de 5 horas de verdadera aventura. Para más comodidad, antes de entrar al examen avisaron de que no se podría salir del aula, ni tan siquiera para ir al baño, sólo se podría salir en caso de prescripción médica, menos mal que aún no tengo problemas.

Mientras daban las instrucciones para hacer el examen, la chica que tenía a mi derecha no paraba de quejarse, no me dejaba escuchar.  Para mí era una completa desconocida que continuamente se quejaba. Se quejaba de todo, creo que tenía el día negativo. Se quejaba de que la silla estaba hundida, de que los muelles estaban rotos, de que la mesa se caía, de que no tenía espacio, de que hacía calor, de que aquello era increíble, de que... todo lo que podáis imaginar. Cuando me cansé de escuchar improperios me giré hacía ella con una expresión de serenidad absoluta y le dije:

- Tenemos que estar aquí 5 horas, de modo que, reconciliate con la silla, integrala, asumela y hazla parte de tu vida.

No os podéis imaginar la reacción de la muchacha, ahora me muero de la risa, pero os prometo que, en aquel momento, me pareció lo más adecuado. De hecho, no la volví a escuchar quejarse de nada.

Su reacción fue como como un poema. Se giró parsimoniosamente, me miró con cara de incredulidad, sentí que enrojecía y que la ira subía de un color rojo bermejo a su cara. Bebió agua, me volvió a mirar y creo que comenzó a asumir que no había otra silla.

Cuando terminó el examen, muy segura de mi misma, se lo conté a una compañera y ella quería morirse de la risa, se imaginaba a la chica de mi lado y también enrojecía, pero esta vez, de sorpresa y emoción. Es curioso como la misma reacción puede venir de dos sentimientos tan distintos.

Ella me dijo:  si hubiera sido yo, igual te pego una torta. Al escucharla me vino a la cabeza una anécdota de un examen anterior que vino a demostrarme que todos tenemos patrones de pensamiento y que seguimos casi sin darnos cuenta, de una forma automática, como un automatismo insertado en nosotros.

En el próximo post os contaré la anécdota anterior.

miércoles, 3 de junio de 2015

Muchas personas pasan por nuestra vida...



Adam Smith, economista y filósofo escocés, nacido en 1723, acuñó la frase "Muchas personas pasan por nuestra vida pero solo muy pocas llegan a ocupar un gran lugar en nuestro corazón". 

Confieso que es una de mis frases preferidas, siempre la tengo presente. He experimentado que la vida es así, muchas personas pasan por nuestra vida, de todas aprendemos algo, todas nos acompañan en algún momento de nuestra vida y la mayoría de ellas se van de ella tal y como entraron, un día dejas de recordarlas y lo haces en algún momento puntual por algún recuerdo especial. En ocasiones, estas personas salen de nuestras vidas pero, sin saber muy bien por qué, llegan a ocupar un lugar prioritario en nuestro corazón.

Cuando era pequeña veía, una y otra vez, la película de Mari Poppins, me parecía extraordinaria, aunque aún no sabía por qué.  Fijaros que Mari Poppins llega a la casa en el momento en que más la necesitan, en un momento crítico, en el que el padre está realmente desesperado y no sabe qué hacer para mantener a sus niños con la ilusión y creatividad que identifica a los niños, pero a su vez, con la responsabilidad adecuada para la edad que tienen. Como veis, llega en el momento adecuado pero igual que viene, se va, justo en el momento en que los niños han adquirido un compromiso y ha cumplido su tarea. Sin  más, un día se va volando.

Ahora sé porqué me gustaba tanto. He comprendido que pasa exactamente igual que en la vida, cuando más necesitas que algo suceda, cuando te enfocas, cuando deseas que suceda algo con todas tus fuerzas, de repente aparece alguien. Una persona excepcional que te ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva, o te hace sugerencias que nunca habías imaginado o que simplemente permanece a tu lado y te guía sin que apenas te des cuenta. Es como una linterna mágica en tu mapa de vida. Sin embargo, cuando ha logrado su propósito, aún sin saberlo, de repente, un día baja de tu tren y desaparece. No puedes hacer nada, no puedes retenerlas, la vida es así, estas personas deben seguir su camino y su fin será ayudar a otras personas, pero, afortunadamente, ha dejado en ti una huella imborrable que permanecerá contigo siempre.

Mi teoría, y la de Adam Smith, es que todas las personas que conocemos pasan por nuestra vida por algún motivo determinado, a muchas de ellas casi ni las percibimos pero aquellas otras que nos atraen, por su carisma, por su forma de ser, porque se parecen a nosotros de alguna manera, en definitiva, porque se hacen notar, no puedes olvidarlas jamás y por supuesto, ni lo intentas, porque lo bonito de la vida es saber que un día estuvieron en tu tren y que te ayudaron, de una manera mágica, a superar aquel momento que no sabías como transformar pero que estabas segura de que podías hacerlo. Esto es el realismo soñador.

Le dedico este post a todas aquellas personas que pasaron por mi vida y, aunque no se quedaron, dejaron una huella indeleble en mi corazón.