"TÁCTICA es lo que se hace cuando hay algo que hacer, ESTRATEGIA es lo que se hace cuando no hay nada que hacer"
Savielly Tartakover

jueves, 31 de diciembre de 2015

Mi último post de 2015. Ilusiones cercanas.

Foto: Almanaquenatural
Tengo que contaros que hoy tenía muchas ganas de escribir un post, el último post del año, pero no sabía muy bien que contar ni cual era el mensaje que quería transmitir. Tenía como una añoranza que me incitaba a terminar el año escribiendo. Con ganas de transmitir, me hice un té verde, me senté ante el ordenador y decidí a contaros, con calma y tranquilidad, una historia entrañable.

Una vez, cuando era pequeña, mi abuela nos llevó a mi hermano y a mí a recoger hierbas al campo, en esta ocasión buscábamos rabo de gato, una planta medicinal que se encuentra principalmente en Valencia, en zonas de matorrales y cuyas propiedades, según mi abuela, eran infinitas. Así es, una infusión de rabo de gato servía para aliviar los síntomas de la gripe y la faringitis, pero eso no era todo, porque también se podía usar como cataplasma y entonces servía para aliviar los síntomas de las quemaduras y refrescar la piel. Como os contaba, recuerdo aquel día que fui al campo y vi un gran pinar cubierto de sotobosque, con brezos y matorral bajo pintado con tonos ocres, dorados y marrones, es una postal que nunca podré olvidar. Habíamos ido muchas veces a coger tomillo, romero u otras hierbas que mi abuela utilizaba diariamente pero recuerdo aquel día como un día especial, lo recuerdo como si fuera hoy. A veces me pregunto, ¿por qué recuerdo aquel día? ¿qué tenía de especial? y termino pensando en los colores especiales del otoño o en el cielo aborregado y tan azul de aquel día o quizás un pensamiento que aquel día atravesó mi mente, lo tenía claro, quería ser botánica, aquel día pensé que de mayor quería ser botánica y conocer todas las hierbas y sus propiedades. Era una verdadera determinación, con 8 o 9 años, había visto mi conexión interior, aquello que creía que me iba a ser mi gran revelación en la vida.

Fue pasando el tiempo, llego la hora de estudiar y nunca recordé que quería ser botánica. Os confieso que no estudié lo que me hubiera gustado, porque entonces, los padres tenían el poder y la decisión de decir cuál era la titulación que tenía futuro. Estoy segura que fue por mi bien pero, no pude elegir, quizás no hubiera elegido la botánica, o quizás si, pero han ido pasando los años y aunque me gustan muchos las plantas, el huerto, la montaña y la naturaleza, no he conseguido tener el control que tenía mi abuela. Tengo una asignatura pendiente, quiero estudiar botánica. Tal vez hoy, último día del año, pudiera pensar que es mi propósito de Nuevo Año pero intuyo que no lo es. Primero debo disfrutar del viaje de la vida lenta, encontrar mi conexión con el aquí y el ahora y cuando la encuentre desde el ser, desde el interior, iniciaré mi nuevo viaje para conocer las plantas y sus propiedades. Muchas veces me he planteado ¿por qué muchos de los objetivos que nos proponemos nunca llegan a su fin? y he llegado a la conclusión de que es así porque no los hacemos en el momento oportuno, no están conectados con la realidad, debemos partir de nuestro camino y desde allí marcar pequeños pasos para celebrar cada día un pequeño logro, pasos que nos acerquen a nuestro objetivo pero disfrutando día a día, del camino y de nuestros pequeños logros. ¿Sabéis que pasa si el objetivo no está conectado con la realidad?, Por experiencia, si lo vemos lejos en el tiempo, alejado del camino  de cada día, no sentimos la emocionante ilusión de caminar por nuestro camino vital, y abandonamos.

Con estas pequeñas pinceladas termino este post, no si antes desearos Feliz Año 2016, lleno de ilusiones, paz, calma y tranquilidad y sobretodo que caminéis por el camino de la vida lenta y sin prisas.

Un abrazo




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