"TÁCTICA es lo que se hace cuando hay algo que hacer, ESTRATEGIA es lo que se hace cuando no hay nada que hacer"
Savielly Tartakover

domingo, 1 de mayo de 2016

Experiencias sobre el apego


Hoy quería contaros mis experiencias sobre el apego y resaltar que me he dado cuenta de que los resultados que uno tiene no son siempre los que espera, sino los que necesita. Así es, mi abuela siempre decía "lo que pasa, conviene". En un principio suena a resignación pero si te fijas y observas llega un momento en que te das cuenta de que es cierto, la vida no te envía lo que deseas sino lo que necesitas para superarte. Seguro que te estás preguntando ¿para que necesita yo.....? No lo sé, pero si dejas tiempo, lo miras con distancia y lo relacionas con otros sucesos de tu vida, te aseguro que tendrás la respuesta. Lo cierto es que si te apegas al resultado no verás nada.

Fijaros en lo que pasa, habitualmente gestiono proyectos de investigación y en el presupuesto tengo una parte de costes directos y otra de costes indirectos. Los costes indirectos siempre son un tanto por ciento de los directos por lo que tengo la seguridad que si consiga justificar la parte directa todo el proyecto estará bien justificado porque los costes indirectos son un tanto por ciento de los directos y se aplican solos no tengo que hacer nada. De la misma manera, si planto un limonero, lo riego, lo cuido y dejo pasar el tiempo adecuado, sé que con el tiempo recogeré limones, puede tardar más o menos pero seguro que en algún momento recojo limones.

Parece sencillo pero, a veces se complica. El secreto está en pensar en el camino, hacer todo lo que esté en tu mano para recorrer el camino y no obsesionarte con los resultados. Si solo piensas en resultados pueden pasar dos cosas o que pierdas y no consigas nada o que lo consigas pero no sea sostenible, que no perdure y en poco tiempo vuelvas a  las circunstancias iniciales.

Imagina el limonero de antes, si en lugar de cuidar el árbol y disfrutar de su crecimiento, de sus primeros tallos, de sus hojitas, de su primera flor, de sus frutos, de verlos crecer... me obsesiono con que quiero recoger limones desde el primer día, probablemente lo regaré, lo pondré al sol, y llegaré por la mañana veré que no tiene frutos y lo volveré a regar y por la noche saldré a ver si tiene limones y como no tiene lo cambiaré de maceta por si no tiene suficiente tierra y a la mañana siguiente... En primer lugar, la ansiedad me está consumiendo porque no tengo lo que yo quiero, no hay limones y en segundo lugar, seguro que si sigo con ese ritmo terminaré por ahogar la planta y lo que se ponga por delante. Esta misma situación se puede asimilar a las relaciones personales, si piensas en que es algo inestable y que lo puedes perder, si te obsesionas pensando que hacer para no perderlo, no estás viviendo el presente y lo más probable será que ahogues algo que acaba de nacer y que necesita mimo. Te aseguro que es la manera más fácil de que suceda lo que estás pensando. "Lo que crees, creas"

En definitiva, si quieres que algo vaya bien es necesario disfrutar del presente y vivir el camino sin apegarte al resultado, lo que tenga que pasar pasará y si has puesto todos los medios para que pase, ten por seguro que obtendrás el resultado esperado o lo que necesitas.



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