Vistas de Denia desde el castillo |
Este fin de semana he visitado Denia. No había estado nunca allí pero tenía muchas ganas de ir porque mi abuela Rosario nació allí y, muchas veces, me contaba que con la edad de 6 o 7 años su misión era llevar agua fresca a los pescadores del puerto, para que su trabajo fuera más agradable. Era tanto mi deseo de conocer el puerto que me alojé allí, si, en el mismo puerto.
Me alojé en la Posada del Mar, un hotel que antiguamente fue las atarazanas (les drassanes) del puerto, un edificio con historia, con inolvidables vivencias y con muchos años de antigüedad. Lo mejor de todo es su situación, ocupa un lugar de ensueño en el puerto y con unas vistas de la bahía privilegiadas. Os recomiendo, que si alguna vez vais, abráis bien las cortinas y que os despierte la puesta del sol, al amanecer. Es una sensación mágica, no os lo podéis perder.
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