Foto: revista Sync |
En 1447 hubo en Valencia un gran incendio. Tal fue su magnitud que cuentas las crónicas que a la misma hora que el incendio asolaba Valencia, las parroquias sacaban en procesión a sus santos más venerados para pedir a la divinidad que cesara su ira. Según he leído en el boletín inforuvid del mes de enero de 2016, este incendio está muy relacionado con un crimen que había sucedido unos días antes en una alquería de Paiporta y la ejecución pública de los culpables en el patíbulo.
El fuego se inició el 16 de marzo de 1447 y en poco tiempo llegó a unas dimensiones considerables. Es de señalar que los incendios en época medieval se ocasionaban y propagaban con gran velocidad ya que las viviendas se iluminaban con candiles de gas, las casas estaban muy próximas unas a otras y en su mayor parte estaban construidas de madera y por si faltaba algo, las calles donde estaban ubicadas las viviendas eran muy estrechas e impedían el acceso para su extinción. Hubieron incendios importantes en 1405, 1415, 1425 y 1447.
Este acontecimiento tuvo bastante relevancia en el urbanismo de nuestra ciudad, ya que, como se puede apreciar en el mapa del Padre Tosca de 1709, dos siglos después del siniestro, se puede observar un trazo más regular en la trama urbana de la ciudad, reconstruida tras este gran incendio. Según nos indica el boletín de Inforuvid, Melchor Miralles, cura del rey Alfonso el Magnánimo, y Jaume Roig hablan de este espectacular incendio en sus obras.
Es de señalar como un acontecimiento tan negativo como un incendio devastador donde se quemaron 46 viviendas y todos los puestos del mercado afectó a la economía y posterior y sobre todo a su urbanismo. Según un estudio de la Universitat de València, publicado en la revista Urban History de la Universidad de Cambridge hay un paralelismo entre incendios que se han producido en otras ciudades europeas, como Londres, y posteriores reformas urbanística de gran envergadura.
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