Hace algún tiempo por casualidad llegó a mis manos el libro Elogio a la lentitud del escritor Carl Honore, lo leí con curiosidad, me encantó, pero como muchas otras cosas no lo aplique en mi día a día. No lo apliqué porque una de mis creencias mejor instaladas en mi mente es que no puedo estar parada, tengo que estar en constante movimiento, tengo que hacer muchas cosas, así cada vez que empiezo algo nuevo me siento realizada, aunque me gusta la actividad, en el plazo de un año o como mucho dos, la habré cambiado por otra, la verdad es que he empezado muchísimas disciplinas, pero, no soy experta en ninguna. Os tengo que confesar que no me arrepiento porque de la asociación de las cosas siempre salen muy buenas ideas, de hecho la mayor parte de las innovaciones, son incrementales y han surgido de la asociación de ideas o de utilizar algo para otra cosa para la que no fue pensada.
Así las cosas, he hecho cursos de casi todo lo que podáis imaginar pero llega un momento en que no sirve de nada hacer cursos si no tratas de implementarlos, si no prácticas, sino los ordenas, los compilas, tomas conciencia del material y lo usas. Recuerdo que una vez fui a un taller vivencial sobre como consolidar tus valores personales y una chica muy joven que había entre los asistentes nos compartió su experiencia personal. Nos dijo que había terminado la carrera, había hecho cientos de cursos de especialización sobre materias determinadas y que nunca pasaba una entrevista de trabajo. La chica estaba bastante desmotivada y no sabía muy bien qué es lo que sucedía. Recuerdo que la instructora le dijo "Quizás es el momento de dejar de hacer cursos, centrarte en lo que te han enseñado y ponerlos en práctica. No sirve de nada hacer muchos cursos si después no te tomas tu tiempo para asentarlos dentro ti, para crear un castillo de serenidad y conocimientos para sentir seguridad y saber que conoces el tema y que podrías utilizarlo en cualquier momento". Cuando trabajas por lo que te gusta sin esperar resultados las cosas van mejor porque te libras de la ansiedad de la espera.
Es algo que parece obvio, pero, me sentí muy identificada. Yo disfrutaba mucho de los cursos pero cuando los acababa, actualizaba mi currículum, dejaba el material en una estantería y como mucho, un año después, le quitaba el polvo, si no lo tiraba para hacer sitio para nuevos materiales más recientes. Un día, buceando en Internet descubrí la página de Mamen, universo flow, y me cautivó tanto que decidí subirme al tren de la vida lenta. Cada uno ve las oportunidades en su momento, todo llega a su debido tiempo, solo has de saber esperar, a mí me llegó este día.
Todo esto os lo cuento porque hace unos días leí un articulo de Jeroen Sangers sobre productividad en el que decía que de todas las personas que se hacen propósitos para el nuevo año solo empiezan con el plan un 12%, es decir, fijaros que un 88% de las personas que se hacen a la idea de nuevos propósitos no llegan nunca a iniciar su plan, es más muchos ni se molestan en escribir cuál es el objetivo. Lo más curioso es que del 12% que lo intenta sólo el 5% llega al final, menos de la mitad. Cuándo lo leí me pregunté, ¿por qué tan solo un 5% lo consigue? Después de reflexionar he llegado a la conclusión de que cambiar de hábitos resulta complicado, de modo que, cada día veo ofertas de cursos en mi correo, en carteles, en propaganda... y mi primera reacción siempre es apuntarme. Vemos aquello en lo que nos enfocamos y yo veo cursos interesantes por doquier.
Mi primer objetivo es ser más reflexiva, no ser tan impulsiva como hasta ahora y cada vez que tenga la oportunidad de hacer un curso o alguna actividad, preguntarme ¿esto que quiero hacer me ayuda a alcanzar mi objetivo o me acerca a él? Si la respuesta es no, lo dejo, lo suelto y sigo con mis tareas. El primer hábito que quiero conseguir es eliminar aquello que sobra en mi día a día para conseguir tiempo.
En resumen, he llegado a la conclusión de que antes de implantar nuevos hábitos hay que desaprender aquellos que nos frenan a conseguir nuestros objetivos. ¿Y tú? ¿tienes algún hábito que te frena y que te gustaría desaprender?
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