"TÁCTICA es lo que se hace cuando hay algo que hacer, ESTRATEGIA es lo que se hace cuando no hay nada que hacer"
Savielly Tartakover

viernes, 25 de marzo de 2016

La comunicación no verbal en las redes sociales

Como os he contado en otras ocasiones, en nuestras conversaciones prima en un 93% la comunicación no verbal frente a las palabras que sólo tienen un 7 % de protagonismo. Parece ilógico, pero es real. Hoy me gustaría contaros un estudio que han hecho en la Universidad de UCLA relativo a los dispositivos móviles y las redes sociales. Según esta investigación, el uso de las redes sociales hace perder la sensibilidad para leer las señales emocionales, es decir, reduce las habilidades sociales. Para evitar esta situación se crearon los emoticonos pero, parece que no han dado el resultado esperado.

Los investigadores de UCLA cogieron a dos grupos de jóvenes, uno de ellos siguió usando sus dispositivos móviles y al otro grupo lo desplazaron al monte, a un sitio donde no había cobertura y disfrutaron 5 días haciendo actividades de campo. Después de los 5 días, a los dos grupos les hicieron una prueba en la que analizaban vídeos, fotografías o audios y los estudiantes tenían que decir cuál era el sentimiento o la expresión que mostraban los actores. El resultado fue que los alumnos que habían estado en el campo se equivocaron mucho menos (un margen de error de 9,41 frente al 15 del resto de estudiantes) que los que habían usado dispositivos móviles. En tan sólo 5 días mejoraron su capacidad para descifrar o leer comportamientos y sentimientos.

El resultado final fue claro, el uso del móvil y las redes sociales produce una disminución de la sensibilidad para leer señales emocionales y comprender el lenguaje no verbal pero la buena noticia es que se mejora mucho con tan sólo 5 días de descanso.

Podéis consultar el estudio en el siguiente link:

jueves, 24 de marzo de 2016

Atención plena en las redes sociales

Autor imagen: Infocux Technologies, Flickr, Creative Commons
Ayer leí un artículo sobre la atención plena o mindfulness aplicado a las redes sociales. Uno de los miedos más presentes en todos nosotros es el miedo al rechazo, es un miedo que se activa cuando somos muy pequeños, tememos ser abandonados y no poder subsistir. Con el tiempo este miedo va desapareciendo pero siempre queda una pequeña reminiscencia. Como dice mi abuela "el que tuvo, retuvo"Este temor se mantiene en las redes sociales, nuestro cerebro no diferencia si estamos on line o off line, nos levantamos por la mañana y lo primero que hacemos es mirar el móvil y vemos si han contestado a nuestros correos, si han respondido a nuestros Whatsapps, cuántas personas han leído nuestros tuits, qué tuits han sido los más respondidos o los más retuiteados...

Es curioso, decimos que no nos importa si contestan o no a nuestros mensajes pero tenemos alarmas que nos avisan cuando alguien responde, tenemos el doble click azul del Whatsapp, miramos las estadísticas... pero nos da igual, nosotros decimos lo que sentimos y si los demás lo leen ya no depende de nosotros. En fin, vamos al camino fácil y queremos pensar que no necesitamos respuestas, pero no es cierto, tenemos unas expectativas, unos deseos y esperamos que se cumplan, miramos 100 veces el móvil y no nos creemos que algo que es seguro que debía pasar no pase, pero seguro no hay nada, lo único seguro en la vida es el cambio y la transformación, afortunadamente. Como decía el otro día un compañero en la red, no es lo mismo la atención llena, la diversificación, el exceso de información que la atención plena.

Los medios sociales contribuyen al estrés social pero si aceptamos que puede ser una oportunidad para mejorar y aumentar nuestra conexión podemos construir nuestra propia experiencia.

El artículo proponía el siguiente ejercicio:

1.- Poneros cómodos en una silla, respirar profundamente dos o tres ocasiones y coger el móvil o el ordenador.
2.- Antes de mirarlo, reflexionar sobre las siguientes cuestiones:
  • A.- ¿Qué es lo que quiero ver? ¿Qué páginas voy a visitar?
  • B.- ¿Qué espero encontrar?
  • C.- Abre el ordenador y con plena conciencia ves a la página que habías pensado, navega y disfruta.
  • D.- Una vez hayas acabado, reflexiona sobre cómo te sientes, has encontrado lo que buscabas, cuánto tiempo has usado, te sientes pleno y reconfortado o por el contrario sientes que no se han cumplido tus expectativas.
  • E.- Reflexiona sobre tus respuestas, fíjate en cómo te sientes. Saber cómo ha sido la experiencia te ayudará a tomar mejores decisiones en próximas ocasiones y a disfrutar de las redes sociales con atención plena.


Como os conté el otro día, por nuestro cerebro pasan millones de datos pero éste sólo retiene aquello en lo que se enfoca, ya que si retuviera el resto tendríamos una sobresaturación de información. Pensar en qué es lo que esperamos encontrar hará que te enfoques en ello y que lo encuentres mucho antes porque tu cerebro estará atento a todas las pistas que encuentre.

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martes, 15 de marzo de 2016

Cómo funciona el sesgo de negatividad

Hoy quisiera contaros una cosa que me parece muy curiosa y a la vez interesante porque si la comprendes y la tienes en cuenta, el sesgo de la negatividad, que en principio todos tenemos, desaparece.

Muchos os preguntaréis qué es el sesgo de la negatividad y la verdad es que un término curioso. Esta estudiado que los humanas observamos tan solo 1 cosa positiva por cada 7 negativas que nos suceden. Si, tendemos a recordar con más facilidad las cosas desagradables. Un investigador dijo "El cerebro humano es velcro para las experiencias negativas y teflón para las positivas". Así es, pero tiene una explicación, en la edad antigua, cuando el ser humano estaba en la selva y escuchaba un ruido extraño era más valioso salir corriendo, por si era un león, que esperar a ver qué era lo que había ocasionado ese ruido.

Nuestro cerebro ha evolucionado pero muchas cosas se conservan y ello es porque en nuestro cerebro opera la neuroplasticidad, es decir, se va adaptando a las circunstancias. Las neuronas van creando nuevos caminos y reforzando creencias o debilitándolas en función de las experiencias. Así las cosas cuando observamos algo que no nos gusta tendemos a reaccionar negativamente. Por desgracia esta sensación tiende a reforzar nuestra ira o rabia y se consolidad en circuitos neuronales. Es decir, contra más nos enfadamos más reforzamos nuestras neuronas para el enfado, más predispuestos estamos a enfadarnos y más fácilmente lo hacemos. ¿os habéis dado cuenta alguna vez? ¿No os ha sucedido nunca que el día que estáis enfadados lo estáis con el mundo en general o estáis más propensos a enfadaros? Esto es porque el sesgo de la negatividad se ve reforzado.

La buena noticia es que también podemos debilitarlo y es fácil hacerlo. Sólo hay que fijar la atención en las cosas positivas y reforzar este circuito neuronal. Os confieso que solo es práctica, ¿no os ha sucedido nunca que cuando os rompéis un brazo os fijáis que hay mucha gente con brazos rotos? Es porque antes no habías pensado en ello y nunca habíamos reparado que eso estaba allí porque nuestro cerebro obviaba esta información para ahorrar recursos. Nos fijamos en aquello que observamos o que nos interesa. Cuando nos fijamos en lo positivo se vuelve nuestra segunda naturaleza y se refuerza un nuevo hábito. 

Me gustaría acabar este post proponiendo un ejercicio. Cada día, al acostarte, piensa en tres cosas positivas que te hayan sucedido en el día. Confieso que al principio cuesta pero cada vez es más fácil identificarlas y el hecho de recordarlas te ayuda a pasarlas a la memoria de largo plazo por lo que las disfrutas con más intensidad.  Cuando suceda algo de forma distinta a como habías pensado piensa ¿puedo aprender algo nuevo de esta situación ¿Qué puede aportarme?.

Me gustaría terminar recordando a mi abuela Rosario que siempre decía "lo que pasa conviene" y así es, al principio parece resignación o aceptación de lo que sucede pero no es así, aquello vivido como un hecho aislado puede parecer negativo en un momento dado pero unido a otros hechos posteriores resulta que el final siempre te aporta algo positivo. 

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jueves, 10 de marzo de 2016

Cómo sobreponernos a la falta de tiempo

En general, a todos nos gusta tener la sensación de estar muy ocupados porque nos hace sentir importantes, es por esto que vamos añadiendo poco a a poco actividades a nuestro día y, de esta manera, cuando hemos llenado todo el día, vamos corriendo de aquí para allá porque no llegamos, y entonces, le quitamos tiempo a la comida y durante este tiempo hacemos varias cosas a la vez olvidándonos de que comer no es solo un acto para subsistir sino que además es un verdadero placer. Cuando hemos llenado todos los huecos nos sentimos bien pero, con el tiempo, empezamos a sentir el agobio de que algo no va bien, nos pasamos todo el día corriendo y no disfrutamos de nada.

Vale, está claro,  hemos llegado aquí y el siguiente paso es reflexionar que tenemos muchas actividades y empezar a quitar, eso si, con dolor del alma, aquellas que menos te compensan. Pasa un tiempo y entonces ves un hueco y decides lo mejor, llenarlo de nuevo, llega un momento que estás como antes o peor y entonces empezamos de nuevo a quitar cosas. Os confirmo que es un ciclo, hay que tener mucha energía para quitar actividades y no volverlas a poner. Es muy duro pero así es, para mí es el círculo de las actividades, es como el ciclo de la vida, es una premisa que ocurre siempre.

Yo, que soy una experta en actividades y que he pasado por este ciclo muchas veces voy a contaros lo que  a mi me funciona.

Lo primero es que siempre que vayas a iniciar una actividad nueva pienses en tu objetivo, en tu propósito de vida, lo visualices y cuando lo tengas claro, reflexiones sobre si la actividad que estás a punto de iniciar te acerca tu propósito de vida. Si la respuesta es sí, adelante y a por ello. Si la respuesta es no, a menos que te haga mucha ilusión, no empieces, porque lo acabarás abandonando con mucho dolor del alma.

El segundo paso es cuando ya tienes claras las actividades que vas a llevar a cabo, si en algún momento te sientes desbordado, en lugar de renunciar a aquellas actividades que te acercan a tu propósito de vida, párate, respira y crea una rutina contra el estrés o contra el agobio.  Está demostrado que el cerebro humano se siente tranquilo cuando sabe lo que va a ocurrir, y se siente nervioso o intranquilo en ambientes de incertidumbre. Nuestro cerebro se siente cómodo con los comportamientos repetitivos. ¿Qué piensas que es un rutina? Es una forma de evitar equivocaciones y de seguir un patrón establecido que hace que nos sintamos cómodos y en nuestra zona de control. Cada uno tiene que crear la rutina que le vaya bien, por ejemplo, la mía es cerrar los ojos, sentirme relajada y pensar en aquello que más me gusta, lo que me hace sentir bien. El sentido es mantener ocupado a tu cerebro y que esté en el aquí y en el ahora, no yendo y viniendo de no sé sabe dónde. A veces, si es posible, voy a pasear al parque y cuento perros o gatos o palmeras o farolas... Te prometo que verás muchas cosas que nunca te habías fijado que existían y te sentirás mucho más tranquilo/a. Al principio pensaba que no tenía tiempo para hacer esto pero te aseguro que son 10 minutos y luego la productividad se multiplica por lo que acabas ganándo el tiempo que has invertido.

Estar ocupado es una señal muy intensa de lo que los científicos llaman sobrecarga cognitiva y que afecta a muchas de nuestras funciones vitales como pensar de forma creativa, planificar, innovar, recordar información, hablar de forma fluida, escuchar con atención y otras funciones importantes.

Mi consejo es que antes de empezar cualquier cosa reflexiones sobre que te va a aportar, para las situaciones de emergencia crea un ritual de tranquilidad y sobretodo evita la multitarea, incluso  con actividades que podemos hacer de forma inconsciente como comer.

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miércoles, 9 de marzo de 2016

La música ayuda a romper el hielo.

foto : ottmarliebert.com
Estos días he estado pensando que es hora de volver a tocar en el grupo de Djembé pero siempre me da pereza llamar a mis compañeros para ver qué están haciendo y cuándo pienso que tendría que ponerme al día, uffff, veo una montaña grande y sinuosa que me da la sombra y me da miedo subir.

Como os he contado en otros posts lo que pasa conviene y lo que sucede no ocurre por casualidad sino por causalidad, así las cosas, el sábado vi a una de las chicas del grupo en la mascletá y me invitó a una cerveza, os tengo que confesar que las relaciones sociales hacen milagros, toda la pereza de los días atrás desapareció y no sólo eso, sino que además me invadió la ilusión de tocar y las ganas de unirme de nuevo al grupo.

Os cuento esto porque hoy he leído un artículo de investigación sobre cómo unirse a un grupo musical ayuda a forjar lazos sociales y actúa como acelerador para romper el hielo. Es un artículo muy interesante que os recomiendo leer pero antes quiero haceros un resumen de lo que yo entendí porque me parece muy útil.

En la actualidad el 80% de los contactos entre la gente se produce por redes sociales como Facebook y Twitter y estamos descuidando, en muchas ocasiones por falta de tiempo las relaciones sociales. La música ha existido desde tiempos remotos,tanto es así, que la primera flauta de hueso que se conoce tiene 40.000 años de antigüedad y desde entonces hay música. En todo este tiempo se ha venido observando sus cualidades terapéuticas y en muchas ocasiones, se ha utilizado como terapia para mejorar nuestra salud.

El artículo explicaba que pertenecer a un grupo de música (canto, percusión...) mejora la salud física y mental y promociona la vinculación social. Entre otros efectos, mejora la respiración, la postura corporal, alivia la tensión muscular, nuestro sistema inmunológico se hace más potente, mejoramos la memoria, mejora nuestro lenguaje... Los científicos señalan que tocar o cantar libera neurotransmisores tales como la B-endorfina (analgésico natural) que hace que aumenten nuestras defensas.

Antiguamente las música se practicaba en entornos sociales determinados como ritos religiosos, partidos de fútbol, entrenamientos de militares, trabajos e marineros... lo que hace pensar que la música creaba cohesión y hacía que la actividad que uno tenía que desarrollar fuera más amena y más fácil de desempeñar.

Actualmente, en nuestra sociedad, y no solo en nuestro país,  hay un aumento creciente del número de coros, grupos musicales, grupos de percusión y otras entidades lo que nos sugiere que estamos volviendo de alguna manera a la tradición antigua y a la cohesión social fuera de las redes sociales. Los miembros de grupos musicales, normalmente, tocan en diferentes entidades para crear vínculos de amistad y trabajo de manera que se incrementan exponencialmente los contactos personales entre personas y por lo tanto, actúa como acelerador para romper el hielo e iniciar nuevos contactos ya que las personas parten de una afición común que hace que nuestra actitud hacía la otra persona sea de total confianza y apertura. ¿No os ha pasado nunca que cuando acabamos de conocer a alguien que comparte nuestras aficiones nos sentimos como si lo conociéramos desde hace mucho tiempo? Así es, cuando las aficiones coinciden mostramos una apertura muchas más rápida.

Os dejo el link al artículo por si os interesa leerlo, a mi me ha parecido muy interesante:



martes, 1 de marzo de 2016

¿Eres de los que procrastinan?

Roshi Stream, Kavrepalanchowk, Nepal.
Ayer leí un artículo muy interesante sobre mindfulness. Como os he contado en otros artículos, esta técnica es el arte de la atención plena. Es una herramienta, simple y poderosa, que incrementa nuestra productividad.

Es simple porque solo con anclarnos al presente y tomar conciencia de lo que ocurre estamos evitando la ansiedad y el estrés. Fíjate que estando en el momento presente cultivamos la creatividad y la curiosidad, percibimos todos nuestros sentidos y sensaciones corporales e investigamos sobre nuestros patrones, impulsos, deseos...  Todas estas acciones nos hacen ser más conscientes de nosotros mismos y por lo tanto tiene el poder de incrementar nuestro desarrollo personal. 

En el artículo explicaban que, en numerosas investigaciones,  se ha demostrado el potencial de esta herramienta, y gracias a ello, las empresas se han dado cuenta de los innumerables  beneficios que obtienen cultivando esta práctica. En España, un 5% de las empresas, ya han introducido técnicas de mindfulness en sus actividades diarias y se hay evidencias que demuestran que, debido a ello, se ha reducido, hasta en un 78%, las bajas laborales por ansiedad y estrés. Es una herramienta muy potente para desarrollar mayor productividad y por lo tanto reducir la ansiedad entre los empleados.

En el estudio se señalaba que, la mayoría de los empleados, tiende a postponer las tareas importantes, y se hacía un análisis de por qué tendemos a ello. La razón es que nuestra mente se siente atraída por las cosas nuevas, sentimos curiosidad de saber quien nos escribe, o quien nos llama y dejamos de hacer lo importante para averiguarlo, de esta forma, nuestro cerebro genera dopamina y sentimos una satisfacción inmediata pero, por otro lado, procrastinar o aplazar la tarea hace que nuestra mente se sienta inquieta, ansiosa y que tenga una preocupación constante de saber que tiene una tarea a medias y que es necesario que, en algún momento la acabe.

A veces, lo que nos distrae no es una circunstancia externa sino nuestros propios pensamientos, que, unas veces son muy útiles y te recuerdan algo importante, pero, que en otras ocasiones sólo son meras distracciones y ruido mental. Te aseguro que no hay nada que dé más satisfacción que terminar una tarea que has ido aplazando o procrastinando, ¿no te ha pasado nunca? Cuando la terminas, respiras, y parece que hayas soltado un lastre de, por lo menos, una tonelada, o más, si cabe.

También os tengo que confesar que, en ocasiones, procrastinar no es dañino. Os voy a dar un ejemplo, imaginaros que estáis ordenado el armario y encontráis objetos o ropa que hace más de un año que no utilizáis pero que os da apuro deshaceros de ellas por si en algún momento pudieran ser útiles. La recomendación es, ponlo dentro de una caja cerrada con fecha de caducidad y si cuando llegue esta fecha no lo has utilizado, deshazte de la caja tranquilamente porque tu objeto se merece otra vida útil, recíclalo.

Esta semana os propongo que, penséis en esa tarea que siempre aplazáis, pensad por qué lo hacéis, quizás porque os parece muy larga, o porque os resulta tediosa, o simplemente porque no os gusta. Una vez hayáis pensado en la tarea dividirla en pequeños hitos que podáis ir haciendo cada día hasta terminarla, la sensación de tranquilidad y de espacio vital que deja en vuestra mente vale la pena y os ayudará a ser mucho más productivos.

Si te apetece leer algo más sobre esta técnica oriental puedes leer el siguiente artículo: