Mi interpretación del método FASE referido a la productividad

Hoy quiero contaros que hace unos días asistí a un seminario impartido por un miembro de la asociación DESATA y que trataba el tema o el reto de alcanzar una mayor productividad en nuestro día a día. Me gustó como enfocó la conferencia aunque creo que hacía mucho hincapié, tal vez demasiado, en que los aparatos electrónicos en general y el móvil, en particular, eran los causantes de que nuestra productividad no fuera la esperada.

Me gustó una expresión que guardo gratamente en mi memoria, referida a cuando, los compañeros te llaman continuamente por teléfono o vienen a verte para que les ayudes o les expliques cosas y no te dejan terminar algo importante. Agustín decía, en algún momento tienes que decidir entre ser San Enrique o ser un profesional productivo. Aquí no estoy totalmente de acuerdo con él, ya que considero el networking o las relaciones sociales, muy importantes para desarrollarnos en el día a día y obtener unos buenos resultados, pero coincido con él en el hecho de que, a veces, es necesario canalizar las preguntas a determinados momentos del día.

Hechas estas puntualizaciones voy a explicar en qué consiste el método FASE, hoy voy a enumerarlo de una manera esquemática y a dar unas breves pincelados y en próximas ocasiones iré desarollando cada una de las fases.

Las siglas significan:

1.- Foco

2.- Atención Plena

3.- Sistematización

4.- Energía

Hoy voy a centrarme en la  última fase, la ENERGÍA

La energía es un alimento muy importante para nuestro cuerpo y, por supuesto, nuestra mente, de ella depende el hecho de que tengamos ganas de trabajar, y seguir los principios derivados de nuestra creatividad interna o estemos derrotados y con ganas de estar en el sofá viendo la televisión y siguiendo las modas o tendencias de la multitud, sin detenernos a pensar cuál es nuestro objetivo, nuestra misión o nuestro plan de acción.

Todos sabemos como obtener la energía pero pocas veces lo ponemos en práctica, muchas veces por falta de tiempo y otras porque no somos conscientes de la importancia que tiene en nuestras decisiones diarias. 

Empecemos por el sueño, aunque cada uno tiene sus ritmos, es necesario dormir, al menos, 7 horas al día, de forma continua y con un sueño reparador que nos reconforte física y emocionalmente. Yo he experimentado que los días que soy muy productiva que trabajo mucho y que apenas dedico tiempo a otras tareas, por la noche estoy muy cansada, pero, a su vez, estoy muy inquieta mi mente quiere correr, no quiere dejar de trabajar, es la inercia, se ha puesto en marcha y no quiere detenerse, me duermo y a los 10  minutos despierto pensando en algo que no he hecho y que hubiera sido importante hacer o simplemente repaso mentalmente mi día y es imposible dormir. Me asaltan pensamientos recurrentes sobre trabajo. Tengo una compañera que siempre me dice que Dios le da a a cada uno lo que pide y yo le digo, a mi me da trabajo, y ella siempre contesta, revisa por qué.

Os cuento que he experimentado muchas cosas para dormir mejor pero las que me han funcionado han sido las siguientes: dar un pequeño paseo antes de dormir, no muy largo, pero por un parque y sin mirar al móvil, es cierto que lo llevo en el bolso, porque me da confianza, pero lo llevo guardado y procuro no mirarlo ya que la luz azul que produce dificulta el sueño.

Cuando regreso a casa, me preparo una infusión, me voy a la cama cojo un libro y leo durante media hora, durante este tiempo se va enfriando la infusión y finalmente, pongo una gota de lavanda en un cojín, me bebo la infusión, abro la ventana y duermo. Me funciona la mayoría de las veces, aunque he de confesar que no siempre.

Otro aspecto importante es cuidar nuestra alimentación ya que, muchas veces, a causa de las prisas comemos bocadillos, rosquilletas o cualquier cosa que tenemos a mano y que producen un exceso de energía que nos impide estar al 100% en nuestras tareas. Muchas veces comemos en el puesto de trabajo y mirando la pantalla del móvil o del ordenador. A mí me ocurre que, mientras trabajo, no tengo hambre, a veces miro el reloj y son las 4:00 de la tarde y entonces tengo tanta hambre que no sé que comer, me pongo nerviosa y termino sacando de la máquina cualquier cosa. En fin, a esto le he puesto solución, aunque todavía estoy en el camino.

Cuando hablamos de energía también nos referimos a energía emocional, social y cognoscitiva. La energía emocional hace referencia a actividades que hacen mejorar nuestro autoconocimiento como la meditación, la autoreflexión, la visualización, la respiración, el anclaje... 

Hay otra fuerza que nos hace ser muy productivos y es la energía social, quedar con amigos, conversar sobre cosas ajenas al trabajo, cenar reunidos jugando a algún juego de mesa, practicar hobbies, escuchar música o componer si eres muy creativo.

Por otro lado, la energía cognoscitiva nos empuja a leer y a aprender, a leer libros de una gran cantidad de géneros, novelas, ensayos, libros de misterio, cuanto más diversifiquemos más crecerá nuestra creatividad y seremos capaces de revivir la historias o ponernos en el lugar del personaje al que seguimos las huellas. Leer es transportarnos a otras épocas, comprender las circunstancias del autor, interiorizar las experiencias ajenas y diversificar los entornos y espacios para compartir. La lectura es todo un lujo y afortunadamente tenemos bibliotecas para sacar libros sin gastar dinero o incluso si quieres colaborar con una ONG, hay un lugar maravilloso que se llama Aida Books y que, con muy poca inversión, puedes adquirir buenos libros y, además, estas colaborando con un gran proyecto social.

Otra forma de ganar energía es haciendo deporte habitualmente, es algo divertido y a su vez, te darás cuenta que sin ser consciente sube tu autoestima y tus ganas de hacer cosas y mejorar. Da igual que tipo de ejercicio hagas, puedes correr, andar, hacer yoga, Tai-chi, zumba, spinning o el circuito ese que está de moda ahora y que es muy divertido porque se desarrolla en equipos. Es algo así como el humor amarillo o los juegos para fomentar el trabajo en equipo, pero, un poquito más duro, al menos para mí.

El próximo día os hablaré de otra fase, de de la "S" de sistematización y serenidad. Y tú ¿como llevas el tema de la energía? ¿duermes bien? ¿cuáles son tus estrategias para dormir? No quiero hacer este post muy largo pero no puedo evitar nombrar  aquí la ley de la atracción ya que habla de energía, aunque de otro tipo de energía. También os lo contaré en le próximo post.

Si te ha gustado este artículo quizás también te guste este otro:
http://saraialba.blogspot.com.es/2016/05/la-energia-ni-se-crea-ni-se-destruye.html