Hoy voy a hablaros de un tema que me interesa bastante, es el tema de la comunicación verbal y no verbal. Como sabéis, los seres humanos somos sociales por naturaleza, ya desde el nacimiento estamos acostumbrados a estar en familia y en la antigüedad, salir en grupo significaba mayores posibilidades de sobrevivir en una jungla llena de peligros.
La comunicación es una parte muy importante de nuestras vidas, pasamos la mayor parte del tiempo transmitiendo información, bien de forma consciente y con palabras o bien de forma inconscientes mediante lenguaje no verbal. Las posibilidades de comunicación son infinitas, podemos hablar de viajes, contar chistes, hablar nuestros proyectos, recordar el pasado, soñar con el futuro...
Hay personas con las que estarías hablando toda una vida y que no te cansarías jamás porque son personas creativas, que escuchan, apoyan, animan y que siempre tienen una palabra bonita y un tema que debatir de forma amena y divertida. En fin, está claro que nuestra capacidad de comunicación es muy importante en nuestra especie.
En relación al tema de la comunicación, un estudio demuestra que para un 60% de los participantes, su tema favorito de conversación son sus propias experiencias y pensamientos y, si esto lo trasladamos a las redes sociales, como Facebook y Twitter, este porcentaje se incrementa hasta llegar a un 80%. Así es, nuestra tema favorito de conversación son nuestras experiencias, es más, hay quien está a la espera de poder entrar en la conversación y coparla inmediatamente contando sus experiencias. No sé da cuenta, pero, es cierto, cuando entra en la conversación ya no puede hablar nadie más.
Seguro que habrá mucha gente preguntándose cuál será la razón para que con tantos temas interesantes que hay para hablar, nos gusta, precisamente, hablar de nosotros mismos. Los investigadores de la Universidad de Harvard hicieron una investigación con 195 participantes. Los investigadores solicitaron a los participantes que hablaran sobre sus opiniones y rasgos propios de su personalidad y que, cuando terminaran, hablaran de opiniones y rasgos de la personalidad de otras personas. Mientras los participantes hablaban los investigadores mediante resonancias magnéticas median que zonas del cerebro se activaban y si se producía aumento de actividad neuronal.
El descubrimiento fue el siguiente, cuando los invitados hablaban de si mismos se activaban partes del cerebro asociadas con el placer, la motivación y la recompensa y aumentaba claramente la actividad neuronal. El resultado de la investigación fue concluyente, hablar de uno mismo es intrínsecamente gratificante incluso si no hay nadie escuchando.
En definitiva, y aplicando lo que descubrieron estos investigadores, si quieres empatizar con otra persona y que se sienta cómoda mientras habla pregúntale sobre rasgos de su personalidad o sobre experiencias propias, pregúntale cómo hace las cosas que son fruto de su propia experiencia, eso si, no preguntes por qué las hace ya que podría sentir que pierde el control y derivarse una situación contraproducente de la que os hablaré otro día.
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