"TÁCTICA es lo que se hace cuando hay algo que hacer, ESTRATEGIA es lo que se hace cuando no hay nada que hacer"
Savielly Tartakover

lunes, 11 de julio de 2016

Conversaciones...


Hoy me gustaría hablaros de un tema que sabéis que me apasiona, el lenguaje y la forma de interactuar contigo y con los demás. A pesar del que el tema es muy interesante voy a centrarme en la comunicación interpersonal y en el próximo post me centraré en la intrapersonal.


Los actos del habla están asociados con efectos particulares que el orador intenta provocar en sus interlocutores, para que haya comunicación, la conversación tiene que ser bidireccional, si la otra parte no interactúa hay un intercambio de información pero no hay comunicación.

Así pues, para que la comunicación se produzca hay determinados ingredientes que tienen que mezclarse de forma adecuada para que el resultado sea el producto final esperado. Si fuéramos a hacer pan, sabemos, porque así lo ha dicho mucha gente y, además, probablemente ya hayamos experimentado en otras ocasiones,  que hacen falta unas determinadas medidas de harina, de agua y de levadura y que si seguimos la fórmula exacta, muy probablemente, el resultado será el esperado. 

Esto que vemos tan claro en el pan, podemos aplicarlo a la comunicación, hay muchos estudios que nos dan pistas sobre lo que funciona y lo que no para obtener una buena comunicación, pero, como siempre digo, no se trata de seguir las instrucciones al pie de la letra sino de experimentar, ver que es lo que mejor nos funciona y aplicarlo a nuestra situación concreta. Se trata de jugar, de sentirte retado y de conseguir la mejor fórmula para que tu comunicación sea grata y efectiva.

Necesitas aplicar unas determinadas "reglas", que en realidad no son tal, sino meras indicaciones que tu puedes aplicar a tu manera. Así, el filosofo inglés Paul Grice tenía unas reglas pragmáticas para una buena conversación y tengo que confesaros que, en mi opinión, era un poco idealista pero, no obstante, os cuento sus ideas y opináis vosotros.

La primera máxima es la de la cantidad, para tener una buena conversación no hay que hablar más de lo necesario para lograr el propósito que queremos conseguir. "Don't say too much or too litle". Así es, si dices mucho se perderá el mensaje, se desdibujará y se difuminará y si dices poco no habrá suficiente información para que el acto conversacional llegue a su fin. ¿Cuál es tu propósito? Da la información justa para conseguirlo.

La segunda máxima es la de la calidad, para que el acto conversacional sea efectivo no digas aquello de lo que dudas, no confundas, no digas lo primero que se te ocurra o venga a tu mente a no ser que tengas una justificación. Don't say what you don't believe or what you have no reason to believe. Si lo haces, pierdes credibilidad y ¿cómo se va a producir el efecto buscado si no confían en ti? El primer paso siempre es conseguir credibilidad y ello se consigue siendo humilde y sincero.

La tercera máxima es la relevancia, que lo que necesites decir sea relevante para conseguir el objetivo propuesto, claro que aquí ¿qué es lo relevante? Si estamos en un contexto cooperativo es algo obvio, si estamos en otro contexto habrá que reflexionar sobre ello. Esta máxima está directamente relacionada con la primera, ya que para mí, significa, di lo justo pero, además, que aquello que digas sea importante.

La cuarta y ultima máxima es ser breve, ordenado y evitar la ambigüedad, si os dais cuenta se repiten las anteriores, decir lo justo, de manera clara y ordenada. Me gustaría señalar que en este contexto, ser ordenado significa el uso de marcadores, tanto de argumentos, como de conclusión,  como de premisas.

En resumen, la conversación efectiva tiene unos ingredientes que puedes mezclar a tu manera para ver cuál es la receta que mejor te funciona.  ¿Y tú? ¿Piensas que las máximas de Paul Grice son idealistas? 



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