Este fin de semana he tenido la oportunidad de alojarme en el Camping de Navajas, justo al lado de la vía verde, una antigua vía minera que se ha habilitado como lugar de recreo y esparcimiento. Es increíble ver como a cualquier hora del día hay gente paseando en bicicleta, corriendo, andando o descansando por sus recónditos y entrañables parajes. Sus tonos verdes van variando de un tramo del camino a otro y su quietud invita a relajarte en la naturaleza y ver el mundo pasar mientras la quietud y la paz reinan en tu interior.
Algunas tardes salíamos a pasear y recordé un programa de radio que escuché no hace muchos días en que trataban el acto de caminar como una filosofía de vida y hacían un recorrido por su devenir a lo largo de los años. me gustó mucho el programa y me resultó muy interesante para profundizar en él, lo tengo anotado y creo que será mi próxima investigación. Hoy os voy a tratar de resumir lo que escuché y lo que se quedó grabado en mí.
Ya en la antigua Grecia, nuestro sabio, Aristóteles, tenía el hábito de dar clases mientras caminaba. Aristóteles fundó la escuela Peripatética o escuela itinerante. Según el filósofo caminar nos ayuda pensar y de hecho, recientemente, un estudio de la Universidad de Stanford ha demostrado que caminar crea conexiones neuronales.
Si seguimos avanzando en el arte de caminar, Nietzsche tiene una cita que dice "Solo tienen valor los pensamientos que nos vienen mientras andamos" Siguiendo esta idea vemos una preocupación vitalista por el camino y una crítica a aquellos pensadores que no salian de su habitación y que sus reflexiones eran sedentarias. Según su teoría en el deambular se crea un régimen especial de atención que favorece los pensamientos de calidad y creativos.
Más adelante Fréderic Gros, siguiendo la idea de Nietzsche escribió un ensayo sobre el andar en el que analiza las ideas de los pensadores Kant, Henry David, Thoreau, Walter Benjamin y Rousseau desde su forma de caminar. Propone una aproximación al paseo como arte filosófico como forma de vida. El autor dice "...para ir más despacio no se ha encontrado nada mejor que andar. Caminando se escapa a la idea misma de identidad, a la tentación de ser algo, de tener un nombre y una historia." Como ejemplo, Gros explica como Kant era muy metódico en sus paseos y siempre salía a la misma hora y con la ruta definida, esto se refleja en su escritura metódica y ordenada, en cambio Nietzsche paseaba de forma dispersa y sus escritos tenían menos cohesión, eran un reflejo de su forma de pasear.
El autor Robert Walser en 1917 escribe un libro sobre "el paseo" y escribe "Caminar es mucho más que poner un pie delante del otro. ¿y si solo se pudiera pensar bien a través de los pies."
En este libro el autor nos describe un paseo con un lenguaje que transmite la felicidad de aquel que disfruta de lo que ve y de lo que hace. El autor nos transmite que para crear se necesita pasear y ver el mundo que nos rodea, observar la vida que late en las calles como fuente de inspiración.
El programa de radio apuntaba a que los libros de caballerías, no eran otra cosa que relatos de caballeros andantes. Si lo piensas bien, el caballero raras veces andaba, porque iba a lomos de un imponente rocín, pero lo que señalaban es que lo importante era el desplazamiento físico y ello, estaba íntimamente ligado a la evolución interna del personaje. El acto de caminar hacía que el personaje evolucionara internamente y encontrara su yo vital. Lo importante es la experiencia del camino y el proceso de aprendizaje físico y espiritual por el que atraviesa el caballero. Nos describe una aventura maravillosa capaz de trasladarnos a cualquier lugar encantado.
También podemos pensar en los mágicos libros de viajes de Cristóbal Colón, o de Julio Verne o incluso en los de Unamuno. Os hablaré de estos libros en otra ocasión, hoy quiero resaltar la idea de que caminar es ver pasar el tiempo mientras el tuyo permanece en el presente. Es un regalo de la naturaleza,una invitación a estar a solas contemplando los matices de colores, las realidades sonoras, el agua fresca y cada uno de nuestros sentidos se recrea dando lugar a la creación de pensamientos mágicos que nos transportan a nuestra realidad.
Caminar es una actividad beneficiosa pero ¿qué pasa si caminas mucho? Lo importante es el equilibrio porque si caminas mucho, en lugar de reencontrarte con tu identidad estás tan cansado que se desdibuja y el acto de caminar se convierte en una huida hacía adelante quieres llegar a algún sitio para descansar y pasas del reencuentro y el placer, al cansancio y a una huida hacía adelante desdibujando lo que realmente somos, sólo quieres llegar a alguna parte, casi que no importa el destino como dice Alicia "siempre llegas a alguna parte si caminas lo suficiente"
Espero que este verano os animéis a andar por el campo, por la playa, por la ciudad, por parques, por el río o simplemente por lugares recónditos y entrañables de vuestra ciudad. Si te apetece contarme tu experiencia me gustará escucharla.
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