"TÁCTICA es lo que se hace cuando hay algo que hacer, ESTRATEGIA es lo que se hace cuando no hay nada que hacer"
Savielly Tartakover

domingo, 21 de marzo de 2021

Orden y productividad

 


Buenos días,

Hoy me paso por aquí para hablaros sobre rituales de orden y como influyen en la productividad. Tener las cosas ordenadas y en su sitio te ayuda a encontrar la armonía y a sentirte más tranquila. No hay nada como llegar a casa y que cada cosa esté en su sitio o llegar a la oficina y que la mesa invite a la simplicidad y a encontrar las cosas cuando las necesitas.

Voy a explicar el proceso en tres sencillos pasos:

1.- He experimentado que lo mejor es empezar por la lista de los innecesarios y deshacernos de todo aquello que no necesitamos y que simplemente acumulamos por si algún día nos hace falta pero cuando llega el día y lo necesitas, nunca lo encuentras, es la ley de Murphy, que te aseguro que funciona.

Deshazte sin piedad de los innecesarios y piensa que muchas veces no son objetos físicos sino que también pueden ser archivos digitales, compromisos que no te aportan, grupos de WhatsApp que nunca lees o newsletters a los que alguna vez te sucribiste y que en estos momentos no te interesan.

Si empiezas por la lista de los innecesarios has apostado por la simplificación y la claridad y te será mucho más fácil ordenar el resto de cosas que sí que usas.

2.- El segundo paso es limpiar las superficies imán, siempre hay algún lugar en el que tiendes a poner cosas que no tienen sitio y empiezas por un pos-it, le sigue un boli, luego un papel y llega un momento en que la superficie ha atraído tantas cosas que casi ni la ves. Empieza por despejar las superficies imán y hacer un compromiso contigo misma de que esta zona estará siempre despejada o al menos dedicarás un día ala semana a despejarla. Es como la habitación de los trastos, un día dejaste un libro, otro una maleta y con el paso del tiempo, pasó de la habitación de la plancha a trastero casi por arte de magia o la silla que todos tenemos en la habitación y en que un día dejamos la ropa porque estamos muy cansadas y a la semana que viene hay casi más ropa que en el armario.

3.- El último paso es establecer un sistema o proceso para que el orden se mantenga, ya sabéis que soy fan de las listas de verificación y de sistematizar procesos, pues bien, el orden también necesita sistematización para que se mantenga. Si dedicas cada día 10 minutos a ordenar con un plan preestablecido no necesitarás pasar un domingo maratoniano ordenando la casa para que tres meses después esté exactamente igual que el primer día.

Está estudiado que la claridad está asociada al orden y con claridad, foco y plan de acción es más fácil que consigas aquello que te hayas propuesto. Además, el orden reduce el estrés, te ayuda a ser más consciente de las cosas que tienes que hacer, hay una relación clara entre el orden en nuestra vida y nuestro estado de ánimo.

El orden no es un fin en si mismo, es un medio para mejorar nuestro trabajo. Mucha gente piensa que tener la mesa abarrotada es un signo de una persona ocupada y relevante profesionalmente pero, no es cierto, es mucho más efectivo cerrar temas, archivar expedientes y empezar nuevo ciclo. No hay nada más motivador que empezar un nuevo ciclo, los que me conocéis sabéis mi pasión por la luna y los ciclos lunares, todo en la vida tiene ciclos, las estaciones, la luna, los ciclos de sueño... En fin no hay nada como dedicar tiempo a cerrar ciclos y evitar distracciones cuando buscas algo que no encuentras o cuando encuentras algo que no te acordabas que tenías.


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