"TÁCTICA es lo que se hace cuando hay algo que hacer, ESTRATEGIA es lo que se hace cuando no hay nada que hacer"
Savielly Tartakover

miércoles, 30 de enero de 2019

Visibilidad y cercanía aumentan la ratio

Desde hace algún tiempo tengo encima de mi mesa del despacho un tarro con gominolas de colores, las puse un día que sentí como que tenía que poner algo en la mesa con la intención de que la gente que me visitaba se sintiera a gusto y sus gestiones fueran más agradables.

Puse el tarro encima de mi mesa y me di cuenta de que cada persona las come de una manera diferente, hay quien pasa por la puerta, se acerca y coge una o quien se sienta coge una y no puede parar o quien coge una y se marcha. La verdad es que estoy haciendo un estudio del comportamiento de las personas ante un tarro de gominolas.

Ayer leí un post de un estudio que había hecho el investigador Painter y su equipo y me gustaría compartirlo con vosotros. El investigador estudiaba el efecto de la interacción de dfos variables, visibilidad y proximidad, en el consumo de caramelos. En este estudio, se habían puesto caramelos a la vista de su grupo de trabajo y había observado que un 48% de las personas consumían caramelos cuando los tenía visible y al alcance de la mano.

Si escondía el tarro en un cajón próximo y de fácil acceso solo un 25% de las personas cogían el caramelo, es decir un 48% si había visibilidad del tarro y un 25% si el tarro estaba muy cerca pero no lo veían y, además, tenían que  hacer el pequeño esfuerzo de abrir un cajón para poderlas coger.

Asimismo este mismo autor, que investigaba la alimentación saludable, concluyó diciendo que solemos comer lo que tenemos a la vista en el banco de la cocina por lo que para tener una alimentación rica y nutritiva teníamos que hacer un estudio de lo que hay a la vista en nuestra cocina, esconder algunos productos e incrementar las frutas y las verduras que están visibles.

Me ha llamado la atención porque yo soy la primera que en los descansos de bloques de mis bloques de tiempo cojo un osito rojo. Empiezo por los rojos hasta que se acaban y luego sigo por los amarillos. Después de leer el post, creo que voy a ponerlos en el cajón y buscar algún snack saludable para poner encima de mi mesa. Voy a pensar en cuál.





martes, 29 de enero de 2019

Mente errante

Un 46,9% de nuestro tiempo estamos dispersos, no estamos aquí, sino en el pasado, en el futuro y en otros sitios. Este es el fenómeno conocido como mente errante, nuestra mente, por defecto, tiende a estar vagando, es común, hacemos una cosa mientras que pensamos en otra y la consecuencia es que perdemos nuestro foco y nos cuesta más finalizar las tareas.

Los investigadores de la Universidad de Harvard Killinsworth y Gilbert hicieron un estudio con más de 15.000 personas. El estudio se implementó a través de dispositivos móviles, para ello, los participantes recibían cada cierto tiempo un SMS que les preguntaba qué estaban haciendo, qué estaba pensando y cómo se sentía en ese momento. Esta investigación concluyó afirmando que no estar en el presente impacta negativamente en nuestro estado de ánimo.

Otro investigador, Hedy Cober, concluyó que la meditación continuada es la solución, ya que su práctica puede hacer que estemos más enfocados en lo que estamos haciendo y que disminuya el tiempo en que nos encontramos en estado errante.

Podemos definir la meditación como la práctica de desviar intencionalmente la atención de los pensamientos que te distraen a un solo punto de referencia como la respiración o las sensaciones corporales. Si te has propuesto meditar y no lo has conseguido o no encuentras el espacio propicio te recomiendo escuchar el ivoox de Marta Loperena, de felicidad de bolsillo, Marta explica muy bien las circunstancias externas e internas de la meditación y tiene unas meditaciones guiadas muy prácticas y fáciles de implementar. Ánimo, yo estoy en ello.



lunes, 28 de enero de 2019

Compras VS felicidad


¿Qué pensáis que es más satisfactorio comprar una cosa material o una experiencia?
Un estudio demuestra que aunque a priori todos podamos pensar que hemos gastado mejor el dinero si compramos una cosa material después de la compra cambiamos de opinión y nos sentimos mucho más gratificados si la compra consiste en una experiencia.

Está demostrado que la compra de una experiencia incrementa nuestro nivel de felicidad y hace que este sea más duradero ya que, una vez que se satisfacen las necesidades básicas la relación entre beneficio y bienestar subjetivo no es muy grande.

Comprar experiencias es más satisfactorio, y ello por dos razones principales; la primera es que es más fácil y divertido contar una experiencia que describir la posesión que hemos adquirido. Cuando cuentas una experiencia y la compartes con tus amigos vuelves a revivir los sucesos y disfrutas mientras lo haces, en cambio, si lo que cuentas es una compra material, además de que no es tan divertido, nos encontramos con que en nuestra sociedad el materialismo está estigmatizado y se considera que las personas que comparten estos hechos son más egoístas y un poco egocéntricas.

La segunda razón es que las compras experimentales son menos susceptibles de comparación social. Hay que recordar que una de las cosas que más nos perjudica cuando tratamos de alcanzar la felicidad son las comparaciones con el contexto. Comparar cosas materiales es mucho más fácil que comparar experiencias en las que, además, entran en juego sensaciones personales y percepciones sensoriales.

Por otra parte, cuando compramos una experiencia y tenemos que esperar para consumirla lo que sentimos es emoción y deseo de que llegue ese momento, es un sentimiento placentero en el que te regocijas pensando en lo que vendrá, ¿Recuerdas lo que sentías mientras esperabas que llegara el momento? Lo cierto es que si lo que esperas es que llegue una posesión que has comprado lo que sientes es impaciencia, ansiedad y nerviosismo por ver si ha llegado en buen estado y por estrenarlo.

En definitiva, aunque en un principio cabría pensar que para maximizar el valor económico de tu dinero lo mejor es hacer compras materiales, estudios demuestran que, una vez satisfechas las necesidades básicas, comprar experiencias es mucho más gratificante, deja mejor recuerdo e, incluso, incrementa nuestro nivel de felicidad.