Hoy quería contaros que en estos días he tenido un agudo dolor de espalda, era un dolor insoportable, parecía que tenía un peso muy grande sobre mis hombros y apenas podía mover el cuello. Era algo inexplicable, no había hecho ningún esfuerzo, ni había pasado frío y en apariencia no había hecho nada anormal que llevara aparejado un dolor tan grande pero sin embargo no podía moverme. Empecé a curiosear sobre este tema y he descubierto un artículo muy interesante de la doctora Candace Pert que da una explicación sobre los dolores corporales o musculares.
Según la doctora los humanos somos seres holísticos, nuestro cuerpo y nuestra mente trabajan al unísono, no hay separación entre nuestro plano mental y corporal aunque, a veces, lo olvidemos. Para esta autora cuando tenemos alguna tensión por resolver generalmente se manifiesta en forma de malestar físico, y dependiendo de la parte del cuerpo a la que afecta tiene diferente significado. En mi caso el malestar físico era en los hombros, y según los artículos que he leído significa que tenía demasiado peso, sentía que tenía demasiados frentes por cerrar, demasiadas cosas por hacer y no tenía muy claro lo que quería o dónde quería llegar.
Os cuento que finalmente he renunciado a la beca Erasmus Mundus porque en mi universidad no me han contestado sobre si me daban o no la licencia porque no había procedimiento establecido. He estado más de dos meses expectante a la resolución y os prometo que si hubiera tenido la más mínima oportunidad me invento el procedimiento en 5 minutos, pero no dependía de mí y como soy bastante proactiva no podía comprender cómo implementar un procedimiento sencillo podía demorar tanto un asunto. Al final, he visto como el dolor me invadía, me sentia sin energìa, tensa y apenas podía moverme y la solución ha sido cerrar frentes abiertos. He cerrado todo aquello que no estaba alineado con mis valores y con mi propósito de vida y os confieso que los resultados han sido mágicos. El dolor se ha convertido en una simple molestia y he dejado espacio para ver si mis actividades diarias están alineadas con mis valores o son cosas que hago por el simple hecho de hacer. Hoy paso página y me olvido de este tema que me ha causado inquietud y desmotivación. Sobretodo no me olvido del aprendizaje y aquí tengo dos muy claros, uno de ellos es lo que siempre decía mi iaia "lo que pasa conviene" y el otro es que a veces las expectativas nos juegan malas pasadas.
Aprovecho este post para dar las gracias a todos aquellos/as que me habéis acompañado en este duro proceso y que me habéis apoyado.
Gracias de corazón.
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