Esta semana he estado en Basilea (Suiza) y he de contaros que es una ciudad preciosa, me han gustado todos sus edificios, los rincones de sus calles y plazas y he de deciros que tiene más de 30 museos, a cuál mejor. Si me preguntarais cuál es mi edificio preferido y tuviera que elegir un edificio emblemático, sin duda elegiría la Iglesia de Santa Isabel.
Esta iglesia se construyó entre 1857 y 1865, fue la primera iglesia protestante construida en Basilea después de la Reforma. La iglesia está dedicada a Santa Isabel de Hungría, patrona de la caridad. Cuenta la historia que Isabel nació en Hungría el 7 de julio de 1207, hija del rey Andrés II, se casó muy joven y se dedico a cuidar de los enfermos y hacer caridad con los más necesitados. Es curioso que a Santa Isabel se le representa con un cesto de rosas en la mano porque cuenta la leyenda que una vez estaba repartiendo pan entre los necesitados cuando fue vista por un noble leal a la corte de su padre, Isabel tuvo miedo de ser castigada o rechazada por su padre y, en un acto reflejo, escondió el cesto, el noble se acerco y muy expectante le preguntó que hacía y cuando Isabel sacó el cesto para dar explicaciones, en lugar de llevar pan llevaba un ramo de rosas rosas.
Es una iglesia de estilo neogótica, con tres cuerpos y una torre de 71 metros de altura con 228 escalones. Dispone de un órgano, este instrumento fue construido en 1862 aunque lo repararon más tarde, concretamente en 1949. Lo que más me gusta de esta iglesia es el amplio espacio interior y sus ventanales, las vidrieras son muy luminosas, representan escenas de la resurrección de Cristo.
He de contaros que la iglesia está concebida como un espacio abierto a todas las religiones, se parece más a un centro cívico abierto a todas las personas que quieran participar que a una iglesia. El día que fui a visitarla había una vitrina con productos hechos a mano para la venta, una exposición, unos chicos ensayando con un piano, y muchas sillas dispuestas para ver una buena actuación.
Además, en el interior de la iglesia hay un pequeño bar muy acogedor, con cafetera y unas mesas muy bien ubicadas para mantener una agradable conversación en un sitio sin igual. Al principio me pareció muy extraño que hubiera un bar dentro de la iglesia pero, si lo piensas bien, si las personas que lo utilizan conversan en voz baja y comparten opiniones, sigue cumpliendo su función, y ¿por qué no? Hay una zona donde guardan timbales, djembés y otros instrumentos que usan en sus celebraciones habituales. En mi opinión, además de ser un edificio bellísimo está muy bien organizado y ofrece muchas prestaciones.
Os aconsejo que si vais a Basilea (suiza) además de ver todos y cada uno de sus rincones, que son preciosos, hagáis un paseo por la orilla del Rhin y os toméis un café en la iglesia de Santa Isabel, está ubicada justo al lado del teatro y de la fuente Tinguerly, por cierto, ambas cosas tampoco os la podéis perder.
En el próximo post os hablaré del museo de arte moderno, del museo de la música y del museo Tinguerly.
Espero que os haya gustado y que las fotos os den muchas ganas de visitar la iglesia de Santa Isabel.
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