Hoy voy a contaros una de las etapas del método FASE para mejorar la productividad, concretamente la segunda fase o fase de "atención plena" Hace unos días fui a una charla de la fundación DESATA sobre el mindfulness o atención plena de modo que voy a enlazar brevemente las dos sesiones. Voy a intentar simplificar pero ya sabéis que, a veces, es difícil.
He de empezar contando que mantenernos en el presente es una tarea más complicada de lo que parece, la mente tiende a dispersarse y a pensar en lo que hicimos ayer y lo que tenemos que hacer mañana sin reparar que el único momento en que vivimos es hoy, el pasado no existe y el mañana ya llegará. Como decía John Lennon "La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes".
Si aplicamos la atención plena a la productividad, hemos de tener en cuenta que cambiar de actividad continuamente hace aumentar las posibilidades de error y además ralentiza la tarea. Mientras nuestro cerebro cambia de tarea pasan uno segundos pero cuando volvemos a la que estábamos realizando primero hemos de hacer una tarea previa de chequear por dónde íbamos y hasta dónde habíamos llegado en nuestro objetivo para, posteriormente, poder continuar con lo que estábamos haciendo.
Como decía Agustín, lo recomendable es tener lo que el llamaba "momentos santuario", espacios de tiempo dedicados a hacer solo una tarea y en la que estamos plenamente concentrados en ella. Es difícil mantener la atención durante un tiempo largo pero podemos ir incrementando un 1% del tiempo dedicado hasta que seamos capaces de alcanzar 1 hora o 1 hora y media al día dedicada a la tarea que más nos hace avanzar hacía nuestro objetivo, por cierto ¿ya has detectado cuál es tu misión?
Para fijar los momentos santuarios es importante tener en cuenta nuestro ritmo vital, ¿a qué hora trabajas mejor? ¿a primera hora de la mañana o por la tarde?. Es imprescindible tener en cuenta que, generalmente, los mejores días de la semana para trabajar suelen ser el martes y el miércoles. Son los más productivos porque el lunes venimos del fin de semana y nos cuesta arrancar y el jueves ya estamos cansados y vamos preparando el fin de semana, y por ello, está comprobado que el ritmo de trabajo es más bajo en el resto de días que en los martes y los miércoles. Por poner un ejemplo, es como una carreta que va caminando y con la inercia anda más deprisa que si la has de poner en marcha y empezar a girar o que si empiezas a frenar para parar en un determinado sitio. Aprovecha la inercia.
Me gustaría contaros una de las cosas que más me llamó la atención de la sesión de mindfulness y es que se puede tener atención plena sin estar quieto y sentado, se puede prestar atención al cuerpo mientras bailas o mientras ríes o mientras respiras o de mil formas más. La atención consciente no es solo meditar, que es importante, es sentir que nuestro cuerpo cambia y estar atentos a los cambios, y no solo cambios físicos como si me encuentro más o menos cansado sino también cambios espirituales ¿me siento confiada? ¿más o menos que cuando empecé a fijar mi atención? ¿ha habido algún cambio en mi forma de pensar en las últimas 10 horas? ¿cómo me siento? ¿me siento habitualmente así o solo en este momento?, y si es solo en este momento, ¿qué es lo que hace que me sienta así?.
Espero que os sirva el post para estar más conscientes, a mi me ha servido para darme cuenta de que todo lo que veo es una proyección de lo que siento, es como si mirara a través de unas gafas que proyectan mi interior. Si en mi interior siento abundancia esto es lo que muestro al exterior, lo que proyecto y lo que veo. ¿Qué es lo que ves? ¿ves abundancia o escasez?
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