Estos días he estado leyendo sobre el neuromarketing, como sabéis la comunicación, tanto verbal como no verbal es un tema que me apasiona, me gusta ver como las redes sociales han dibujado una nueva forma de comunicarnos de una manera más efectiva y con un alcance mucho mayor al tradicional. El neuromarketing no es más que la aplicación de las técnicas de la neurociencia al marketing clásico. Su objetivo es medir el nivel de atención que muestran las diferentes personas ante diferentes estímulos. Aquí surge un reto, cada persona es diferente y a todos no nos atraen los mismos estímulos así que el desafío está en extrapolar los resultados para que nuestro dogma pueda identificarse con un grupo mayoritario de personas.
Hasta ahora la publicidad está encaminada a crear una experiencia y a despertar un impulso irracional que acabara en una decisión de compra. Olores, música, luces, lineales atractivos, posición y altura del producto eran elementos con los que jugaban los publicistas para conseguir esa resultado final esperado.
En la época actual en la que la mayoría de las compras se hacen por Internet o utilizando medios digitales hemos apostado por el neuromarketing para averiguar a qué estímulos responden los consumidores y que cambios se producen en su comportamiento. Un dato curioso es que el 85% de la información que utilizamos para tomar nuestras decisiones procede del inconsciente, en la mayoría de ocasiones hacemos la compra sin tener muy claro porque la hemos hecho, entra en juego la intuición por lo que las encuestas de satisfacción pierden un poco su sentido.
Si aplicamos el neuromarketing al turismo hemos de partir de que ha habido una gran transformación de los canales de distribución de productos, muchos de nosotros ya confiamos en plataformas digitales para organizar nuestro viaje, aquel en el que hemos puesto toda nuestra ilusión, nuestro sueño, nuestros mayores deseos, aquellos destinos en los que vamos a invertir nuestro tiempo para satisfacer nuestros mayores anhelos, Colombia, Bolivia, Costa Rica.. todo a un click y de una forma sencilla. Los touroperadores han perdido parte de su negocio porque somos más proactivos y contamos con herramientas inteligentes en las que confiamos, pero, ¿cómo puedo ayudar el neuromarketing a obtener mejor resultados en el sector turismo?
En esta nueva filosofía se trata de vender experiencias intangibles que generen recuerdos imborrables en la mente del consumidor. Se trata de generar credibilidad y confianza y de despertar las necesidades ocultos del consumidor aquellos que ni tan siquiera él conoce.
Actualmente hay varias herramientas que se están usando como el Neuro Web Design que analiza el recorrido de los ojos del usuario a lo largo de la Web y determina cuál es la combinación de elementos que atraen nuestra mirada. Con esta herramienta tenemos a nuestra disposición una Web accesible e intuitiva a través de que vender nuestros productos generando emociones desde el primer momento en que el usuario accede, en la fase previa, en la de preparación de su viaje soñado cuando incluso no tiene claro cuál es el destino que quiere elegir o cuáles han de ser las características de este destino. La Web nos da información de sus preferencias por los estímulos que ha despertado en el futuro consumidor.
Otra herramienta utilizada es el eyetracking, esta herramienta ayuda a comprender el pensamiento subconsciente del consumidor a través del estudio del movimiento del globo ocular y de la dilatación de las pupilas. Se puede medir la respuesta ante un estímulo auditivo, visual o emocional.
Y ya por último, voy a hablaros de otra herramienta curiosa, es el destinometro. Con esta herramienta, a través de técnicas de medición sensorial permite descubrir qué destino nos despierta más respuestas emocionales. Averiguar que destino encaja más con la persona y conocer de antemano cuáles son sus deseos a la hora de viajar.
El neromarketing aplicado al turismo nos abre un mundo de posibilidades para comercializar los nuevos destinos turísticos y alcanzar los resultados esperados sobretodo si tenemos en cuenta que el 85% de nuestros estímulos de compra son subconscientes, tenemos la intuición de que nos gustará y obtendremos lo esperados pero qué ocurre si alguien te muestra que hay destinos que se adaptan mejor a tu forma de viajar y a tus expectativas y que quizás nunca lo habrías probado si nadie te lo hubiera mostrado. A cada uno le gusta viajar de una forma determinada y que se acopla a sus necesidades de aventura, de seguridad, de bienestar... en estos días en que pensaba viajar a Bolivia he pasado días leyendo las experiencias de mujeres viajeras para inspirarme y he aprendido muchas cosas que han dejado huella en mí pero debo confesar que de quien más he aprendido ha sido de Javier, que me demostró que con una mochila pequeña y sin reservas previas se puede recorrer el mundo y pasarlo bien y además me ha invitado a comprobarlo.
Gracias Javier, este post va por ti aunque ya te confesé que nunca sería capaz de hacerlo igual que tú porque quizás por mis hábitos o por mi forma de ser necesito tenerlo todo controlado y planificado o de lo contrario, me siento insegura y vulnerable, quizás, como dice Vivian, la máxima a aplicar es actúa y confía, eso es, hay que dejar espacio para que las cosas sucedan, si lo planificas todo nunca podrán surgir nuevas experiencias que te enseñen a desenvolverte en la vida, trataré de mejorar.