"TÁCTICA es lo que se hace cuando hay algo que hacer, ESTRATEGIA es lo que se hace cuando no hay nada que hacer"
Savielly Tartakover

viernes, 27 de marzo de 2015

El libro mágico

Hoy os quiero contar mi participación en un nuevo proyecto con el que me siento muy entusiasmada y comprometida pero antes de contaros en qué consiste, voy a explicaros porque me produce tanta ilusión.

Cuando era pequeña, me encantaba tener amigos en todas partes del mundo, conocer otras culturas, otras formas de hacer las cosas y sobretodo otras formas de expresarse, otras formas de observar el mundo y aprender un poco de todo ello. Tenía el sueño de tener conocimiento de un mundo global, amigo y sin barreras, sin embargo siempre me ha dado miedo viajar, no sé por qué, pero tenía miedo a perderme, a no saber a dónde iba, a qué no me entendieran en otras lenguas y no sé a cuantas cosas más pero tenía la enorme suerte de que  podía cartearme con cualquier parte del mundo sin ningún problema e intercambiarnos pequeñas cosas y sobretodo muchas ideas.

En aquella época aún no estaban en danza las redes sociales, había Internet en muy pocos sitios y desde luego no lo había en casi ninguna casa. Escribía las cartas y tardaba entre 20 y 30 días en recibir respuesta, dependiendo de lo rápida que fuera la persona en contestar. La espera era increíble, esperabas nuevas noticias con entusiasmo y mucha ilusión, contabas los días e incluso ibas preparando otra carta para poder enviarla lo antes posible, en cuanto te llegara la respuesta esperada. Eran cartas elaboradas, con mucha información, sobre nuestra cultura, nuestras fiestas, nuestras costumbres y siempre con algún obsequio pequeño que cupiera en una carta o en un pequeño paquete que costaba muchísimo enviar al extranjero.

Siempre tuve la ilusión de iniciar una carta que recorriera todo el mundo, una carta que empezara yo y alguien, en cualquier parte del mundo continuara escribiendo. Quería que no fuera tan sólo una carta aislada sino una bonita composición, una historia escrita por todas las personas que formaban parte de mi circulo de amigos. Una carta que cada vez fuera más larga y donde todos pudiéramos volcar un poco de nuestra creatividad, de nuestros sueños y de nuestros anhelos. Una carta que cada vez fuera más y más grande y que al final fuera tan grande que casi no cupiera en un sobre.  Mi sueño nunca se hizo realidad, la carta nunca se completó, aunque inicié la carta nunca me llegó el final, ni tan siquiera sé si se continuó.

Años más tarde, llegó Internet, en todas las casa había posibilidad de escribir correos electrónicos y las cartas en papel se perdieron para siempre. Seguí escribiendo pero por correo electrónico y en alguna ocasión pensé en retomar la carta, me hubiera gustado que fuera una carta única, en papel, escrita a mano, donde cada uno de nosotros pudiera dejar su huella personal y pudiera expresar su creatividad con total libertad, sin obligaciones, escribiendo una bonita historia , entre todos, una historia llena de ilusión, una historia flexible donde cada uno pudiera poner su punto de vista y darle un giro inesperado a lo ya escrito, donde la sorpresa impactara a cada uno de sus autores y el final fuera un regalo sin igual.

Ayer leí la propuesta del grupo de escritores de tinta inagotable y me sentí muy identificada, la propuesta consiste en escribir un libro con pluma y papel, un manuscrito que recorra las casas de todos aquellos que se comprometan a escribir con ilusión, un libro trascendente, que vaya incluso más allá de los esperado, un libro que dará la vuelta por todos el territorio español con el ánimo de obtener una historia única, irrepetible y con la huella e identidad personal de cada uno de nosotros.

Me pareció una excelente idea y me recordó el desafío que había tenido tantas veces en mi pensamiento, el desafío de escribir una carta que no se acabara nunca, una carta que fuera y volviera incesantemente, una carta  en la que siempre hubiera algo que escribir, lo que podríamos llamar "una carta eterna".

Voy a participar en el proyecto, tengo mucha ilusión y tantas ganas de escribir que apenas puedo esperar a que el libro me llegue, me hace revivir momentos de mi niñez y adolescencia y cumplir con uno de mis sueños. En el momento actual pensé que con las nuevas tecnologías la carta manuscrita pasaría a la historia y que mi anhelo nunca se haría realidad. No es una carta sino un libro pero, en el fondo, la idea es la misma.

Así que, os trasmito, mis experiencias, mi ilusión y la idea de que la esperanza siempre es lo último que se pierde.

Gracias a Marina y su equipo por invitarme a participar y sobretodo por ayudarme a cumplir uno de mis retos.

Un abrazo

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