"TÁCTICA es lo que se hace cuando hay algo que hacer, ESTRATEGIA es lo que se hace cuando no hay nada que hacer"
Savielly Tartakover

sábado, 20 de septiembre de 2014

La importancia del lenguaje

Siempre he sido una gran defensora de que el lenguaje no sólo describe la realidad, sino que la crea y le da visibilidad. La mayor parte de las acciones son verbales, el lenguaje no sólo representa la realidad sino que crea acciones, construye la practica social e influye en nuestros pensamientos, sentimientos y por supuesto en nuestros actos.

El lenguaje construye la realidad, cuando hablamos lo hacemos con un propósito determinado, con un objetivo en mente y ello nos hace construir nuestro propio discurso, un discurso con el que nos visualizamos a nosotros mismos y con el que intentamos obtener conductas determinadas de las personas que nos rodean.

Podemos ver un ejemplo en la publicidad, nos invitan con imágenes y palabras a ver las cosas de manera diferente, a comprar un producto nuevo, a comportarnos de una determinada forma, todo ello es parte del marketing y de las estrategias del mercado, con el lenguaje crean acciones.

Si analizamos el discurso vemos que hay verbos que producen consecuencias como prometer, advertir, amenazar... estos verbos nos obligan a una acción posterior, prometer significa cumplir.

¿Cómo se producen nuestros pensamientos? Pensamos dentro de unas categorías que son lingüísticas, tenemos unas etiquetas y unos recursos del lenguaje que utilizamos para pensar, primero el lenguaje, y después el pensamiento, seguido del sentimiento y de la acción.

Nuestro pensamiento determina como nos sentimos. Describimos lo que sentimos con el lenguaje, sirviéndonos de una caja de recursos que tenemos en nuestra mente, recursos interpretativos que emergen de las experiencia y de nuestro contexto social.

Si nuestro lenguaje es positivo, construimos un mundo positivo, lleno de sensaciones positivas que somos capaces de transmitir a nuestro contexto más cercano. A mi me resulta muy útil evitar las negaciones y utilizar adjetivos agradables y que tengan mucha intensidad.

Dominar el lenguaje es complicado y mucho más cuando se trata de hablar de sentimientos, pero identificar y expresar lo que sentimos es el primer paso para construir nuestra realidad y conseguir la adaptación al medio.

El lenguaje construye nuestro mundo, tanto exterior como interior por ello, hay que tener cuidado y tener en cuenta que usar un lenguaje positivo y creativo siempre es el primer paso para construir nuestro mundo más optimista.






miércoles, 3 de septiembre de 2014

¿Qué criterios utilizamos para fijar el precio de las cosas?

Esta mañana escuché en la radio que el cantante Sting tiene una magnifica finca en la Toscana, repleta de olivos y vides y ofrece la posibilidad de ir a recoger oliva o uva (según temporadas) pagando por la experiencia. Si, eso es, ir a recoger uva pagando, trabajas y pagas tú, ¿es posible?

No hemos tardado en iniciar una conversación al respecto y se han establecido dos grupos, aquellos que opinan que recolectar olivas era una gran experiencia ecológica y merecía pagar por disfrutarlo y aquellos que consideraban que era un duro trabajo y que no irían a no ser que tuvieran necesidad o estuviera bien pagado.

Me ha resultado muy interesante el debate, lo que para unos es una gran experiencia para otros es un trabajo, ¿de qué depende la idea? Quizás de las expectativas que tenga cada uno.

Pensando en ello he recordado uno de mis libros preferidos, uno que jamás pasará de moda, "las aventuras de Tom Sawyer" de Mark Twain, novela publicada en 1876 y que aún hoy, nos da muchas lecciones sobre lo que es la vida.

En esta novela hay un capítulo en el que la tía de Tom le castiga a pintar una larga valla de yeso virgen de nada menos que 9 metros, todos los amigos de Tom se van a jugar y él no puede ir. Uno de sus mejores amigos empieza a lamentarse porque el pobre Tom no podría jugar. Después de que Tom oyera las lamentaciones varias veces le contesta a su amigo que él no considera que pintar una valla sea un trabajo tan penoso, ¿acaso todo el mundo tiene acceso a pintar una valla?, no, las vallas sólo pueden pintarlas aquellos que son afortunados, sólo las personas que tienen unas características que los hacen especiales y ademas, la gente después de pintar se siente como si estuvieran en la nube, es una experiencia única, maravillosa y digna de probar.

El amigo de Tom le pide probar y Tom le contesta que no puede ser, que la tía es muy exigente con la pintura de la valla y sólo aquellos elegidos pueden pintar, entonces su amigo, guiado por el deseo y la motivación de tener unas características especiales, le ofrece una manzana si le deja pintar la valla, a lo que Tom accede.

Poco a poco fueron llegando más amigos y todos querían pintar, al final de la escena Tom tenía una manzana, una cometa, un cordel, un fragmento de citara, un fragmento de botella de cristal azul, una llave que no abría nada... y estaba sentado, viendo como sus amigos terminaban de pintar la valla. 

En el año 1876 Mark Twain nos describió esta escena, ¿no les parece que ya estaba describiendo la noticia de que hay gente que paga por ir a recoger olivas?.  No veo que sea nada novedoso. Pagamos por aquello que deseamos disfrutar, puede ser muchas cosas, cada uno tiene unas motivaciones, en este caso podría ser, disfrutar de la naturaleza, ser ecológicos, estar en la finca de Sting, aunque sea trabajando. Tom hace  que una experiencia que en principio se considera un trabajo y por lo tanto negativa se convierta en un deseo, un placer y por lo tanto una experiencia positiva.

Nuestras expectativas condicionan nuestras acciones y nuestras decisiones, aunque a veces sean irracionales.