Buenos días a todos/as,
Hoy vengo para haceros una reflexión sobre la toma de decisiones. Cada uno de nosotros toma más de 35.000 decisiones al día, algunas son automáticas, como cruzar la calle y otras son tan triviales como qué ropa me pongo, qué voy a comer, qué camino tomo para ir a trabajar... en cambio otras tienen un resultado en nuestro futuro y tienen un mayor impacto en nuestras vidas.
En verdad, cuantas más opciones o escenarios tenemos para elegir más nos cuesta tomar la decisión porque siempre implica descartar algo, y soltar nos resulta muy difícil. Esta semana leí un artículo de James Clear en la que decía que las decisiones pueden ser como sombreros, cortes de pelo o tatuajes.
Las decisiones sombreros son aquellas que casi no tienen relevancia en nuestra vida, son como un sombrero, si no nos gusta como nos queda, lo cambiamos por otro y casi no hay consecuencias, pero también hay decisiones que son como cortes de pelo, tomamos la decisión y si el resultado no nos gusta las conscuencias se quedan con nosotros durante un tiempo pero como el pelo, siempre crece y como decía mi iaia "burro mal esquilado a las dos semanas igualado", estas decisiones se pueden rectificar pero siempre nos deja un poso de recuerdo que nos sirve de aprendizaje para próximas ocasiones.
Por último, nos quedan aquellas decisiones que son como los tatuajes, has de pensarlo antes de hacerlo ¿qué vas a tatuar?,¿qué significado tiene para ti?, ¿las posibles consecuencia de su realización?... una vez hechos dejan un resultado que es muy difícil de cambiar; sabemos que cadaa vez hay más tecnología que nos ayuda a borrarlo pero tiene mayor dificultad y siempre nos acordaremos de ello.
Entonces, la pregunta clave es cómo podemos gestionar mejor nuestras decisiones y evitar consecuencias indeseadas.
Primero, es importante reconocer la categoría de cada decisión. No todas requieren el mismo nivel de reflexión. Las decisiones sombreros permiten que tu instinto tome el control y no te preocupes demasiado por los posibles errores, ya que son fácilmente corregibles, sin embargo, para las decisiones cortes de pelo, es necesario reflexionar un poco más, pero actua sabiendo que el error no es permanente y puede servir como un aprendizaje.
Para las decisiones tatuajes, es mejor que planifiques, tengas claro cuál es tu objetivo y que solo tomes decisiones que te acerquen a él. Lo importante es tener claridad del objetivo y analizar despacio todas las posibles consecuencias para asegurarte de que estás completamente seguro antes de actuar.
Finalmente, puedes recordar que todos cometemos errores y que cada decisión, buena o mala, siempre es una oportunidad de aprendizaje. La clave está en aprender de cada experiencia y aplicar tus aprendizajes en la próxima ocasión. Olvídate de los errores, y en lugar de pensar en lo que pasó la última vez pon tu energia en pensar en la nueva oportunidad que surja, planifica bien tu actuación y aplica los aprendizajes.
Espero que esta reflexión os haya sido útil y os anime a enfrentar cada decisión con más confianza.
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