Toda gran obra empieza siempre con un pensamiento, así es, creamos la realidad con un sólo pensamiento y la transmitimos a través del lenguaje. ¿Qué quieres conseguir?
El primer paso para conseguir lo que deseas es tener claro hacía donde te diriges, qué es lo que quieres conseguir, ¿tienes un reto? Una vez lo tienes claro, y lo has diseñado y visualizado en tu mente hay que pasar a la acción, si no hay acción, si no avanzamos, será difícil llegar a nuestro objetivo y si lo hacemos, será como un barco que va a la deriva y que después de muchos vueltas, por casualidad llega al sitio donde queríamos ir y una vez allí nos damos cuenta que quizás no era eso lo que deseábamos conseguir. Hagamos que aquello que nos suceda sea por causalidad.
Una vez tengamos claro cuál es nuestro objetivo, es necesario pensar de qué punto partimos, qué herramientas disponemos, qué recursos nos hacen falta, cuándo queremos conseguir nuestro objetivo y cómo queremos conseguirlo. Todo ello implica elaborar un plan de acción.
La forma más sencilla de elaborar un plan de acción es pensar en el objetivo y cuándo queremos lograrlo, marcar una línea temporal e ir hacía atrás. Visualiza que has conseguido tu objetivo y piensa ¿qué me hace falta para llegar hasta aquí? Crea tu línea del tiempo, si empiezas por el final, parece que es más sencillo.
Ya tienes claro tu objetivo, un objetivo concreto, claro, medible y alcanzable. Ya tienes claro cuál es tu línea del tiempo, qué acciones necesitas para llegar a la meta y en qué periodo del tiempo lo vas a conseguir. Recuerda ser flexible, muchas veces surgen contratiempos y el plan tiene que ser fácilmente modificable para poder continuar y que el pequeño contratiempo no nos suponga volver a empezar.
En resumen, tenemos el objetivo, el plan de acción, los recursos que tenemos, los que necesitamos, la planificación temporal y nos falta algo más. Nos falta un compromiso con nosotros mismos, nos falta visualizar el objetivo y conseguir una visión ilusionante, una visión de éxito, una visión de lo que queremos lograr. El compromiso con nosotros mismos está dentro de nosotros, en el cofre de los recursos optimistas, en el viaje a la aventura, en la ilusión de conseguir todo aquello que te propones aunque para ello necesites esfuerzo.
La clave está en actuar, si lo diseñas todo y no lo pones en práctica, será muy difícil que llegue al fin, todo tiene un punto de partida, un kilómetro 0, una idea, un pensamiento que se generó y que debemos seguir con perseverancia, constancia, tesón y mucha ilusión. Todo llega.
¿Habéis oído hablar alguna vez de la ley de la atracción?, es una de mis preferidas, aún no la domino pero cada día sé un poco más de ella, lo que os voy a contar es mi experiencia porque la teoría aún no la tengo muy clara. Los seres humanos emitimos ondas, que pueden ser de baja intensidad o de alta intensidad, esas ondas son recogidas por las personas que nos rodean y atraemos a nuestras vidas aquello que proyectamos. Nuestros pensamientos atraen situaciones por eso repetimos muchos patrones en nuestra vida, si no cambiamos nuestro pensamiento siempre atraemos lo mismo y los mismos patrones se repiten una y otra vez, como el día de la marmota.
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